Sin piedad, mátenlos a todos- las primeras palabras de la princesa Aleixka resonaron en todo el lugar. Ahora les había tocado en un pequeño bar llamado "Mortis Nox "en donde asistían seres mitológicos para pasar un buen rato con varias personas que se encontraban "trabajando" allí.
Estos seres iban después de un día largo de trabajo, pero lógicamente no contaron que esa noche les esperaría una sorpresa, puesto que los humanos irían a capturar y a matar a varios de ellos, que más tarde torturarían para sacar un poco de información acerca de los ataques y planes que tendrían pensados para amenazar al reino humano.
La pelea apenas empezaba y la sangre ya recorría las manos de los que en un futuro serían los vencedores, los humanos, estos se dedicaban a matar a los seres mitológicos cada vez que podían y el mejor equipo era dirigido por la más sanguinaria de todos, la princesa de los seres humanos, una joven de tan solo 19 años de edad , a la cual desde los 5 años su padre la había educado para matar sin piedad a sus enemigos( los seres mitológicos); algunos decían incluso que la belleza sobrenatural de esta princesa se podía comparar con lo despiadada que era con sus enemigos o como a ella le gustaba llamarlos "las sanguijuelas", ya que su cabello negro como la noche y su piel tan blanca le daban una belleza particular y la distinguía del resto de cualquier criatura.
Al terminar con la pequeña caza de sanguijuelas el equipo elite regreso al castillo humano a una hora razonable de la madrugada para poder descansar un poco y entregar el informe que les pedía el rey Angat, este era el rey de los seres humanos y por consiguiente el padre de Aleixka, nadie sabía de donde provenía el nombre del rey, sin embargo mucha gente rumoraba que nadie podía ponerle ese nombre a sus hijos debido a que si lo hacían una maldición caería en ellos, en cambio otros decían que ese nombre se lo había dado un demonio y que significaba cruel y sanguinario, lo cual no estaba lejos de lo que el rey era porque si su hija impartía el terror en el reino mitológico , el nombre del rey Angat no se podía nombrar en el reino enemigo.
Aleixka iba caminado por los pasillos del enorme castillo decorado algo a la antigua, con gigantescas cristalerías que siempre se encontraban cerradas por cortinas del mismo tamaño de color vino oscuro. En ella había todavía sangre fresca de los que se resistieron y por consecuencia tuvo que matarlos, a kilómetros se podía oler el aroma al triunfo, pero eso solo duro un rato porque de repente una pequeña cosa le llamo la atención , al voltear pudo apreciar la hora (7:10 am) , era perfecta , los niños y los jóvenes más prometedores habían entrado a clases , estas las impartía el castillo sin ningún costo alguno a las clases o castas más bajas del reino humano, a todos esos niños y jóvenes más prometedores e inteligentes que hubieran en todo el reino, en cambio en las clases altas, era solo para los que pudieran pagar su alto precio de las mismas.
Caminó directo al salón más cercano de todos y además el que le quedara de paso al despacho de su padre o como él prefiere que le digan "su majestad" para después dejar el informe en el mismo.
Entró sin previo aviso, lo cual hace que los pobres niños hagan una reverencia inmediata y saluden un "buenos días majestad"
- no es necesario-sonrió ante su pequeña incredulidad e inocencia, porque solo son niños de 8 a 10 años, estos no tienen maldad alguna, pero eso no les duraría mucho porque al cumplir los 14 años tendrán que demostrar sus capacidades en combate y si son elegidos, entonces tendrán que servir al ejercito real. En cambio la princesa no tuvo elección, toda su vida estuvo preparándose para matar a los seres mitológico , ella no tuvo un padre amoroso , si no uno con un carácter muy duro, el cual de pequeña la hacía temblar del terror al soló escuchar su voz ostentosa y subida de tono. Pero estos niños tienen para elegir, si querían servir al ejercito real o querían ser unos campesinos como la mayoría de las clases bajas, pero también en otro de los casos podrían ser algo mejor que esto.
El reino se dividía en 8 castas como las antiguas monarquías de hace más de 1,000 años, con la diferencia de que todos tenían ahora un propósito definido en los planes del reino, por ejemplo la casta 1 era la familia real, la 2 los gobernantes de cada estado, la 3 eran los del ejercito real, la 4 los comerciantes los principales fuentes de ingreso, la 5 los obreros, la 6 artistas menos reconocidos, la 7 los campesinos y la 8 los esclavos y rehenes, estas se habían establecido al finalizar la 4° guerra mundial.
- hola princesa -la maestra una señora de avanzada edad saludó con una firme sonrisa en su boca.
- hola a todos- Aleixka regreso la sonrisa - ¿Qué tema estaban viendo?-la princesa volteó a ver a los niños petrificados supuso que no podían responder, a lo mejor les había causado una buena impresión, pero aun así le interesaba saber qué tema estaban viendo en ese momento-¡hey, niños- les volvió a decir- ¿qué tema están viendo?
- 4°guerra mundial -uno de los niños que se encontraba en el rincón se digna a decir el tema visto.
- mmm... - Aleixka hizo una pausa- que bien, pero... ¿Cómo te llamas pequeño?
- Alex -comenta con temor -perdón-hace una pausa-Su majestad yo soy Alex de Barbaran - al mismo tiempo hace una reverencia ante la princesa, la cual ante los niños humanos es la persona más buena que existe.
- Que bien te han educado Alex, ¿dime que casta eres?-el pequeño parecía de una casta alta, pero no se podría saber si era hijo de un artista o de un comerciante, pero también tenía cara de ser sucesor de alguien de la realeza por sus modales pero nadie sabe, podría ser alguien menor y nadie podrá averiguarlo.
- soy... -de nuevo hace una pausa, sus nervios no lo dejan hablar con claridad- la casta número 6 su majestad.
- es impresionante
En realidad si era impresionante un niño con esa casta estando estudiando en el castillo esto debido a que la educación después de la guerra se volvió para los privilegiados,en efeecto si era algo magnifico e incomparable, la capacidad de ese niño debía ser algo superior al del resto, sus padres deberían estar orgullosos de él.