Hojas amarillas sacadas de un viejo cajón,guardadas vaya a saber para que ocación ahora son usadas para grabar las letras que el poeta expresa,para dejar en ellas un sentimiento de aquél quien con su tinta escribe.
Papel que se convierte en testigo de los ojos del escritor cuando de ellos se asoma una lágrima de nostalgia,o el brillo pícaro de un amor escondido.
Complicidad infinita entre la tinta y la madrugada,testigo de aquellas pagínas que con poemas se van llenando esperando ser leidas por alguíen algún día.
Al pasar los años el mismo poeta volverá a leerlas para recordar esa sensación de escritor principiante que solo se dejaba llevar por las palabras de su alma y de auqellos recuerdos que nunca quedarón olvidados.
Hojas,letras y tinta;eternos amores de aquellas personas que aman escribir y de aquel bohemio que se pasa día y noche grabateando versos para darle vida a sus sentimientos.