AZUL-POR EL CAMINO

-¡Guauuu!!! ¡Que hermosa obra! Susurre luego de saborear aquel crujiente pan tan blando con sabor a vainilla que fácilmente se derretiría en la boca de cualquier persona, esa obra era un bello lago de donde combinaba un tono rojizo y un azul que desprendía una enorme paz, los colores lisos sobre el lienzo acompañando a una solitaria fuente natural desbordante de agua cristalina. -¡Que hermosa obra! Se escaparon esas palabras de mis labios mientras no podía dejar de ver el cuadro, no, no solo un cuadro, una expresión, un trabajo realizado por alguien que ha dejado su alma impregnada en ello.

Con la mirada completamente perdida y los pensamientos inundados en las infinitas posibilidades, las infinitas historias que pudiesen contarse, las infinitas historias que aquel cuadro presenciaría, me levante de mi asiento, había olvidado el sabor de aquel pan que su completa existencia la olvide en tan solo un momento.

Nuevamente sucedió, no podía alejar mis pensamientos de aquel cuadro, mientras con paso a paso me dirigía a mi hogar, una vez más mis pensamientos consumían mi existencia, mi alma se sentía llena, aunque sabía que no duraría mucho, tarde o temprano los pensamientos al igual que el pan, desaparecerían, sin dejar rastro…

Cada vez el paso que llevaba se aceleraba un poco más. – Cierto, casi lo olvido, mi padre pidió que al regresar le llevara una llave para que pueda reparar su auto, la ferretería más cercana está en la misma calle de aquel centro comercial en la avenida principal.

-¿Con quién hablo? Contigo, -¿Aún me acompañas cierto?, Aún no me respondes a las preguntas que te hice al principio, déjame recordarte, ¿Alguna vez te has preguntado si los sueños se cumplen?, o ¿Mi sueño se cumplirá algún día?, - Tranquilo, no tienes que responder de inmediato, aún hay tiempo, piénsalo bien, mientras tanto vamos por la llave que necesito llevar.

El paso avanzado que llevaba como si fuese perseguido por alguien, esta vez, no podía ser más rápido, si fuese un poco más rápido tropezaría con alguna piedra inexistente, así que esta vez fui un poco más lento, Antes de darme cuenta me había detenido.

-¿Te gusta?

-¡Ehhh!, ¿Me está hablando a mí?

-si claro, ¿Quién más podría ser? No hay nadie más aquí, ¿Y bien, te gusta esa guitarra?

- Si me encanta, sus colores, el blanco con el rojo brillante es tan maravilloso.