Algo inesperado.

Capítulo 4. Devuelta a la juagada.

Han pasado casi tres años desde que ella se marchó de nuestras vidas, de que ya no esté con nosotros, ni de yo tenerla entre mis brazos por las noches, hace tiempo que deje de ver esa bella sonrisa que iluminaba su rostro, sentir la calidez de su cuerpo alrededor del mío. Tan solo basto un minuto para perderla, Karla no merecía acabar de esa manera, no con la maldita vida de mierda que nos tocó vivir, ella merecía más, incluso más de lo que yo le podía dar, joder, merecía el puto cielo, fui un cabron con ella cuando más me necesitaba, y todo por mis malditos celos, me cegó la rabia al saber que su padre la separaría de mi para mandarla con un bastardo millonario, maldito su padre drogadicto al crak. No me sorprendería que el mal nacido ya estuviera bajo tierra, el merece más que eso, merece el infierno.

 Cada noche desde que ella murió, tengo esa maldita imagen grabada en mi cabeza, el encontrarla a ella en el suelo frio alrededor de un charco de sangre con los pómulos golpeados, cada noche de lamentarme y de pensar, que si yo no hubiera ido a esa maldita fiesta ella estaría a mi lado, pero no, las cosas no fueron de esa manera. Ella ya no está aquí, y jamás regresara.

 

--James james, joder tío despierta—sentí un ligero movimiento, sin embargo no podía despertar, no podía dejarla, necesitaba estar con ella.

 

--Joder james reacciona —Oí la voz lejana de Artur.

 

Sin embargo no tardo mucho, cuando sentí un ligero tirón en mi brazo, haciéndome reaccionar de aquella pesadilla, no podía describir la emoción que atravesaba en ese instante, por no mencionar que mi cuerpo estaba lleno de una ligera capa de sudor, repase de manera rápida la habitación donde me encontraba, tal parece que no resultaba ser la mía, ni siquiera sabía cómo cojones había llegado hasta aquí, ni mucho menos por qué la seriedad de Arthur y Damon. 

--Pero qué mierda te sucede a ti, es que acaso quieres terminar como la última vez—Dice Damon en tono amenazante.—Bastante ya hemos tenido de tu maldita mierda, no es justo ni para el a ni para ti.

 

El escuchar mencionarla, me hace ponerme como loco, nadie puede si quiera pensar lo difícil que es sentirse un miserable. Camino rápidamente hacia él, tomándolo del cuello me sorprende la manera en que camino, tal parece que la borrachera de anoche no surtió tanto efecto.

--Tuu!!!  No tienes el minimo derecho de siquiera mencionarla, joder, nadie lo tiene, vete y dejame hundirme en mi mierda—su cara no refleja ninguna emoción, tal pareciera que ya esta acostumbrado a esto.

 

--No, no vengas con esa mierda james, ya es momento de que reacciones—Retira con dureza mi mano—Ha pasado mucho tiempo, ya estamos hartos de tus malditas acciones sin sentido, tus malditas borracheras no solucionaran nada, ella ya no está, entiéndelo, y jamás va a volver.

 

--No!! Tu no entiendes, no sabes lo que fue perderla, fue mi maldita culpa, fui un maldito cabron con ella, y que paso?—suelto una risa amarga—ya no está, se ha ido, ella era la única que podía mantener mi cordura a flote.

 

Damon que al momento se había mantenido al margen, o por lo menos es el que menos se   mete en nuestros asuntos a menos que sea de suma importancia, parece que esta vez jodi su paciencia, pues su expresión es de decepción.

 

--Ya no te reconocemos, te dejamos lidiar con ello estos años, no nos metimos y respetamos cada decisión que has tomado hasta el momento—se pasa la mano por el pelo, y sé que eso significa que esta desesperado—pero ya no es suficiente, Tienes razón, no comprendemos el dolor que sentiste al perderla, pero de lo que si estoy seguro es que ella no querría que acabaras de esta manera, si quieres hacer algo bueno por todos, es mejor que empieces a cambiar.

 

--Es cierto, es el comienzo de algo nuevo, no te estamos pidiendo que la olvides por completo, claramente el recuerdo de ella vivirá por siempre, pero por lo menos cumple la última promesa que le hiciste—Esta vez no tengo palabras para esta situación, quizá Arthur tenga razón esta vez.

 

--No es un ultimátum a esto, simplemente piénsalo, la semana que vine comenzaremos con nuevo ciclo escolar y por el bien de todos espero te mantengas sobria esta vez—Recalca Damon con cansancio.

 

--Y ve y dúchate, apestas hermano—Señala Arthur—Saldremos dentro de media hora,--y antes de que salieran por la puerta Damon hace un pequeño ademan hacia una bragas en el piso.



#40333 en Novela romántica

En el texto hay: traicion, amor, amistad

Editado: 04.10.2019

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