Oportunidad renovada

Jueves por la mañana, extrañaba estar en casa.

- ¿Por qué no me dijiste que ya venias? – escucho a Alan decirme a lado mío

- Era una sorpresa – digo mientras hago manos de jazz a lo que Alan solo contesto con una sonrisa

- Estoy realmente feliz de que llegaras antes – contesta Romi

- Yo  también estoy realmente feliz de estar de nuevo aquí – digo con una sonrisa – Martha si te parece hoy en la noche puedes volver a casa

- Me parece bien – dice Martha bebiendo una taza de café

- La señora Kathy venía a vernos con frecuencia

Situación que no me extraña la señora Kathy es la madre de Martha ella era la que cuidaba a los niños hasta que empezó a enfermarse constantemente además de que ella y yo somos prácticamente vecinas.

Al terminar de desayunar dejo que Martha deje a los niños en la escuela y yo me dirijo al trabajo.

- Gloria – digo tocando encima de su escritorio - ¿todo ha estado en orden?

- Licenciada Dábalos – exclama sorprendida – se suponía que llegaría mañana

- Vamos a la oficina

- El licenciado Jones llego ayer por la tarde consiguió traer el contrato firmado – seguramente se la pasara restregándome en la cara que él consiguió el contrato todo lo contrario que me paso a mí - ¿usted lo ha conseguido? Supongo que si por eso ha llegado antes – dice Gloria con una sonrisa

- No lo conseguí Gloria – digo mientras me dirijo a mi escritorio para sentarme – tal vez nunca debí salir del área de archivos – me paso las manos por mi cara con desesperación

- Licenciada Dábalos gracias a usted ambas salimos del área de archivos – dirijo mi vista hacia Gloria – nos falta mucho que aprender pero no podemos rendirnos

- Creo que estamos tan acostumbradas a estar abajo que ahora nos cuenta estar arriba – menciono mientras me levanto para dirigirme a la gran ventana detrás de mí.

- Literalmente antes estábamos en el piso dos ahora estamos en el pido nueve – ante ese comentario ambas reímos. Gloria es lo más cercano que tengo a una amiga, nuestra diferencia de edad no es mucha ella es menor que yo por dos años pero a diferencia de mi ella no está casada

- Licenciada Dábalos – escucho unos golpes en la puerta antes de ser abierta - El señor Williams quiere verla - dice María la secretaria de Marco

Voy de camino a la oficina de Marco a aceptar la derrota cuando entro a su oficina no me sorprende ver a Jones sentado frente a Marco con una sonrisa triunfante.

- Tome asiento Licenciada Dábalos – me siento en la silla de al lado de la de Jones al escuchar las palabras de Marco – hare esto rápido – exclama mientras extiende unos papeles hacia Jones - creo que es evidente quien tiene el puesto en el equipo de planeación

- Es un honor pertenecer a su equipo señor Williams – Jones realmente está disfrutando del momento con esa sonrisa tan arrogante

- Felicidades licenciado Jones – digo mientras aplaudo a lo que Marco hace lo mismo

- Gracias Dábalos veras que pronto lograras tener el talento suficiente para conseguir un puesto como el mío – realmente en mi está naciendo unas ganas inmensas de matarlo

- Licenciado Jones por favor retírese mi secretaria le dará las indicaciones suficientes para que disponga de su nuevo puesto y oficina – dice Marco levantándose de su asiento y cuando Jones por fin sale de la oficina Marco se sienta en la silla en la que se encontraba “el señor cara sonriente”

- Entiendo que estés enojada Ally – ¿enojada? Sería más fácil si supiera como me siento – convencer a ese chico es realmente difícil a diferencia de ti Jones prácticamente tenía el contrato ganado solo faltaba la formalidad por decirlo de esa manera

- Realmente creo que nunca nos dará el contrato – digo recordando lo que sucedió con Allen en la laguna

- Al igual que tu yo fui a ver a ese chico – contesta a mi comentario Marco – por poco me saca de mis cabales

- Tal vez deberíamos dejar de intentar conseguir ese contrato – dije en un leve susurro

- Tal vez deberíamos – dice Marco levantándose de su silla – pero al igual que tu yo solo sigo ordenes, al parecer la empresa quiere construir un hotel en esa zona

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Hoy realmente ha sido un día cansado es increíble todo el trabajo que tengo que hacer no importa cuando haya adelantado antes de irme el trabajo volvió a juntarse lo mejor sería que me lleve un poco para poder adelantarlo.

- Disculpe – escucho a Gloria entrar a mi oficina – la secretaria del licenciado Jones quiero confirmar si ira a la fiesta de celebración de esta noche

- ¿Jones hará una fiesta de celebración por conseguir un nuevo puesto? – pregunto mientras guardo mis cosas

- Así parece – contesta Gloria

- No voy a ir quiero llegar temprano a casa con un poco de suerte los niños estarán despiertos – camino con dirección a la puerta peo ante de que logre salir me volteo - ¿quieres que te lleve a casa? O acaso ¿iras a la fiesta?

- Realmente no quiero molestarla

- ¿estas segura? – insisto – esta mañana escuche que tu coche está en el taller

- Está bien iré por mis cosas – contesta Gloria después de pensarse un rato mi propuesta

En el coche ambas guardamos un largo silencio que empieza a sentirse incómodo.

- ¿Cómo han estado los niños? – pregunta Gloria tratando de romper aquel silencio

- Creciendo – contesto con un suspiro – la semana pasada tuve que comprarle ropa nueva a Alan, a veces pienso que crecen bastante rápido y de Romina que te puedo decir que no se resuma en la palabra pubertad

- Recuerdo los dolores de cabeza que le di a mi madre en esa etapa – dice Gloria mirando por la ventana como si estuviera tratando de recordar esa época

- Gloria ¿puedo hacerte una pregunta? – digo mientras me detengo en un semáforo en rojo a lo que ella solo asiente

- ¿Por qué siempre me llamas de usted? – suelto por fin esa pregunta que me a aquejado desde hace ya bastante tiempo – no es como si nuestra diferencia de edad fuera mucha y además casi las dos entramos al mismo tiempo a trabajar a la empresa ni siquiera tienes que guardarme respeto por derecho de antigüedad