2.

Lizzie abrió los ojos sobresaltada y lo primero que vio fue su lámpara, todo había sido un sueño, uno demasiado realista. Y a pesar de estar convencida de que era solo un sueño, fue a asegurarse de que la cabaña estuviera bien cerrada y también ver si lograba ver a alguien afuera, lo que no logro, así que decidió volver a la cama he intentar dormir nuevamente.

Al día siguiente la luz solar, iluminó toda la habitación y el sonido del canto de los pájaros le indicó que era momento de levantarse, dispuesta a olvidar todo y disfrutar de un desayuno, decidió ir al pueblo para provisiones y luego pasar por el restobar. Cuando salió de la cabaña, todo a su alrededor era realmente maravilloso, y aun así las imágenes de la noche anterior empañaban toda esa belleza.

Alejándose de esas imágenes tomo su coche y condujo hasta un minimarket que servía como supermercado para el pueblo, al llegar no pudo evitar sentirse observada por la gente que estaba en el lugar, seguramente asombrados por la nueva residente. Fuera de eso, todo parecía normal, hasta que luego de tomar las cosas necesarias y dirigirse a pagar, su vista se dirigió a un panel repleto de avisos de personas desaparecidas, uno de ellos le llamo la atención al darse cuenta que tenía la fotografía de "la chica de ojos azules", o como el letrero lo decía Alice Wilson

— Señorita — oyó una voz a lo lejos, pero aun así ella no respondió, no lograba comprender como eso era posible, ella estaba segura que no había visto la foto de esa chica en otra parte— ¿Se encuentra bien? —esta vez la voz de la chica se hizo más fuerte, Lizzie estaba aturdida, pero aun así asintió

— Si claro—respondió, entregándole en dinero para salir lo más rápido del local, debía ser el hecho de que aún no comía nada, o que su mente le jugaba una mala pasada, así que intentando olvidar lo ocurrido y condujo hasta el restobar, estaba tan desesperada por una taza de café, que no podía esperar a llegar a su cabaña, al entrar se dio cuenta que el lugar no estaba tan lleno como la noche anterior, aun así la chimenea estaba encendida.

Lo primero que vio al entrar fue al hombre, que como Erick le hizo saber, se llamaba Jimmy, este iba vestido con una camiseta negra y por debajo de la manga le asomaba un enorme tatuaje de color azul. Si no le hubiera impactado el tamaño de él, lo habría hecho su expresión hostil, algo que la noche anterior no había notado. Lizzie se acercó sigilosamente a la barra, pero el rostro de aquel hombre se había ablandado al verla sentarse

— Buen día Señorita Williams –el tono de su voz sorprendió a Elizabeth, siendo que solo segundos atrás este estaba con otra actitud

— Solo Lizzie, por favor —corrigió ella de inmediato, el joven tenía el aspecto de estar en la misma edad que ella, tal vez unos años menos - ¿Jimmy?

— Así es —contesto con una amplia sonrisa, mientras colocaba una taza frente a ella— ¿Café?

— Y huevos —pidió con una leve sonrisa

— Enseguida —Aquel hombre se dirigió hasta una puerta, para luego desaparecer

Ya estando sola Elizabeth comenzó a meditar en lo ocurrido la noche anterior, solo había sido un sueño, pero el dolor había sido real, ella sintió como si ese hombre le apuñalaba. Ella sintió esa sensación de peligro en el momento que entro en ese bosque, si es que de verdad entro o solo fue parte del sueño.

— Que gusto verla nuevamente —oyó decir a alguien que estaba muy cerca suyo, enseguida se percató de la presencia de Erick en la barra— Parece que hubieras visto un fantasma

— Ni que lo digas —comento ella con algo de disgusto, Erick pensaba preguntar pero en aquel momento Jimmy salió de la cocina sosteniendo un plato. Mientras lo colocaba frente a Lizzie, Erick se metió detrás de la barra y le llevó los cubiertos. En el plato había unos apetitosos huevos revueltos con salchichas y unas tostadas. Para luego volver a llenarle la taza de café.

— Gracias — dijo ella algo distraída. Justo en ese momento, oyó que la puerta se abría tras ella, por alguna razón sintió una gran escalofrió se dio vuelta y vio entrar a dos hombres, estos se sentaron en la parte más apartada del restobar, por alguna razón los hombres le parecían hostiles— Creo que me estoy volviendo loca —se dijo así misma, pero un poco más alto de lo normal porque ambos hombres se le quedaron viendo extraños— Olvídenlo

— La cabaña tiene ese efecto —comento Jimmy con un tono macabro en su voz— está en lo más oculto del bosque, puede ser aterrador —Lizzie quedo algo pasmada, por la forma en expresarse de Jimmy, como queriéndola asustar

— Solo un poco —contesto algo abrumada, trataba de decirse a sí misma que solo era su imaginación

— No la asustes solo lleva aquí unas horas —comento Erick con tono de reproche, este simplemente se retiró sin decir más— Discúlpalo le gusta asustar a la gente

— No te preocupes no ha sido tan aterrador —comento ella mientras probaba aquel desayuno, el cual sabia increíble— la vista es hermosa

— Y eso que ha visto gran parte del pueblo —dijo con un tono de admiración hacia aquel pueblo— ¿Si quieres puedo darte un recorrido?

— Seria increíble —La idea no era tan mala, necesitaba que un residente le presentara el pueblo

— ¿Hoy? — ella lo pensó un poco, estuvo por aceptar pero aquello le era imposible hoy no, lo tensa que estaba no le ayudaría a apreciar lo bello del lugar

— Ojala —comento ella con algo de pesar— quiero acomodar todo a mi gusto estaré un año aquí pero ya quiero comenzar a escribir

— Entonces podemos juntarnos mañana —Erick le dedico una gran sonrisa

— Eso estaría bien —dijo, cerrando los ojos para disfrutar plenamente el sabor de aquel platillo—. He comido aquí dos veces y tengo que reconocer que la comida es de las mejores que he probado en mi vida.

—Sí, de vez en cuando hacemos las cosas bien —bromea él haciendo que ella se riera— Jimmy tiene un auténtico don para la cocina. Me alegro que allá llegado a este pueblo