La muerte asechaba en el pueblo, así decía un letrero en la entrada de Catálata, ahora el diablo cuida este pueblo, me repugnaba estos avisos me recordaba a la mata de “brujas”, a lo morboso y retrograda del pueblo, ahora todo volvía a la plática de la bujería y el chamanismo, esto hizo que nuestro pequeño pueblo en poco tiempo se poblara de gitanos, los cuales sacaban ventaja de mis pobres vecinos, atormentándolos día y noche y diciendo tener la solución para acabar los malos sucesos ocurridos anteriormente.
Editado: 09.06.2019