Conociendo.

La medianoche se dejaba ver con una luna llena radiante, Reiko se calentaba junto a la fogata mientras calentaba algo de agua, Sosei le había explicado cómo funcionaba su bolso y se había perdido en la oscuridad del bosque.

Reiko: Necesito darme un baño… Ahora que lo pienso, el señor Sosei dijo que había un lago cerca, no creo que se moleste si voy.

Reiko tomó su bolso y se levantó, caminó hacia la oscuridad, el brillo de la luna le permitía ver claramente el camino.

Reiko: Está muy claro…

Reiko caminaba con cautela mientras una fresca brisa le hizo saber que el lago estaba cerca, rápidamente el bosque desapareció mientras aparecía la orilla del lago, el agua parecía brillar esa noche, Reiko se acercó y pudo ver claramente el fondo, dejó el bolso a un lado y suspiró.

Reiko: Este será un buen lugar.

Reiko desabrochó su vestido y lo dejó caer, la ropa interior negra se marcaba más ante su blanca piel, iba a desabrochar su sujetador cuando sintió un ruido como de chapoteo y un quejido molesto, Reiko se sorprendió y siguió el sonido, se escondió tras un árbol al ver una figura sobre una roca, lentamente echó un vistazo para reconocer la figura, Sosei estaba sentado sobre la roca meditando a torso desnudo, pero eso no fue lo que le llamó la atención a Reiko, lo que más le llamó la atención fue una cola que salía desde donde acaba la espalda de Sosei y terminaba en una punta como de flecha, la cola se balanceaba de lado a lado y en un momento tocó el agua haciendo a Sosei quejarse de enojo, la cola de Sosei se acomodó en la roca para volver a balancearse segundos después y volver a tocar el agua, Sosei gruñó molesto y la sujetó firme, Reiko tuvo que ahogar su carcajada con sus manos, aún así el ruido llamó la atención de Sosei que miró directamente hacia ella, Reiko se escondió bien detrás del árbol.

“Si sabe que lo vi se molestará mucho”

Reiko se paró e iba a correr, pero fue detenida por la figura de Sosei que estaba de brazos cruzados.

Sosei: ¿Estabas…?

Sosei miró a Reiko y vio que estaba en ropa interior, sus mejillas se enrojecieron de vergüenza.

Sosei: ¿Puedo saber qué hacías?

Reiko respondió tímidamente.

Reiko: ¿Qué estaba haciendo? O ¿Qué iba a hacer?

Sosei: ¿Por qué estás sin ropa?

Reiko: Quería tomar un baño y bueno…

Sosei: ¿Qué fue lo que viste?

Reiko: N-Nada…

Sosei: No me mientas.

Reiko: Yo… Vi su cola… ¿Qué es?

Sosei: No te interesa.

Reiko recién notó que Sosei ya no tenía la cola, este suspiró y miró hacia el bosque.

Sosei: Reiko, apégate a mí.

Reiko: ¿Eh…?

Alcanzó a decir antes de que Sosei la cargara en sus brazos, Reiko enrojeció completamente.

Reiko: S-S-Señor…

Sosei: Calmada… Hay sombras… Debo llevarte al campamento.

Sosei miró a todos lados y empezó a caminar.

Reiko: Mis cosas.

Sosei: Con el sol volveré a por ellas, ahora lo más importante eres tú.

Reiko se sorprendió y se ruborizó.

Reiko: Creo que se equivocó.

Sosei: Reiko no estoy para juegos ahora.

Reiko sintió como Sosei quebraba ramas con los pies y miró al suelo, los pies de Sosei estaban descalzos y sangraban bastante.

Reiko: Sus pies.

Sosei: No es nada.

Reiko: Ahora entiendo por qué quiere dejarme en el próximo pueblo.

Sosei: ¿Ya te rendiste?

Reiko: Yo…

Sosei: ¿Lo consideraste no?

Reiko: No quiero causarle más daño.

Sosei: Ja, esto no es nada… Pero si te rindes mejor por mí.

Reiko lo miró y sonrió.

Reiko: No, ahora hay mucho que quiero saber y no lo dejaré ir tan fácil.

Sosei: Ya veo porqué te eligió de consejera el emperador.

Reiko: ¿Ah sí? ¿Por qué?

Sosei se rio y negó con la cabeza.

Sosei: No te será tan fácil sacarme un cumplido.

Reiko se rió y suspiró.

Reiko: Al menos lo intenté.

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Reiko se había abrigado con una frazada que Sosei le había pasado, los dos estaban sentados en el mismo tronco mientras Sosei preparaba algo para comer.

Reiko: Entonces… ¿No es humano?

Sosei: ¿Te lo parezco?

Reiko: O sea sin la inmortalidad, la fuerza, resistencia y velocidad… Me parecía alguien totalmente normal, pero ahora que vi… ¿Es real?

Sosei: Obviamente.

Reiko: ¿Puedo verla?

Sosei la miró por un segundo dudando, pero al final suspiró y su cola apareció balanceándose detrás de él.

Reiko: ¿Usted la controla? Porque parecía molesto con ella en el lago.

Sosei: Sí, es sólo falta de práctica, la mantengo oculta.