Te preguntarás ¿Qué hace un joven a altas horas de la noche? pues déjame decirte que está buscando la manera de hacer que todo encaje tan bien que solo es cuestión de tiempo.
Tomo mi sudadera y unos jeans, recojo las llaves de casa y me dirijo al bar veraniego, el lugar era tan famoso y la cola era larga, casi era alrededor del local.
Clave – dijo el guardia era algo tan estúpido, pero que vamos a pedir si por la mañana era un lugar cálido donde puedes tomar un trago de café con una linda compañía, pero en la noche solo era un lugar donde los tragos y drogas era tan visible como un pan en la mañana - ete- salió de su lugar dejándome entrar. Seguí el camino, se podía escuchar la música; me acerqué en la barra.
Dame lo más fuerte que tengas – salió en busca de mi trago y me dispuse a mirar a mi alrededor, la gente pegando sus cuerpos sudorosos y el alcohol en su sistema tan elevado con la anfetamina – Rick dice que quiere verte en el despacho – tendiendome mi trago
me moví por todo el local tratado de llegar a la zona vip, los guardias me dejaron pasar; la sala era grande, tenía su propio bar y sus mesas incluso su baño aquí es donde pasaban los niños ricos gastando su dinero como si no hubiera un mañana, pobres niños ricos. Siguiendo mi camino llego a la tercera planta.
Sabes que llamarme para advertirme que no haga nada loco es de mal gusto- no respondió, para nada, alcé la mirada y tenía una chica entre sus piernas – es la última vez que entras así en mi despacho. - La chica se levantó arreglándose el vestido y cerró la puerta detrás de ella.
Me pediste que viniera y aquí estoy – soltó una risa
Tu madre me llamó, me dijo que no le contestas - solté una maldición mientras me sentaba en el pequeño sofá que había en la habitación.
Después del escandaloso lugar salí en busca de mi departamento, la noche se me había cagado con su reclamos falsos y que la tenía descuidada, todo era mentira
Tomé una ducha en busca de relajación pero el puto timbre sonó ¿Qué mierda pasa ahora? miré por mi celular las cámaras de seguridad, mi padrino está aquí, busque un pantalón de dormir y me dispuse a ir a la puerta.
Buenos días - dije bostezando, solo pasó de largo, su mirada era dura y fría.
Sabes que ella manchó el apellido lewis ¿Qué vas hacer? - caminé hasta llegar al balcón; miraba la salida de sol indicando que llegaba la mañana, el viento hacía que mi pie se eriza por completo y más cuando me respiraban en la nuca como lo hacía mi padrino; situaciones desesperadas requieren de medidas desesperadas.
Déjamelo, ya se me ocurrirá algo - rio sin gracias - ¡¡Sabes que la policía está pisando nuestros talones y ¿no sabes que hacer?!!- sus gritos cesaron, saque un cigarrillo de mi pantalón.
Mi hermana sabes que estás aquí conmigo - me reí sin gracia - tienes prohibido andar en zonas enemigas, si quieres que la mate, lo haré - sus hombros se relajaron, su mirada se suavizó pero no demasiado, él no tenia compasión- eso suena mejor, respecto a tu hermana, cuidado, y se enrreda en la piola que esta jalando - salió por donde entró, me giré y pude ver cómo subió a su auto y partió perdiéndose entre las calles.
Eso es lo que él siempre quiso, ponerme entre la espada y la pared, pero era eso o mi cabeza, creo que se ve mejor su cabeza, tenía que pensar en algo, no podía molestar a mi hermana cuando tenia cosas mas importantes que esto.
Llamé a jhon de nuevo - dime que ya hablaste con padrino - solté un bufido - lo hice pero necesito que busques a alguien, Se llama andrea, quiero cualquier información que tengas.
¿A quién vas a matar? - cerré el celular sin responderle, sabía que no recordaría ese nombre, el cual puse mi mayor esfuerzo por olvidarlo, pero recordaba el de su hermana, así que era hora de pisarle los talones y ver donde se escondía.
La voz de two feet sonaba por todo el departamento, estaba preparando unos macarrones mientras tomaba una copa de vino; después de la desagradable visita que me dejó un mal sabor de boca, las cosas no se iban a quedar ahí lo sabía.
Si sigues mirando la ventana con odio es posible que se rompa - jhon había llegado - tengo todo lo que necesitas, no es tan lista como pensaba y eso me dio la ventaja que quería.
Revolví los macarrones, serví otra copa de vino y en dos platos acomode la comida, me volteé mirándolo; tenía un sobre entre sus dedos, le di unos de los platos - dime lo que sabes- me senté enfrente de él.
- Andrea vive en un departamento, su hermana y novio se adueñaron de el dejándola afuera; buscó trabajo pero por ser menor no lo consiguió, regreso a trabajar donde su madre en un pequeño bar de mala muerte dónde la paga no es buena, por lo que comenta sus empleados, de ella no hay mucho que ver pero de su hermana hay demasiado por dónde ver, empecemos por su nombre verdadero, Stelle y como te has de imaginar su novio... - suspiro - es tu ex mejor amigo han, cambiado de nombre varias veces, ahí están los números de sus celulares la dirección de sus casa, el número del departamento y otras cosas más. - arrastró el sobre hasta mi; revolvía la comida sin mirarlo a los ojos y sin querer tocar el paquete como si quemara, sabiendo que abriría una brecha importante.
- el dinero ya te lo deposite a tu cuenta como habíamos quedado - ante mi silencio siguió.
Yo se que padrino está detrás tuyo, me buscó pidiendo tu dirección, tranquilo, no se la di, antes que saltes contra mi - alzo una mano para callarme - pero me amenazó y no quiero entrar en sus juegos de titanes; te doy una recomendación, corre antes que el lobo te olfatee y llevas la delantera, come que esta madre se ve deliciosa y más si estás de tus manos, no cualquiera come de ellas.
Sonreí tomando de mi copa.