La semana se había pasado bastante rápido, ya era viernes por la noche y me encontraba en mi cama acostada leyendo un libro. El sonido de mi celular me había distraído de mi lectura, lo tomé y vi que era de Lucas, decidí abrirlo.
Lucas: Hola Em, estas?
Emma: Hola Lucas, si, dime.
Lucas: Invite a mis amigos a que vengan mañana a pasar el día en mi casa, ya sabes a Nacho, Sara, Cameron y Ámbar, que todavía a ellos dos nos los conoces pero son igual de copados.
Lucas: y quería saber si te gustaría venir.
Por un momento dude en ir, pero... que tenía de malo, solo trataba de ser amable conmigo, y además tampoco estaba bueno no relacionarme con nadie.
Emma: si, iré. Hay algo que deba llevar? Comida o bebida?
Lucas: genial!. No, no tienes que traer nada, no hace falta. Solo trae malla, para la pileta, y ropa seca para después.
Emma: okey. Después pásame tu dirección.
Lucas: sisi, en un rato te la paso, y ven tipo 10 de la mañana, así desayunamos.
Emma: buenísimo Lucas, gracias.
Lucas: de nada Em, nos vemos😊
Dejé el celular en mi mesa de luz y decidí bajar para ver si mi papá estaba preparando la cena. Cuando llegué me di cuenta que no había nadie ni en el living, ni en la cocina,lo único que encontré fue una nota en la heladera.
"Em salí a comer con unos compañeros del trabajo, estabas leyendo y no te quise molestar, te dejé plata en la mesa por si quieres pedirte algo para cenar. Volveré tarde, te quiero, Papá"
Bueno, me había quedado sola de nuevo, teniendo en cuenta que mi hermano había desaparecido hace horas tambien y no tenía ni la más pálida idea de donde se encontraba.
Finalmente me pedí una hamburguesa de uno los lugares de comidas rápidas más conocidos en todo el mundo. El delivery llegó media hora después y por fin pude sentarme a comer.
Más tarde me acordé que habíamos arreglado con Nick y Pili para hacer videollamada a las 22, eran 21.50 por lo que decidí ir a mi habitación, agarrar mi iPad y sentarme en el balcón.
Comencé a llamarlos pero no obtuve respuesta alguna, hasta el tercer intento que hice, Pili respondió.
— Hola Em, perdona estábamos cenando. — me aclaró.
— ¿Estábamos? — ¿con quien estaba Pili?, la respuesta no tardó en llegar, una segunda figura apareció en la pantalla de mi Ipad, era Nicolás.
— Hola Em, te extraño. — dijo Nick, ¿desde cuándo estos dos se juntaban a comer?, que yo recuerde siempre fui la que unía al grupo.
— ¿Ustedes dos juntos?, ¿acaso está lloviendo y no lo sabía?
— Pues... — dijeron los dos al mismo tiempo. — Nos juntamos porque la profesora Hernández nos mandó hacer un trabajo para el lunes. — concluyó Pili.
Si les soy sincera noté ese nerviosismo en ambos, pero soy su mejor amiga y nunca los presioné para que me dijeran nada, si tuvieran algo que decirme tendría que salir de ellos, no de mi.
— Okey, como digan. — admití. — ¿Cómo andan las cosas por allí? — les pregunté.
Hablamos por una hora, me contaron sobre noticias del colegio, alumnos nuevos, les conté sobre mi primer semana en este nuevo colegio y sobre la invitación de mañana, me dijeron que me ponga linda, pero les dije que no, que no iba a pasar absolutamente nada, que solamente eran compañeros de colegio y que tampoco tenía interés en que pase nada.
Cuando terminé decidí ir a acostarme, mañana me tendría que levantar temprano, así que era preferible que descansara.
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Me desperté a las 9.30, cuando vi la hora que era me levanté y fui a cambiarme, no quería dar una mala impresión llegando tarde. Decidí ponerme una bikini amarilla que me quedaba muy bien gracias al color que seguía teniendo por el verano, arriba de eso uno de los vestidos que me había comprado hacía poco y mis infaltables crocs.
Tomé mi bolso de playa, metí otra muda de ropa por si acaso, un toallón, protector, anteojos de sol, un libro, porque uno nunca sabe lo que puede pasar, un bolsito con peine y alguna cosas más y por último una campera por si refrescaba.
Desconecté mi celular, agarré mi bolso y baje, obviamente me encontré con mi padre en la cocina, el no trabajaba los sábados.
