Capítulo 8: Mi novia fantasma

Capítulo 8:

Mi novia fantasma 

El mal no descansa,

ni siquiera cuando ya ha cobrad vidas...

Nick

— ¿Seguro no entraras con nosotros? —Amaia insiste por quinta vez.

Tiene dos personas por delante de la fila para comprar entradas al cine, ni siquiera preste mucha atención a la película que eligieron. Sé que intentan distraerme pero no logro dejar de preocuparme por mi hermana.

Nada está bien. Danny se burló de todos al apoderarse del cuerpo de su gemela. El pueblo fantasma que podría estar liderado por un demonio. Mi hermana siendo poseída…

—Daré una vuelta por el centro comercial y llamare a Alexis —digo enfocándome en mi único pensamiento.

— ¿Por qué no le dan un voto de confianza a Cristal? —pregunta en un tono bajo—. Ella podría manejarlo.

—Nada de eso. Ella nos ha estado mintiendo. Nos oculta algo, sea por la razón que sea, no podemos confiar en que pueda manejarlo —le explica Thomas.

—Mi hermana tiene un don que tiene que ser trabajado y controlado. Ella tiene que poner orden en su propio cuerpo y si no puede alguien tiene que asistirla, mi madre, la negra, cualquiera de nosotros dos. Dar acceso a cualquier… no es algo que se haga a la ligera —digo.

—Alexis esta con ella ¿no podría ayudar?

—No, él no sabe cómo manejar la situación.

—Déjalo, no vendrá —interviene Thomas—. Además, sí se necesita tener un ojo sobre cada paso que da Cristal. Alexis esta con ella pero si algo pasa…

Él me conoce lo suficiente como para saber que no puedo estar tranquilo hasta encontrar una solución. Además, no quiero arruinarles la salida.

—Necesitan estar allí para ayudarla. Lo entendí —dice Amaia vencida.

—Los veo luego. Que se diviertan —me alejo antes de que ella pueda decir algo más.

Recorro los pasillos en busca de la salida más próxima, un lugar donde pueda estar solo, lejos de miradas indiscretas y oídos chismosos. Esquivo a las personas y entre ellos encuentro un rostro que no esperaba ver. Danna, o mejor dicho, Danny viene entrando del brazo de su novio.

He sido un imbécil por no haberme dado cuenta. Ella mira a Robert con un amor enfermizo. Aunque pensándolo mejor, el imbécil es él por pensar que 
después de todo Danna pudiera quererlo.

Retrocedo hacia una vidriera decorada con maniquís y los sigo con la mirada. Ella voltea sobre su hombro, me encuentra.

Sí Danny sé que eres tú.

Sonríe, y tira un beso al aire antes de volver su atención a Robert. Ella está muy cómoda en el cuerpo de su hermana, no lo abandonara por voluntad propia.

Sigo mi recorrido hacia el exterior del centro comercial. En busca de un lugar apartado. Camino por estacionamiento mientras marco el número de Alexis. Mi hermana podría tener otro episodio como el de la universidad. Si ella no pone de su parte para frenar a quien intenta poseerla, tenemos que estar sobre ella en todo momento para impedirlo.

Al tercer repique contesta.

—Ey, Nick. Qué bueno que llamas.

—Cuéntame ¿ella está bien?

—Sí, nada fuera de lo normal. Lo único es que acabo de ver a tu suegra, Anabel y a tu tío.

Elizabeth prácticamente desapareció después de la muerte de su hijo Rodrigo. Anabel es otra que ha salido de nuestro radar, lo que no entiendo es la presencia de mi tío con ellas. ¿Casualidad? o ¿Ya se conocen?

— ¿Mi tío? ¿Seguro?

—Tan seguro que tu hermana me hizo seguirlos. Él estuvo con ellas pocos minutos y luego se separaron. Cada quien agarro por su lado.

—Bien. Ya averiguaremos que está pasando. No te despegues de mi hermana ni un segundo y llama si ves en ella algo extraño.

—Seguro.

Guardo el teléfono en el bolsillo de mi pantalón. Camino de regreso al centro comercial, no hay mucho que pueda hacer en este preciso momento.

Abordar el tema de Anabel y Elizabeth con mi tío tiene que esperar hasta que regrese a casa. Mi hermana está bien por el momento, solo me queda Danny. Mantener un ojo sobre ella no está de más, no sé, podría intentar lastimar a alguien. En el pasado ya lo intento con su hermana, ahora podría ir peor.

Recorro los pasillos flanqueando a las personas. Me tomó como veinte minutos encontrar a Danny. Ella observa sugerente vestimenta femenina en una vidriera, no me gusta pensar en ella y Robert… El imbécil hace la fila para comparar helado justo al frente.

Una salida casual y normal, si no fuera porque ella realmente está muerta.

Si Robert se diera cuenta de que está saliendo con Danny, no estaría tan feliz de tenerla.

Lo que no entiendo es su actitud meses atrás, él intento matar a Danna porque su gemela los estaba acechando a él y su madre. ¿Qué lo hizo cambiar de opinión?

— ¿Desde cuanto sigues a mi hermana? —la voz de Danna viene de mi espalda.

Estoy rodeado de personas que transitan el pasillo. Hablar aquí me hará parecer un loco. Miro sobre mi hombro, ella está justo detrás de mí. Regreso la atención a Danny. Ella se ha movido hasta donde se encuentra su novio.