Vimos una película de terror al final, me recuerda a las innumerables bromas que hacían en el moñito a los niños que no habían visto película de terror y ya tenían una edad ‘apropiada’ —entre ocho y diez años— Se les encerraba en un cuatro y ponían una película, la mayoría salían corriendo antes de que fuera siquiera por la mitad.
Y claro, yo no me salve de esa broma-tradición.
Tengo el vago recuerdo de yo viendo Anabelle, y saliendo enmondado del cuarto hasta la casa de mi madre, contándole todo entre lágrimas y mocos, mi madre gritándole a Karen lo mal madre que era, Karen dando una bofetada, Joana grabando todo, Selena apoyando a mi madre en lo que ella describió como guerra, mi padre llegando del trabajo, Edo —La pareja de Karen— saliendo de su cuarto vestido de Superman calvo y con panza integrada.
¿Cómo terminó esto? Con la llegada de Cecilia vestida de monja, yo cagado... y Tatiana vestida con un vestido blanco sucio de sangre, en su mano arrastrando un pollo degollado, con un camino de sangre... Gritos no faltaron.
Sip, eso ocurrió en Halloween, mi primera experiencia de terror y mi primer trauma.
Volviendo a la película, me había perdido en recuerdos, no presté atención a partir de ⅔ de la película.
Cuando salimos tenía a Domingo pegado a mi brazo temblando.
¿Es la primera vez que ve una película de terror? No, no lo creo.... ¿o si?
"¿Qué tal la película?" Preguntó Alexa con una mirada que dejaba ver el miedo que sentía.
"Odio las películas de terror" Bramó Domingo, que ya no estaba pegado a mi, su rostro estaba... pálido.
"Tu opinión no cuenta"
"¡Yo también vi la película!"
"Pero dabas gritos taaaan exagerados que hasta me aburrió la película, tus gritos eran muy entretenidos, es una lastima que no pudiera grabarlos" Lamentó Mayo, desde hace un rato lo notaba incómodo, en especial al lado de Noah quien también se notaba incómodo, ¿Razones? Ni idea.
Y, lo preocupante desde hace más de tres horas, el silencio de Manuel, normalmente era parlanchín, y que estuviera tan callado, por tanto tiempo de alguna manera me pareció aterrador, un poco preocupado dejé que los demás de adelantarán.
Se me olvidó aclarar que Manuel iba tan perdido en sus pensamientos que estaba bastante alejado del grupo, ahora yo también lo estaba pero ellos estaban tan sumidos en su charla que no lo notaron.
Todos menos Mayo.
"¿Estás bien?"
Y ya comenzamos mal la conversación...
Cállate.
Pareció por fin salir de sus pensamientos, sobresaltado me miró, no le vio nada de vergüenza por unos segundos, momentos después de verme su rostro se tiñó de rosa bajo.... ¿Qué?
"¿Cómo?" Preguntó apartando la mirada.
Okey, estoy más perdido que mula en selva.
"¿Qué te tiene tan perdido? Ni siquiera te das cuenta de que te hablan" Traté de bromear, cosa que por si no saben soy mediocre.
"Una persona..." Comenzó, incómodo.
Auch... Lo miro confundido, un poco curioso y claramente escondiendo el pequeño daño que me había hecho esas dos palabras.
Menso.
"Oh.."
"¡No malinterpretes! Habló de mi padre" Explicó, apresurado.
Ayyyy, qué lindo, se preocupa por mi.
Abrí los ojos en signo de sorpresa, extrañamente me encontraba aliviado sin motivo alguno. Oh, tampoco note la tensión que se había formado hasta ese momento.
"¿Me contarás?" Dije en tipo broma.
Y no sabés bromear, tonto.
"Es... personal" Musitó, con ganas de huir.
Y si, no sé bromear, bueno, depende de la situación, a veces sé y otras veces no.
Sólo bromeo y sin querer complico todo.
"Era un broma" Terminé por confesar, claro que no le podía pedir que me dijera sobre lo que parecía un tema delicado.
Al final de cuántas solo íbamos al mismo instituto, pues ni compañeros somos, y tampoco es que lleváramos tanto tiempo siendo amigos ¿Cómo iba a ser confiado?
Pero aún así quieres saber ¿no?
Cuando dejé de vagabundear en mi mente, no sé cómo, bueno, en realidad si, íbamos a ir al primer piso del centro comercial e iba a bajar por la escalera electrónica, me enrede con mis propios pies y estaba por caerme ¿Qué pasó? Grité y solté una maldición atrayendo la atención de todos, el grupo de abajo, con los que había venido, miro de inmediato arriba y ¡Bom! no se cómo pero entre Noah y Mónica me atraparon, pero creo que termine dándome un cabezazo con alguno de allí, pues sentí el golpe y el dolor.
Me sentí pequeñito, no sabía qué hacer, mi corazón latía a mil de la vergüenza, mi rostro debía estar completamente rojo, sin mencionar que todos estaban en silencio, logré oír una risa que me inmediato fue apagada.
Prefiero las escenas de películas en donde la escena en vez ser cómica y graciosa es romántica.
Y eso de las caídas repentinamente románticas se ven en webcómic's no películas.
"¡Joder, te puedes quitar! ¡Pesas mucho, marrano!" Y con eso, ignorando unas cuantas cámaras que habían grabado el momento, con ayuda de Noah mis pat- piernas aterrizaron en el suelo, ya habíamos llegado al primer piso.
Si, todo ese silencio había durado lo que tarda una de estas escaleras en bajar.
Salí a toda velocidad del comercial, de seguro ya tenía un chichón, porque con la cabeza que me pegué parecía ser de acero.
Me giré y todos me miraban a excepción de las señoras que tenían niños pequeños que tenían la boca abierta y aún así seguían al pendiente de sus hijos que habían aprovechado para irse y de seguro robar dulces o juguetes.
Oh, vamos, no es tiempo de bromas.
En la escalera me encontré con Manuel que aún parecía en shock por lo que acababa de pasar, si supiera que antes parecía ser mi pasión andar golpeándome o cayéndome, tal vez esto me pasó por estos meses en los que ni el dedo pequeño de mi pie ha sufrido un golpe.
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Editado: 26.01.2022