No sé qué hacer me siento como una idiota.
Llevo casi una hora afuera de la cafetería y aun no salgo del coche. ¿Por qué siento miedo de bajar y entrar a la cafetería? Debería tener determinación y exigir que me explique lo que paso pero ni siquiera sé que es lo que quiero que me diga ¿debería rendirme olvidar lo que paso y regresar a casa sin un contrato firmado? ¿O debería entrar a la cafetería y obligarlo a firmar el contrato y que me dé una buena explicación de lo que paso ayer?
- ¿Por qué esto están difícil? Me siento como una adolescente que no sabe lo que quiere – recargo mi cabeza contra el volante esperando que una respuesta mágica llegue a mí ya sea para mi mala o buena fortuna
Después de un largo tiempo en el auto tratando de debatir si realmente quiero una respuesta de lo que paso ayer decidí que solo seguiré el plan inicial conseguir el contrato y largarme de aquí.
Bajo del auto y durante mi recorrido a la cafetería viene a mi mente una pregunta ¿y si es un asesino serial? Los asesinos seriales fácilmente son confundidos con ser buenas personas y encantadores.
Desecho esa idea tan rápido como llega a mi cabeza porque quiero evitar sentirme demasiado presionada o estresada.
Cuando entro a la cafetería me sorprendo al ver lo llena que esta.
- Creí que nunca se bajaría de su coche – escucho decir al señor Roberto aproximándose hacia mí – hoy la cafería está llena pero he guardado una mesa para usted
El señor Roberto me dirige a una mesa que tiene una vista estupenda a un patio que tiene la cafetería en la parte de atrás. En el patio al igual que en la cafetería hay demasiadas personas pero con la excepción que ellas no beben café están bebiendo alcohol
- Hoy hay luna llena y la vista del cielo desde esta parte de la colina es hermosa – dice Roberto tomando asiento enfrente mío – los abuelos de Allen crearon esta tradición con los habitantes del pueblo subir a la colina y poder deleitarse de esta bella vista en días como este es que la cafería hace una excepción y no solo sirve café o alcohol
- ¿desde cuando llego tanta gente? – pregunto mirando hacia una joven pareja
- Después de que usted llegara, dudo que se haya percatado que el estacionamiento de la cafetería estaba lleno – y no se equivocaba estaba tan sumergida en mis pensamientos que ignore por un instante todo mi alrededor
- Me temo que en los últimos días he estado demasiado distraída - el señor Roberto solo me da una cálida sonrisa
- En ocasiones debemos olvidarnos un poco del tiempo y el lugar en el que estamos y concentrarnos más en lo que sucede aquí – dice mientras señala su cabeza – estuve a punto de ir a verla y decirle que baje por un café pero Allen me detuvo y dijo que usted tenía mucho en que pensar
- ¿Dónde está? – trato de buscar con la mirada a Allen pero no logro encontrarlo
- Debe estar afuera – el señor Roberto se levanta de su silla y dirige su mirada hacia mí - ¿alcohol o café?
- Alcohol – digo pensando en que necesitare un poco de ayuda para hablar con Allen y que mejor que el alcohol
- Preparare una orden especial para usted – y con eso el señor Roberto desaparece de mi vista
Llevo bastante tiempo esperando ver a Allen ya ni siquiera sé cuántos vasos de alcohol llevo. Tal vez debería irme y volver mañana. Le digo a uno de los meseros que tome mi cuenta para después salir afuera. El señor Roberto tenía razón el cielo nocturno decorado con la luna realmente se ve hermoso desde aquí.
Subo a mi coche y antes de que logre encender el auto mi celular suena siendo iluminada la pantalla con el nombre de Martha.
- ¿ha pasado algo? – pregunto al notar que son las 23:54 y los niños se duermen exactamente a las 21:00
- No para nada – escucho la respiración de Martha al otro lado de la línea – bueno si los niños han estado bastante tristes porque no les ha marcado en dos días en especial Alan ellos han intentado marcarle pero lo he impedido por podría estar demasiado ocupada
Me olvide de nuevo de marcar para hablar con Alan aún no sé cuál era la buena noticia que tenía que decirme.
- Les marcare mañana por la tarde – digo antes de colgar
Como pude olvidarme de marcar para hablar con mis niños.
- No soy una buena madre – recargo mi cabeza contra el volante. Porque nada me sale bien en los últimos días ya ni siquiera me puedo acordar de marcarles a mis hijos
De nuevo me sumergí en mis pensamientos cuando de pronto escucho que alguien toca la ventana del auto cuando giro mi cabeza para ver quien es un Allen preocupado aparece ante mí.
Me debato unos segundos si bajar o no bajar la ventanilla.
- Pensé que ya te habías ido – escucho a Allen decir mientras se baja por completo la ventana - bebiste no puedes conducir en ese estado
¿Acaso está preocupado por mí?
- No te preocupes siempre he tolerado bastante bien el alcohol – digo subiendo la ventanilla del auto pero antes de que pueda subir por completo Allen puso su mano en ella para evitar que subiera por completo.
- No puedes irte aun antes deberías ver la película
- ¿La película?
- Si – abre la puerta del auto y me extiende su mano – el primer día de luna llena de cada mes la gente del pueblo sube para ver la luna y una película muda generalmente
Miro su mano pensando si debería o no tomarla.
- Sé que tienes muchas dudas por lo que paso ayer pero te juro que no soy una mala persona – me mira directo a mis ojos y estaría mintiendo totalmente si digo que no quiero bajar
- No me gustan las películas mudas – digo tomando su mano y la sonrisa a la que ya estoy tan acostumbrada se apodera su rostro
- Eso es una lástima porque hoy habrá una película de Chaplin
Cuando finalmente estoy fuera del auto y me dirijo al café dejando atrás a Allen ciento que alguien tomo mi mano deteniendo mi recorrido
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Editado: 24.05.2021