¡ai! que suerte

Capítulo 4

—Mio, cariño—sonó en un tono de voz que no había imaginado que saldría de sus labios.

— ¿Qué demonios Hitóry? —espetó Mio con enojo— ¿Qué hace Ai aquí?

— ¿Ai? —levantó una ceja ¿de verdad no sabía mi nombre? No lo culpaba, yo tampoco sabía el suyo.

— ¿Por qué tardaste tanto? Te envié el mensaje ayer diciéndote que estaba en peligro junto a la locación—decía frustrada— además ¿de dónde se conocen ustedes? ¿es un cliente tuyo? —esa era una opción bastante probable ya que él era un criminal.

—fue hace un rato que vi el mensaje—no podía creerlo, le había advertido que algo pasaría, que un día me hallarían en una zanja y ella nunca lo sabría porque no había visto el mensaje, estaba tan furiosa, confundida y decepcionada—además una vez desapareciste por una semana—dijo encogida de hombros.

—te dejé una nota diciendo donde iría—le recordé con la ira en la cabeza.

—y Ai—la miré rascarse la parte de atrás de la cabeza mirando a los lados y buscando en sus pensamientos como me diría lo que seguía—él es mi hermano—Pude haberme desmayado en ese justo instante con la poca cordura que me quedaba miré al tipo que me había menospreciado en todos los sentidos como no la corregía, como no hacía nada.

— ¿Qué? —dije estupefacta.

—bueno, hermano adoptivo—añadió como si eso la salvara de la situación o la hiciera menos grave.

— ¿Qué mierda Mio? Tu maldito hermano adoptivo me tiene presa desde ayer ¡me apuntó con un arma! —estos dos días habían sido de lo peor, me tiraban la dignidad a la basura, jugaban con mi sueño, me traumaban de por vida y ahora mi mejor amiga tenía una familia de la que nunca había hablado antes, aunque ese detalle podía comprenderlo más que nadie.

— ¿Qué? ¡dios! —le metió un zape en la cabeza como me lo solía hacer a mi—Está bien nena—dijo reconfortándome en su pecho, lo que si ayudaba un poco— resolveré esto ¿sí? —asentí, iríamos a la casa y si quería podíamos olvidar que todo esto había pasado, pues si alguien podía sacarme de esta era ella.

O eso pensaba.

Ambos salieron del cuarto dejándome una vez más sin hacer nada en la sala, puse mis pies sobre la mesa de café y bostecé mientras me rascaba el cuello, tal vez si hacia lo que él quería podía darme un teléfono, o quizás poner una televisión aquí, sacudí mis pensamientos ¿Qué estaba pensado? Me iría en cualquier momento, pero lo malo era que ese momento no terminaba de llegar.

Habían tardado tanto que había aprovechado para desempolvar un poco la cueva que era la sala, pero era complejo sacar todo el polvo por las ventanas selladas así que al final solo había logrado ponerme a estornudar sin control.

Recordé que no los había escuchado ponerle seguro a la puerta y la atravesé, bajé las escaleras con la experticie del agente 007 y me coloqué justo en el umbral de la oficina de Hitóry si es que ese era su nombre, el cual me parecía tan de mal gusto como él.

Pero no se escuchaba nada por lo cual me acerqué un poquito más, pero fue en vano, tendría que abrir la puerta delicadamente para poder escuchar de que hablaban por tanto rato. Tomé el llavín en mis manos y abrí la puerta sin causar ningún sonido—entonces todo está decidido—escuché la voz de Mio decir.

—Ai, entra—ordenó Hitóry, mierda, había sido totalmente descubierta, james bond, mata Hari, les había fallado. Apreté los puños mientras sentía una espina imaginaria en el pecho, quise disimular, inventar alguna excusa que justificara porque estaba ahí, pero de nada serviría, tenía los ojos de aquellos dos sobre mí, exhalé rendida y me senté en la silla restante frente al escritorio, sin entender nada del aura que rodeaba la roja habitación.

— ¿entonces qué? ¿Cuándo me despido de tus dos muchachos? —dije mirando detrás de mi buscando a los grandotes.

—te mandare tus cosas antes del anochecer, o mañana más tardar lo prometo, estarás bien—Mio se puso de pie acomodando su ropa—Hitóry—lo miró como una mama amenazando a un chico—ni un solo dedo—dijo camino a la puerta.

— ¡Mio espera! — ¿de qué estaba hablando? — ¿me vas a dejar aquí? —le pregunté sin poder creerlo ¿no era ella mi mejor amiga?




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