Aldebarán De Tauro

Capitulo 2 (El Amor De Todos)

-Feliz cumpleaños, papá-

-Feliz cumpleaños, mi amor-

-Felicidades Aldebarán-

La sorpresa en el rostro del cumpleañero no se hace esperar -Muchas gracias-

Habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo…

Revelaciones que impactaron a mucho.

Sorpresas que nadie se imaginó y sucesos que no podían ser para nada lógicos.

Pero como todos saben que en este lugar, nada es lo que se cree o parece.

Para Aldebarán las cosas simplemente eran casi iguales en sí…

No existen mayores cambios, su esposa e hija siguen siendo lo más importante y valioso, pero… De repente dos personas llegaron.

Que en un inicio todo fue una enorme sorpresa.

Pues había pasado algún tiempo desde que varios caballeros de tiempos más antiguos volvieron a la vida.

Un regalo de la Diosa a Atena, como muestra de su generosidad, gratitud y buena voluntad con sus caballeros dorados.

Aquellos que…

Le sirvieron por años y merecían tener una nueva vida.

Aldebarán se lleva bien con casi todos esos caballeros dorados de antaño. Además que con esto supo los orígenes de varios compañeros de su generación y también conoció a quienes son los padres de ellos, pero…

Aunque ya tuviera su propia familia, no pudo evitar sentir envidia…

Un poco de sentimientos encontrados, en donde deseaba conocer su paradero y origen, pero… Shion, nunca le pudo dar las respuestas que buscaba…

No las sabias… Pues al igual que otros dos, el Latino estaba solo, y lo acogió para formar parte de esta familia tan peculiar de santuario.

Aceptó que así iban a ser las cosas… No negaría que tal vez era mejor no saber.

Pero… No por eso deja de doler…

De sentir deseos de tener también lo que otros ya tienen…

Claro que se lo contó a la persona que más ama, y ella lo comprendió totalmente.

---Flash Back---

-Sé que es muy difícil mi lindo torito- Ella estando sentada en el verde pasto, después de un día de campo, con el caballero dorado reposando su cabeza en su regazo, cuidando de no dejar caer todo su peso, mientras la joven mujer le regala suaves caricias en sus cabellos lacios.

-No me mal entiendas, estoy feliz con lo que tengo, Adonia… Pero…- Un suspiro sale de aquellos labios, sintiéndose un poco culpable por añorar lo que otros poseen -Quisiera… Solo saber si… Alguna vez yo… Tuve una familia… Que me amara o… Conocer el… ¿Por qué me dejaron?- Dudas que nunca tendrán respuesta. Se escuchan muy lamentables y dolorosas, claro que sólo tienen ese efecto para quien le tenga un gran aprecio al Toro dorado.

-Son cosas muy difíciles de sacar de tu mente- Una sonrisa triste se dibuja en el rostro de la joven -Lo sé por experiencia-

Abre sus ojos por la sorpresa de lo que ha estado diciendo, sin siquiera tomar en cuenta los sentimientos de la mujer que ama.

No por qué fuera un desconsiderado o le diera igual, sino que también está pensando en sus propios padecimientos.

Y aun así sabe que no está solo, y no es el único que tiene estas dudas.

-Adonia, perdóname… Yo…- Intenta reparar su error que cree que cometió.

La joven rápidamente niega con la cabeza, mirando el rostro de su novio que se ha levantado de su regazo para contemplarla con cierta vergüenza ahora -Esta bien… Sé muy bien cómo te sientes…- Le sonríe, acariciándole el contorno de las mejillas con el dorso de su mano -El pensar que estás solo en este mundo de locos- Una risita se escapa de sus labios -El pasarte miles de noches con preguntas que no tendrán respuesta alguna…- Lanza un suspiro, se había prometido así misma jamás volver a llorar o angustiarse por ese tema, pero… Es uno que difícilmente se llega a superar.

Su corazón le dicta que la abrace y le haga entender que las cosas no siempre serán asa, pero…

¿Qué sucede cuando pasas por lo mismo y aunque trates de ayudar, no sabes si eres el indicado para hacerlo?

-Solo quisiera… Conocerlos aunque fuera por otros o historias que pudiera leer- Abraza a su novia con cuidado, estando el de rodillas para que ella no se levante y sigan disfrutando de la tranquilidad de ese paisaje matutino que les regala el día de hoy.

-Lo sé…- Asiente con la cabeza y corresponde el abrazo, suspirando algo nostálgica y sin quererlo de verdad, derrama algunas lágrimas traicioneras -Sería grandioso saberlo ¿No?- Sonríe más entusiasmada ahora, pero sin apartarse del agarre del Latino -Tal vez… Tus padres fueron campeones de Capoeira- Habla para animar al otro, queriendo con esto también olvidar su malestar.

El segundo caballero dorado, claro que se da cuenta de las intenciones de la joven, y asiente…

El tema es difícil para Adonia, pero no imposible…

También es una huérfana, que a diferencia de él… No tuvo a nadie que se preocupara por ella, hasta que consiguió ese trabajo donde la conoció, las personas en ese local siempre han sido amables.

Conoce el pasado de la joven, y entiende que si pone todo en una balanza, el sufrimiento de ella pesa más, pero… No por ello el de Alde significa menos.

A su manera los dos se comprenden y tratan de hacer lo mejor para el otro.

A veces Alde es el hombro en que ella llora y extraña a quienes no conoció. Y en otros momentos como ahora… Adonia es quien mima al toro dorado y le hace reír.

Sonríe, dejando escapar una sonora carcajada -Puede ser, aunque yo no me muevo tanto para las batallas- Deposita un beso en la frente de la joven -Me quedó completamente quito y espero el ataque del enemigo. Ja, ja, ja, ja- Un pequeño chiste se aprecia de inmediato.

-Ja, ja, ja, es cierto… Pero es tu estilo, mi amor- Una jovial risa, mientras ambos se siguen abrazando.

Intentando que el otro deje de pensar en sus tormentos.

A veces la mejor medicina puede ser una risa, un chiste, la compañía de la persona que amas, y que… Aquello que te atormenta sea de a poco puesto de lado.

---Fin Flash Back---

Aquella vez entre risas y mimos…




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.