Alaska
Mi celular no había parado de vibrar desde que llegué a mi casa, la mayoría de mensajes y llamadas eran de Blake, el resto de Froy.
Abrí el chat de conversación con mi "mejor amigo" y comencé a leer cada uno de sus mensajes.
bleic ❤:
¿Podrías contestar mis mensajes?
Leído.
Sé que estás viendo esto, Johnson.
Leído.
Yo:
Contestado, ¿Qué quieres?
Leído.
bleic ❤
Perdón, quiero hablar):
Leído.
Yo:
¿Por llamada o texto?
Leído.
bleic ❤:
Facetime
Leído.
FACETIME ENTRANTE .
BLEIC ❤
Aceptar/ Rechazar.
Deslicé el dedo por el botón verde, que iluminaba mi celular, dejando a la vista un Blake con una musculosa blanca y cansado.
—Sé que fui un idiota esta tarde, pero Alaska, tuve un motivo, conozco a Froy y bueno, hace unas noches atrás, antes de volver a reencontrarnos, fui a un club con unos amigos, ya sabes y vi a Froy allí .
—¿Y qué? Él puede salir y divertirse como cualquier chico de 19 años, Blake, no seas patético —rodé los ojos.
—Escúchame, eso no es todo. Yo no sabía que eras la novia de Froy, hasta que pasó lo de la tarde, esa noche en el club, él tenía a una chica en sus piernas y se besaron, conozco a la chica, es Lauren Lodge —negué con la cabeza, mientras reía. Froy no me engañaría, jamás lo haría—. Una castaña, de ojos verdes y un cuerpo de muerte ¿te suena?
Negué, no lo haría.
—No te creo nada, él no lo haría —reí con la esperanza de que no fuera así.
—No te obligo a creerme nada Alaska, pero dime ¿dónde está Froy ahora? —preguntó seriamente.
—No lo sé idiota, por qué te recuerdo que peleamos por TÚ culpa —gruñí.
—¿No me crees? En cinco minutos iré a tu casa, espero que estés lista —cortó la videollamada y suspiré.
Tomé un short de tiro alto color burdeo con un broche dorado, una camiseta blanca y unas vans negras altas.
Me vestí y baje al recibidor, Daniel no estaba así que tome mi celular y mis llave.
Cerré con seguro y los guarde en mi bolsillo delantero.
Le pediría una sudadera a Blake más tarde, observé su auto en la entrada de mi casa y suspiré profundamente, hoy sabría la verdad.