— Buen día hija, ¿a dónde vas? — ahí fue cuando caí y me di cuenta que no le había preguntado a mi papá si podía ir, como Lucas me mandó el mensaje ayer por la tarde y cuando baje a comentárselo a mi papá el no estaba, me olvide por completo que no se lo había dicho.
— Hola Pa, perdona ayer no te pude decir porque te habías ido, pero hoy me invitaron a la casa de un chico a comer y a la pileta, ¿podré ir?
— ¿Con que un chico? — preguntó mi papá pensativo pero en el fondo riéndose.
— Papá, no empieces, solo es un compañero del curso.
— No dije nada, solo pregunté porque no había entendido. — me dijo y le pegué en su hombro, sabía perfectamente que había entendido.
— Okey, ¿tienes la dirección? — asentí con la cabeza, Lucas me la había pasado anoche después de que había terminado de hablar con los chicos. — Esta bien, vamos, te llevo.
— Gracias papá. — lo abracé.
En el camino a casa de Lucas, comencé a sentir ciertos nervios que nunca en mi vida había experimentado. ESPEREN, ¿yo con nervios? Debía de estar soñando. Pero así era, seguramente era porque lo de relacionarme con gente jamás se me había dado bien, solo la primera vez y ya está, pero teniendo en cuenta que con Lucas nos habíamos visto más de una vez, él ya dejaba de ser un desconocido y eso era lo que temía.
Llegamos a la casa, papá me pidió que le avisara cuando tenía que venirme a buscar y le dije que si, que se quedará tranquilo.
Era una casa bastante grande, pero no tanto como la de Sara, llamé al timbre y una señora bastante parecida a Lucas fue quien me recibió.
— Hola, tu debes ser Emma, no? — asentí. — Soy Eliana, la mamá de Lucas, pero puedes llamarme Eli.
— Hola Eli.
— Ven, pasa, Lucas debe seguir en su habitación, yo estaba en la cocina preparándoles algo para desayunar. — me dijo mientras recorríamos el living, era una hermosa casa minimalista. — Si quieres déjalo en el sillón, después lo puedes llevar a la habitación de Luke. — me dijo señalando mi bolso, y eso hice. — Luke, hijo, Emma está aquí. — gritó hacia las escaleras. — Discúlpame.
— No hay problema. — admití con una sonrisa.
— Voy. — el grito de Lucas se escuchó.
Acompañe a Eli a la cocina y me senté en uno de los taburetes frente a ella.
— Y dime Em, ¿ya te pudiste adaptar al nuevo cole?. — me preguntó mientras cocinaba unos huevos revueltos, la verdad era que olía increíble.
— Pues la verdad que si, el programa es bastante parecido que al de mi antiguo colegio.
— ¿Y ya hiciste amigos o algo?
— Tuve la suerte de cruzarme con Lucas que fue de gran ayuda los primeros días, y además conocí a un chico que se llama Simón, es muy adorable. — la mamá de Lucas dejó las cosas que estaba haciendo y me miró fijo. Creo que había metido la pata.
— ¿Simón Fernández? — me preguntó.
— Creo que si, la verdad es que no sé su apellido porque no lo nombraron, pero creo que es el único Simón de nuestro curso. ¿Por qué? ¿Pasó algo? ¿Algo que no debería haber dicho?
—No, no, tranquila querida. Es solo que antes Lucas y Simón eran mejores amigos, junto con los chicos, pero cuando crecieron los tres se apartaron de Simón porque siempre fue un niño muy responsable con la escuela y muy inteligente y a ellos eso no les interesaba. De hecho Simón sigue siendo un hijo para mi, lo apreció muchísimo, pero bueno las cosas de la vida surgieron así. — me contó con una sonrisa triste en su rostro.
— Bueno ma, basta de chismes que me la vas a espantar. — Lucas entró en la cocina riendo, mientras se acercaba hacia mi. — Hola Em.
— Hola. — dije.
— Bueno les dejo sus desayunos, si quieren pueden ir a comer al parque o sino aquí, por cualquier cosa estoy arriba, si? — dijo la mamá de Lucas tendiéndonos los platos.
— Genial, gracias ma.
— Gracias Eli.
— No hay de que chicos. — y se fue.
Después de lo que la mamá de Lucas me contó, algo hizo efecto en mi, provocando que decidiera hacer algo con eso, poco a poco iba a tratar de arreglar las cosas entre Lucas y Simón, aún no sabía como, pero ya iba a encontrar la manera.
"RECUPERAR AMISTAD": MISIÓN ACTIVADA.