Al llegar al silencioso claro, iluminado por la luz de la luna, las palabras escritas empiezan a cobrar vida. Aquello que presagiaron y se lo hicieron saber en forma de poema se manifiesta ante ellos. "En la penumbra de la noche, al compás de la Luna danzante", mientras el ángel de alas negras carga en sus brazos un alma que busca alcanzar su esperado final.
Ambos hermanos caminan por el prado rodeado de altos árboles hasta llegar al punto exacto donde Gaia les indicó que debían dejarla. Al llegar, Richter siente la mano de Luker sobre su hombro. Se miran a los ojos y no hace falta decir palabras para expresar todo su apoyo mutuo. Sofie recupera su conciencia y los saluda con una sonrisa, pero su energía es tan limitada que apenas puede moverse. Con ella aún en brazos y sin apartar la mirada de ella ni por un instante, Richter se arrodilla para acostarla en la hierba.
"nuestras almas, entrelazadas, se entregan en un amor vibrante”, ambos se envuelven en un amor incondicional que nace, crece y comparten desde lo más profundo de su existencia. Lo que los une va más allá de la materia y la energía, trasciende el tiempo, el espacio y las experiencias. La unión de ambos fue creada desde los inicios de sus conciencias en el centro del universo primigenio.
"Bajo la envidia de las estrellas fulgurantes y celosas", los pequeños elementales de la naturaleza se acercan con curiosidad ante los suaves sollozos que emanan del poderoso ángel. De todos los colores y tamaños, los observan compasivamente mientras se mantienen ocultos hasta que ella aparezca.
Los compañeros de Richter empiezan a llegar con rostros entristecidos para acompañarlo en su despedida. "iluminamos un mundo dolorido, sumido en su tristeza despiadada", a pesar de las lágrimas desconsoladas de los ángeles que caen desde lo alto hasta la tierra que los rodea, sonríen, pues el tiempo es relativo ante toda una existencia compartida en diferentes mundos a través de los universos. "Nuestro amor, manifiesto en cada latido, enmudece nuestros sentidos, deteniendo el tiempo en un eterno abrazo compartido", lleno de caricias y demostraciones de amor verdadero en este solemne camino que tuvieron la valentía de recorrer juntos hasta este preciso momento.
La vida humana es un ciclo y así como comenzó, debe llegar a su fin. Las almas deben seguir el curso natural de la vida y regresar al punto donde comenzaron, al hogar del espíritu del planeta. Por otro lado, Richter, al no haber encarnado en la rueda kármica como ella, continuará prestando su voluntad a Gaia en las guerras en curso para liberar a la séptima humanidad, que ha sido esclava de una inteligencia superior durante más de once mil años.
Hace más de trescientos años, estas dos almas gemelas observaban los primeros pasos del desenlace final del experimento Terra Gaia. Ella deseaba ser parte de uno de los acontecimientos más importantes de los universos y, tras hablar con los guardianes de Gaia, tomó la decisión de encarnar y ayudar a la séptima humanidad en sus momentos más oscuros, que los llevarían hacia la tan necesaria liberación planetaria. Durante muchos años, Sofie desempeñó un papel valioso en la fundación de la Federación Mundial, cuya misión sigue siendo unir a todos los pueblos y guiarlos por el camino correcto hacia un fin en armonía con los planes del experimento de Terra Gaia.
—¿Cómo lo sabes? —le pregunta Sofie, admirando los hermosos alrededores llenos de vegetación y el cielo estrellado en todo su esplendor.
—¿Saber qué? —le responde Richter, curioso, mientras se sienta junto a ella, con lágrimas tristes que caen de su rostro.
—Amo la luna y las estrellas, el bosque, las montañas y todo lo que es de la naturaleza, pero los amo aún más porque tú estás aquí.
—Sofie, pero ya me lo habías contado en más de una ocasión que las amabas. Eso lo sé perfectamente.
—Oh, ¿de verdad? —pregunta en tono sarcástico, haciendo un gesto de burla con la lengua—. Ahora que no estaré por aquí, ¿qué será de ti?
—No te preocupes por mí, siempre habrá lugares donde necesiten mi ayuda.
—Eso es lo bueno de ser un ángel de luz, siempre habrá alguien que te necesite, al igual que yo —dice, limpiando sus lágrimas de felicidad y libertad—. ¿Me visitarás en el cielo, Richter?
—No creo poder hacerlo —responde Richter, tratando de no romper la ilusión y el consuelo que encuentra en la creencia de que él la llevará al cielo junto a sus hijas.
—Pero tú eres mi ángel guardián, se supone que tú me llevarás al cielo, con mis hijas y con... —comienza a decir Sofie, un poco triste, antes de que Richter la interrumpa.
—Tus hijas estarán allí —le responde, evitando que hable de él.
—¿Quiénes son ellos? —pregunta, observando a sus compañeros angelicales que levitan a su alrededor con hermosas e imponentes alas.
—Ellos son mis hermanos, vinieron por ti, Sofie. Saben lo mucho que significas para mí y quieren estar a mi lado.
—Tienes unos buenos hermanos, siempre quise tener hermanos, al menos uno, para no sentirme tan sola, pero ya no importa. Mi vida ha llegado a su fin —le confiesa Sofie con una sonrisa, mientras Richter guarda silencio, sintiendo un nudo en su pecho—. Perdón por dudar de ti, mi ángel guardián.
—No tienes que pedir perdón. Siempre tendrás mi perdón, sin importar la situación —afirma Richter, y ambos se quedan en silencio, mirándose a los ojos.
El sonido constante del monitor se hace eco en la oscuridad de la habitación mientras el rostro desfigurado de Sofie respira por última vez. Su corazón se detiene y su conexión desaparece, dejando atrás un recuerdo alegre y triste, yaciendo en la cama.
—Me siento un poco extraña —confiesa Sofie, sintiendo la desconexión con su cuerpo.
—Tu cuerpo ha fallecido —le comenta Richter, luchando contra las lágrimas.
—Espero que mis padres puedan finalmente descansar de mí. Cuídalos, Richter, por favor, cuídalos. Te necesitarán tanto como yo lo hice —le pide, mientras su piel se vuelve translúcida—. Escucho sus voces, Richter. Elly y Charlotte me están llamando.
#663 en Paranormal
#2550 en Thriller
#1025 en Suspenso
historia de amor, dimensiones paralelas, ángeles de oscuridad
Editado: 17.10.2023