¿alguna vez deseaste morir?

Felicidad perdida

- El chico es bastante complicado no creo que logre convencerlo – digo mientras me tumbo en la cama

- Ally eres talentosa pero te falta carácter – me contesta  mi madre – deberías intentar de ponerte más ruda con el

- No es fácil mamá, tengo que dormir hoy ha sido un dio bastante cansado, realmente odio manejar y más doce horas seguidas

- Lo entiendo descansa, mañana iré a ver a los niños

Con eso se termina la llamada telefónica, después de hablar un largo tiempo con Allen no logre convencerlo pensé en irme a casa pero no me rendiré tan fácil realmente necesito el dinero por conseguir el contrato de todas formas mis hijos y Martha ya estaban informados que estaría fuera por una semana. Conseguí quedarme en un pequeño hotel que estaba en un pequeño pueblo cerca de la Cordillera Sawatch.

Tal vez mi madre tenga razón y no tenga el suficiente carácter que se necesita para el trabajo nunca había tenido que hacer esto antes yo solo me encargaba de cuidar de los niños pero con la muerte Adam tuve que hacer cosas que nunca me imaginé hacer, sin importar que lograre esto lograre regresar a casa con el contrato firmado.

A la mañana siguiente me levante a las 7:30 y fui directamente a la cafetería en la que trabaja Allen el recorrido en auto no era más de media hora antes de llegar sonó mi teléfono era Martha.

- Mamá hoy Martha nos llevara al parque dijo que puedo llevar también al señor Told también haremos un picnic– sonrió al reconocer la voz

- ¿Enserio? Eso es suena bastante divertido ¿y porque estas despierto tan temprano? – del otro lado del teléfono solo escucho una pequeña risa

- ¿Qué hiciste Alan? – pregunto con un tono autoritario

- Nada – me dice con una sonrisa picara

- Señora no tiene de que preocuparse Alan iba hacerle una broma a Romina pero no hizo nada – me contestas Martha la cual ya tiene el teléfono con ella

- Por favor vigílalos mucho, en estos días mi madre va a ir a la casa

- Está bien señora

-Tengo que colgar diles a mis hijos que los amo – menciono cuando noto que ya casi llego a la cafetería

Al bajar del coche me vuelvo a maldecir al notar que traje conmigo solo ropa “elegante” y tacones si no logro convencer a este chico tendré que comprarme ropa más cómoda.

Cuando entro a la cafetería noto que está más vacía que el día de ayer solo hay tres personas en todo el lugar, busco con la mirada a Allen pero no logro encontrarlo.

- Tuvo que salir regresara en unos minutos – me dice un señor de edad mayor apuesto que estaba en sus 60

- ¿Cómo sabe que lo buscaba? – pregunto mientras me siento en una de las mesas

-Si me permite porque no se sienta mejor aquí – me enseña una mesa que está cerca de la ventana – la vista es realmente hermosa

Me dirijo a la mesa que él me enseño y no se equivocaba desde esta ventana la vista de las colinas y los arboles era más bella.

- Le traeré un café – me dice pero antes de que se vaya lo detengo

- Aún no ha contestado mi pregunta ¿Cómo sabe que buscaba a Allen?

-Muchas persona han venido a verlo para que venda su terreno pero solo la empresa Forest ha insistido más que los otras empresas – dice antes de retirarse no tardó mucho en traer mi café

Hace mucho que no hacia esto, disfrutar de un café últimamente solo tomaba café para mantenerme despierta y había olvida olvidado el sabor tan exquisito que este tenía.

- Por eso decidí poner la cafetería en un lugar tan alejado por la vista tan hermosa que se puede apreciar, creo que este es un pequeño placer que nos da la vida es magnífico vivir aquí – escucho que alguien me lo dice detrás de mí y no hace falta que volteé para saber que es Allen se vuelve a sentar delante y como es costumbre me vuelve a sonreír

- Es difícil vivir en un lugar así las cosas necesarias no están a tu alcance

- ¿Cómo qué? – pregunta mientras recuesta su cabeza en su mano derecha como un niño pequeño que está apunto de escuchar su cuento favorito

-Hospitales, la señal de teléfono empieza a fallar aquí, no hay comida que ofrecen otros lugares eso sin mencionar lo difícil que es caminar aquí – digo recordando lo difícil que me es caminar con los tacones

-¿Quién te dijo que todo eso es necesario? – me dice mientras se recarga en su asiento – lo que me dices en lugar de explicaciones parecen excusas

- ¿Por qué quieres vivir aquí? – no sé cómo convencerlo pero hare todo a mi alcance para lograrlo – eres joven deberías ir a un lugar más moderno con nuevas oportunidades

- No tienes buenos argumentos para convencerme las personas que vinieron antes que tú sí que tenían buenos argumentos muchos de ellos casi me convencen – dice mientras se levanta – no es necesario que pagues por el café

- Espera – le detengo antes de que se vaya – tienes razón no tengo carácter no sé cómo convencer a la gente, no sé cómo dar buenos argumentos y no sé cómo convencerte pero realmente necesito que me des este contrato por favor

- ¿Sabes qué? Esta vez yo te convenceré de que no vale la pena construir un hotel en mi terreno te mostrare porque este lugar es mejor que tu ciudad – me dice con un tono brusco

- ¿de que estas hablando?

- Mañana a las 7 paso por ti al hotel – dice antes de irse

Y me quedo ahí parada tratando de asimilar lo que está pasando

- ¿Segura que tú eres la adulta? – me dice un niño que está a lado de mi

****

6:55 am y me encuentro afuera del hotel esperando a Allen apenas es sol está intentando salir y no hay nadie afuera en este pueblo más que yo de pronto escucho pasos que se aproximan a mí.

- Gracias por tu puntualidad – me dice antes de extender su mano hacia mí, que pasa ¿quiere que le de mi mano? – las llaves del coche

- ¿para que las quieres?

- No sabes a donde vamos – me lo pienso un momento ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué acepte venir con este chico? Esto fácilmente podría malinterpretarse como una aventura  - no te matare si eso es lo que te preocupa




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