Alas sobre Elm Areu ©

Capítulo 12. Vuela muy alto

Te escribo para que sepas que no solo fuiste una casualidad, fuiste mi mejor casualidad, y la vertiente se vuelve monótona en ocasiones, fuera de sí, como un tren con su infinito tiempo mientras observas por la ventana, analizando y recordando aquellas fotografías que pasan por la mente o ¿por el corazón?. Y como podría olvidarse de algo tan bonito como tu presencia, si en tu alma encontraba refugio y podía ser yo, la magia existía en todo lugar si tu existías, si en tu corazón podría escribir el infinito, y un poquito más.

Vengo a ti, porque puedo encontrarte en todo por más que me cueste, por más que duela, siempre te encontraré, siempre busco pureza mezclada con la sinfonía, las canciones, la sonrisa perfecta, la mirada tan llena de ti.

Vengo a ti porque quería aclararte mil cosas, por ejemplo que soy un terror, soy un amante, un enamorado empedernido, pero no importa quien sea, mi corazón nadie podrá cambiarlo, ni siquiera yo mismo.

La vida es un impulso de ilusiones fallidas, otras veces de decisiones perfectas y otras solo vida, el destino, por ejemplo, se volvió tan incierto como el clima, como la mentira cotidiana, y es que solo vivimos el hoy, no el ayer ni el mañana, y si ésta es mi última reseña, la haré con las gotas del mar y haré vida, y sentiré cada palabra que escriba, te lo prometo.

Desde el principio creí que ya no creería en el amor, no tenía ganas de hacerlo quizás o a lo mejor ya no había fe de creer después de tanto daño que recibí, recuerdo haber sentido como el mal sonreía a espaldas de la dulce sonrisa, haciéndole creer que todo era para bien cuando en realidad era el maldito fracaso. Moría de miedo al llegar a esa etapa, porque desde el principio que te vi, pensé que cosas nuevas vendrían, y así lo fue, lo sabes muy bien, nunca imaginé que era un abrazo hasta que me diste uno, nunca imaginé que era que tus amigos te molestaran, y tú me defendieses, sabes, uno de ellos se sintió mal y me demostró que estaba arrepentido de eso, y aprecié mucho que lo hiciera, recuerdo como mi interior gritaba porque nada salía bien, y era difícil de comprender todo lo que pasaba por mi estómago y mi alma; nunca imaginé que era sentarse en el suelo con alguien y no sentir el tiempo, aun cuando el tiempo vuela tan deprisa, nunca imaginé que era un te quiero de tus labios, ni una risa de tu corazón ni una lágrima invisible al contarme tus malos recuerdos, para mí era inevitable poder no volverme loco al escucharte y no haber podido estar antes para ti y ayudarte y demostrarle al mundo y a ti que no eres un caos, más bien un milagro con un pensamiento único, aun pienso la primera vez que te hablé, necesitabas de alguien a quien buscabas y yo te respondí porque no estaba en ese lugar y te dije dónde encontrarle, fue ese momento en el que pensé escribirte, no creía llegara una respuesta, pero sucedió, y mi primera impresión fue el silencio porque mi corazón decía todo, eres perfecta para mi vida, entre otras cosas, no me importa quien seas o hayas sido, solo quiero de ti, y es que ninguna persona había hecho que fuera yo mismo, ninguna persona me busca hoy en día cuando me siento un derrumbe, un delirio en mi inmensa soledad, solo cuando necesitan ayuda vuelven a mi, y aunque no los culpo, a veces necesito hablar y solo puedo sentarme lejos de todos, y escucharme yo mismo, llorar y yo mismo secar mis lágrimas, me haré fuerte de eso no hay duda, pero dónde queda el necesitar de alguien más para amar.

Recuerdas la vez que me dijiste que salve tu pellejo y querías pagarme por el favor y yo no quería, recuerdo aun la galleta de dálmata que me compraste, la recuerdo perfectamente, porque es la mejor galleta que probé, porque el sabor a buenos deseos tuyos era desilioso, también recuerdo que me abrazaste como nunca lo habías hecho, con tanta fuerza que podía sentir tu alma entrando a la mía, con eso me habías pagado hasta la eternidad. Y creo mi falta de experiencia hizo que provocara te alejaras de mí, fui tan estúpido al pensar que no era lo suficiente para ti, yo mismo me desmotivaba pensándolo, y ahora sé que no era así.

Moría al saber que llorabas por mí, sé que me querías, y a lo mejor aún me quieres aunque no de la misma forma, pero existo en tu corazón y con eso me basta. (Risas suaves)

Recuerdo cuando algo pasó entre nosotros y no sabíamos que pasaba y nos hicieron hablar y arreglar las cosas, hablamos y tu escribías en un papel shit y me dijiste que pensabas que eras eso y aunque me preguntabas si sabía que era, no sabía en ese entonces o tal vez si, pero tenía tantos nervios, sino ahí te hubiera abrazado, recuerdo que luego te escribí diciéndote que no eras una shit, y hoy me arrepiento ser tan yo en ese instante y no haber tenido valentía de amarte sin miedo, te pido disculpas por eso, pero te imaginas, nunca había abrazado a una chica, y tú el primer día habías hecho que mi corazón se acelerara, pregúntale a mi amigo cuando te conocí y te contará como me puse (risas)…




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