Alice

Capítulo 1

Las gotas de lluvia resbalaban a través de la ventana de mi auto captando mi total atención, trataba de mantenerme tranquilo aún con Jennifer gritando en el asiento del copiloto, hace ya un par de minutos que había dejado de escucharle, siempre me reclamaba lo mismo, sus celos eran increíbles y al parecer todo lo que hacía le causaba algún tipo de disgusto, ya estaba harto de escucharla a diario quejándose de mi.

-¿Sabes qué Cameron? Tu y yo terminamos- fueron las palabras que escuché y me hicieron enfocarme en ella.

-¿Qué has dicho?- pregunté, tal vez mi mente me había pasado una mala jugada y había oído mal.

-Ya me oíste, tú y yo ya no somos nada, estoy harta de ti, de lo infantil que eres, de que siempre me ignores, de tus amigos ¡De que seas tan mujeriego, de todo!- comenzó a golpear mi pecho con sus manos, las cuales sostuve de las muñecas.

-¿Cuando rayos yo te he ignorado? ¿Cuando maldita sea he sido un mujeriego? ¡Respóndeme!- me dolió que dijera aquello de mi, cuando yo nunca lo había sido, siempre le había dado su lugar, habían varias chicas que se me insinuaban pero siempre les dejaba muy en claro que yo tenía novia y nunca le sería infiel, sin embargo ellas siempre decían las cosas de manera que pareciese que yo era un idiota, Jennifer siempre creía todo lo que escuchaba y yo tenía que demostrarle que lo que habían dicho aquellas chicas eran unas completas mentiras, había desmentido a varias de forma pública pero aún así Jennifer seguía dudando de mi palabra.

-¡Pues aunque no lo hicieras, ya no te amo! - grito casi como un chillido, seguramente su garganta se lastimó con lo agudo de su quejido- creo que nunca te amé, solo, no se, realmente no sé, creo que me sentía aceptada por los demás al estar contigo, pero es que yo nunca quise ser tu novia, nunca quise esto, todo se acabó.

Eso había dolido, había dolido y mucho, yo tampoco le amaba, lo hice en su momento pero desde hace varios meses hacia acá lo había dejado de hacer, su frialdad, su soberbia, sus celos, simplemente ella me había hecho dejar de amarla, pero aún así dolía por qué yo realmente le apreciaba y quería, nunca le habría dicho algo que le lastimará, al parecer a ella no le importaba joderme, herirme... Bien dicen que el león cree que todos son de su condición y yo en esta ocasión había sido el león.

Le solté las muñecas y una carcajada sin chiste salió de mi boca. Esta vez sí me sentía herido.

-Lo siento Cameron, no me busques por favor- dijo antes de abrir la puerta del auto y sacar de su bolso negro un pequeño paraguas color azul celeste al igual que sus ojos, cerró la puerta y camino por la acera, mientras le veía cada vez alejarse más y más entre la lluvia, hasta solo ser una mancha borrosa y luego desaparecer.

Me sentí usado e impotente, estrelle el puño contra el volante, una tras otra vez hasta que mis nudillos tomaron un color rojo sangre y el dolor que sentía en la mano fuera mayor al que sentía en el alma. Saqué las llaves de mi bolsillo y me dispuse a encender el auto para largarme de una vez por todas de allí, cuando un sonido ensordecedor se escuchó por todos lados, un estallido, mis oídos zumbaban ligeramente, giré en dirección hacia el cristal de mi lado y enfoque a una chica que corría fuera de un callejón oscuro, llevaba puesto un abrigo por abajo de las rodillas y unos tenis blancos, su cabello castaño volaba en el aire y fluía entre el viento, se estaba empapando pero parecía no importarle, seguía corriendo, un par de segundos después un chico alto con facha de delincuente, y con un abrigo muy similar al de la chica salio corriendo tras de ella, fue cuestión de segundos para que la alcanzará y tomará del cabello atrayendola hacia el y luego arrastrandole por el suelo mientras ella trataba de safarse de su agarre, los gritos de la chica hacían eco en la calle vacía, no había nadie debido a la lluvia supongo.

Mi pulso aumento notablemente, de repente me faltó el aire y la adrenalina se incrementó dentro de mi. Salí del auto, no sabía que haría estando frente a ellos pero no dejaría que la tratase de aquella forma, estaban a varios metros de mi, por lo cual tarde en llegar hasta ellos, seguí caminando una vez que los logré alcanzar escuché algo que el chico le decía a la joven.

-Esto no es culpa tuya Alice, realmente sabes que él es quien tiene la culpa, pero tiene que pagarlo de alguna forma.- le dijo sin soltar su cabello y con la otra mano le tomaba del cuello levantándola en el aire, fue entonces cuando reaccióne, tome al sujeto por el hombro, no soy afecto a la violencia pero en ese momento no estaba siendo yo mismo, algo se apoderó de mí haciendome darle un puñetazo en el rostro al imponente sujeto de más de 1.85, lo sé porque era más alto que yo y esa es mi estatura. Al sentir el impacto de mi puño contra su rostro por lo que creo fue un reflejo soltó a la chica, quién termino de rodillas en el suelo tociendo debido a la fuerza que el tipo había puesto en su cuello. Quise arrodillarme y ayudarla pero no me dio siquiera tiempo cuando sentí un dolor intenso en el abdomen, el tipo estaba a centímetros de mi, su mirada era terrorífica, sus ojos tenían un color tan oscuro que apenas se podía identificar donde empezaba la pupila y terminaba el iris, una mueca escalofriante se formó en su rostro, una sonrisa que me pareció de lo más perturbadora se dibujó en sus labios.



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En el texto hay: asesinatos, misterio, romance

Editado: 18.03.2019

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