Algo diferente para navidad

Capítulo 7. Es una navidad para recordar

En punto de las 7 de la mañana empiezo mi plan para tener una navidad perfecta.

Bajo las escaleras ya arreglado, me dirijo a la cocina y aun no veo a nadie despierto que ya allá venido a hacer su desayuno.

Llamo a las personas que nos ayudan en la casa, para decirles que mi madre a decidido darles el día —solo espero que ella entienda lo que estoy haciendo. Pienso.

Tomo los canastos de comida que prepare, los voy sacando como puedo para subirlos a la camioneta que rente para poder desplazarme y no levantar sospechas.

Cuando doy la ultima vuelta, veo a mi madre que baja las escaleras, aun me faltan 15 canastas por sacar, e inmediato corro a ella.

—Madre, feliz vísperas de navidad —sonrió un poco nerviosa.

—Si hija, dime ¿Qué haces despierta tan temprano? —pregunta tratando de quitarme de su camino.

—Tienes una enorme espinilla en la frente.

Su cara, que es absoluta vanidad en ella, se tensa.

—¿Dónde?

Tomo su mano, escojo un dedo y se lo pego en la frente —ve así al baño y lo veras.

Inmediato sin mas que decir, sube las escaleras de regreso y yo me escabullo a la cocina.

Cargo de a 5 paquetes con despensa, antes de que mi madre note que le mente, salgo con las ultimas cajas en mano, me subo a la camioneta y arrancamos hasta el primer refugio.

***

Cuando la camioneta se estaciona, me percato que esta entrando un camión grande al refugio.

—Nos ganaron los Smith. —comenta el chofer.

—¿Smith?

—Si, ellos cada 24 de diciembre vienen a llenar de alegría este lugar.

—Pero yo ya había quedado con la persona encargada que haría esto.

Enfurecida bajo del carro, cruzo la avenida.

Cuando llego a la entrada, veo a Dylan junto a su familia cantando una canción navideña.

Desde la entrada los veo cruzada de brazos, cuando veo pasar a la encargada.

—Disculpe. —camino detrás de ella.

—Clara, ¿qué haces?

—Ya había quedado que traería despensa y una cena.

—¡Oh, cariño! —me toma por los hombros —recibí una llamada a nombre tuyo donde cancelabas esto.

—¿Quién le llamo?

—Tu mamá lo hizo ayer en la noche.

Esa mujer. —pienso.

—Bueno tal parece que habrá dos cenas navideñas en cada casa de refugio. —extiendo mis brazos de felicidad.

<<Mi madre no ganara esta batalla>>




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