Como llamita

Acá el que pierde sos vos, pensó ella… que nunca tuvo nada que perder solo que dar. Así sucede cuando no se mide…cuando uno se entrega como llamita que arde y se consume. Mejor arder y consumirse que no explotar, volvió a pensar…Quedarse ahí, a medias…”a penas” encendida…eso no es para ella. 

—Vos sos muy sentimental —le dijo él— Muy sensible…cualquier cosa que haga te va a lastimar. 

No hay nada más desparejo pensó ella…pero no lo dijo… siempre piensa tantas cosas que se guarda.

¿Cosas? si, cosas que solo le importan a ella y por eso las guarda.  

En definitiva, se siente tonta… y le gusta ser sentimental aunque eso la haga ser más débil. Le gusta porque siente… con ganas, exagerado, siente más…eso es algo que no  todos pueden…

Sentir así…Querer arder como llamita siempre. 

—Yo estoy intentando. Pero no me sale. Si no puedo te lo digo. —dijo él. 

¿Poder? el poder está en uno…bien adentro…poder se puede lo que se quiere…escalar montañas, subir al cielo, escribir canciones… y también arder como llamita. Si él quisiera puede. Pero no quiere. 

Todo esto pensó ella. Pero no lo dijo.