Despúes de tener el dia más largo de mi vida en el instituto, iba llegando a mi casa, furiosa, por lo que me dijo la estupida de Alejandra, -No puedo creer como lo defendio.- no parada de decirme en mis pensamientos.
Al llegar a mi casa estrellé la puerta por la rabia que tenia, cuando pude llegar a la sala me encontre con mi mamá.
-Y ahora que paso?. -Dijo mirandome fijamente y con voz firme.
-Ay mamá! tengo rabia, al parecer una compañera que no me cae nada bien le gusta Zac.
-Y que pretendes hacer. -Dijo mi madre, cabe resaltar que ella sabia bien que paso con Zac y se burlo de el conmigo, es mi mamá que más pueden esperar.
-No sé aún, pero sabes que no permitire que se metan con lo que desecho, asi que inventate algo para que me ayudes.
Mi mamá rapidamente me dio la mejor idea de todas. El plan era que ella lo llamará y lo invitara a comer y al finalizar la comida yo me le acercara y le pidiera "disculpas" por todo lo que paso -obviamente no me interesa su perdón- y tratar de volverme acercar a él para que Alejandra notara que el podria ser mio cuando quisiera.
Hasta que me aburra de el de nuevo y lo deseche de nuevo, se suponia que mi mamá lo llama mañana, espero que todo salga bien.
Como me cae Alejandra de mal no permitire que nadie se le acerque si no es para lastimarla, si pude con el ex puedo hacerlo de nuevo.
Recuerdo perfectamente todo lo que le dije a la señora Camila -Mamá de Leonardo el ex de Alejandra- para que terminaran de una vez por todas, menos mal que ella jamás se enterara que yo fui la culpable del odio de la familia de Leonardo hacia ella.