Un papel escrito

Los padres eligen el destino de sus hijos e incluso sus sueños, no dejándolos soñar y abrirse. Aveces no siempre son buenas decisiones. 

• Primeramente tendré que contactarme con mi padre y hablar al respecto de aquél acuerdo. Ella no puede estar con él, ella no lo conoce realmente, sólo le hará daño. Reflexionaba Elioth al ser separado del cuerpo debajo suyo. A lo lejos escuchaba como Agatha le preguntaba si estaba bien y que tendría que ser curado. 
• ¿En verdad crees que te ama?, ¡ solo tienes parecido con su esposa muerta!. ¡¿Lo entiendes?!. Está jugando contigo. No importaba quién estuviera presente en ese momento lo importante era que tenía que decirle la verdad y así ella volvería a creer en él como cuando eran niños. Ella no respondió, porque en el fondo de sí misma sabía que era cierto, él no la amaba a pesar de que le había dicho que gustaba de ella, no podía engañarse pero él en verdad había entrado en su ser y aunque no la quisiera como ella quería no podía hacer nada más que en un futuro recordarlo con ese pedacito de él. Pronto llegaría el día de la boda y ahí se entregaría a un solo hombre esperando que ese día un bebé se formará dentro de ella, ese regalo sería suficiente para ella, siempre había soñado con un bebé en sus brazos al que alimentar y cuidar pero sobre todo darle mucho amor. 
• Vámonos, tenemos que curar tus heridas, Iván. Ignoro las palabras de Elioth pero quería llorar. 
• Puedo hacerlo yo, no te preocupes, no quería que me vieras de está manera, nunca fui bueno con los puños pero jamás he retrocedido. Hablo por fin Iván 
• Esta bien, tengo que ir por algo. Dijo con la voz a punto de quebrarse pero resistió. Salió directo al baño a llorar, y ahí se desmoronó una vez más como cuando era niña. ¿Acaso mis lágrimas jamás terminarán?. Se preguntó. Por un momento fue feliz pero...... ¿ porque no podía durar esa felicidad?. Abrió la puerta del baño y se encontró con el rostro de Elioth pero sin ningún rasguño. Él simplemente se arrojó a abrazarla y aunque ella quería que la soltara no pudo más y se dejó caer para ser resivida en los brazos de Elioth. Sólo se dedico a darle suaves caricias en su espalda, ella seguía llorando. Tenía que irse lo antes posible o no podría ver a Iván sin llorar, en verdad sentía mucho por él pero lo mejor tal vez sería regresar a su país natal y no regresar. Olvidar todo sería más fácil solo tenía que escapar en silencio y hacer lo qué siempre hizo antes, la actuación era su mejor aliado en este tipo de casos.