Palabras silenciadas,sentimientos encanrcelados sabiendo que es pecado amar a quien no tiene esa libertad,porque su vida la ha entregado a alguien más.
Miradas complices que se juntan esperando el encuentro de que nuevamente sus cuerpos enciendan las pasión que llevan guardada en su interior.
El deseo de detener el reloj se adueña de sus corazones que piden a gritos no soltarse,pero es imposible,al final del día volverán a la rutina.
Amores prohibidos,querer confundidos,pasión sin fin,esperanza que crece de solo pensar que si tienen el coraje de enfrentar la realidad algún día juntos estarán.
Ahora solo el tiempo y las paredes de una habitación son las testigos de un amor cautivo que crece cada día,cuando esperan encontrarce buscando saciar la sed de amarce.