Tick tock
Era el sonido que lograba escuchar a lo lejos. Realmente quiero abrir los ojos pero por más que me esfuerce no logro conseguirlo.
- No importa como lo hagas no tiene que darse cuenta – escucho la voz de lo que parece ser una mujer
Realmente tengo que abrir los ojos debo abrirlos.
Cuando por fin logro abrir mis ojos veo que estoy en una cabaña los muebles que hay en este lugar son bastante rústicos me gustan la decoración me recuerda a la casa de mi abuelo. Trato de levantarme y cuando por fin lo consigo me dirijo al espejo, recuerdo haberme caído de la colina pero después no consigo recordar que paso después. Mi reflejo está bien ¡Mi reflejo realmente está bien! No soy experta es estos temas pero debería haber tenido golpes en mi rostro o como mínimo dolor en mi cuerpo, pero realmente me siento bien.
- ¿Tan rápido has despertado? – escucho la voz de Allen que más que sorprendido suena preocupado
- Supongo que si ¿Qué fue lo que paso? – me siento en la cama esperando la respuesta a mi pregunta
- Te has caído - dice sentándose a lado mío - pero descuida no ha sido nada grave
- Recuerdo haber caído de una altura alta y sentir varios golpes en …
- Tal vez solo te has asustado demasiado – menciona mientras se rasca su cabeza - no te caíste de una altura tan alta ni siquiera te golpeaste probablemente te desmayaste por la impresión
- ¿Quién me cambio de ropa? – pregunto al notar que lo que traigo puesto no era mío, pero que despistada al no notar lo de la ropa tenía que haberlo notar desde antes esta ropa es varias tallas más grande que la mía
- No fui yo si eso te preocupa – dice levantando sus manos al aire fingiendo hacer un pequeño escudo con sus manos – fue una vecina
- ¿una vecina? – digo con una ceja levantada
- Si una vecina – dice tartamudeando – la esposa del señor Roberto la persona que trabaja conmigo en la cafetería cuando caíste tu ropa se ensucio bastante
Y con eso confirmo mis sospechas que Roberto efectivamente es el señor que me recibió el otro día en la cafetería.
- Ya que estas despierta ¿no quieres desayunar? – se levanta de la cama y se dirige a la cocina
- ¿no iras a la cafetería? – pregunto mientras lo sigo
- Roberto se hará cargo de todo además hay tres baristas mas que pueden llevar muy bien el negocio por hoy – se coloca un mandil de cocina – siéntate que eres mi invitada y yo preparare el desayuno
- ¿La ropa es tuya? – pregunto mientras me siento en la mesa
- No había muchas opciones para ponerte solo que quisieras ponerte un poco de ropa de anciana – dice mientras ríe
- Tal vez la ropa de anciana no se me vea tan mal – lo que me hace recordar a mi mama y los niños deben de estar preocupados porque no les llame ayer lo que me hace maldecir al recordar que deje mi celular en el auto - ¿tienes un teléfono?
- La verdad no aquí no llega la señal – dice mientras pone una taza de café enfrente mío
- Realmente necesito llamar a mis hijos – digo mientras jugueteo con la taza de café
- Podrás hacerlo después de desayunar
El desayuno fue bastante tranquilo solo hablábamos de cosas triviales, cuando terminamos me ofrecí para lavar los platos pero el rechazo mi oferta.
- Aquí está tu ropa ya la he lavado te dejo que te cambies – dice Allen antes de salir de la habitación
No sé porque pero desde esta mañana me he sentido bastante rara es como esa sensación que sientes cuando algo aparenta estar bien pero en realidad está mal probablemente me sienta así por lo de ayer tal vez Allen tenga razón y exagere las cosas.
Cuando salgo de la cabaña veo a Allen quien está jugando con un labrador negro, recuerdo que cuando nació Romi Adam y yo compramos un labrador café, por primera vez me tomo el tiempo para ver a Allen lleva unos jeans azules con una playera blanca y una chamarra negra. Su piel es blanca, cabello es castaño y unos hermosos grises eso sin mencionar el hoyuelo que se le forma en su mejilla derecha debe ser todo un rompe corazones por aquí.
- ¿Lista? – veo que Allen se coloca delante poniendo sus manos en los bolsillos de su chamarra
- Lista – le contesto con una sonrisa
Empezamos a caminar y me dejo maravillar nuevamente por la naturaleza, la cabaña que supongo es de Allen estaba en medio del bosque por lo que creo que deberías caminar bastante para llegar a la “civilización”
- ¿el perro era tuyo? – pregunto al notar el silencioso que inunda el recorrido y lo preocupado que se ve Allen en este recorrido
- Pertenece a Rogelio y su esposa – dice sin despegar su vista del camino
- Yo solía tener un labrador mi hija estaba maravillada con el – digo mientras trato de seguirle el paso – pero un día enfermo y murió estaba enfermo del corazón
- A veces hay cosas injustas – dice deteniéndose en un pequeño camino que llevaba debajo de la colina – iremos por aquí
- ¿Qué no se supone que deberíamos subir y no bajar?
- Tenemos que regresar por tu auto y no quiero arriesgarme a ir por arriba ahí las piedras están más sueltas y no quiero que vuelva a pasar lo de ayer – por un momento me había olvidado del auto realmente no sé dónde tengo la cabeza
La caminata después de eso volvió a caer en un silencioso total lo que me hizo percatarme que ya llevamos como 20 minutos caminata y aun no me ha dolido mi tobillo lo cual es bastante raro. Pero dejo de tomarle importancia cuando noto que volvimos a llegar a la laguna que Allen me enseño ayer.
- ¿Qué hacemos aquí? – pregunto mientras miro a Allen
- Realmente lo siento despertaste demasiado rápido y por más que me esforcé no pude encontrar otra manera – dice mientras toca mi pecho cerca de mi cuello y hace presión en el
- ¿estabas tratando de desmayarme? – digo mientras me alejo instantáneamente al recordar en una ocasión que vi en la televisión que de esta manera se podría provocar un desmayo natural en las personas
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Editado: 24.05.2021