Ojos lánguidos,
pegados al camino.
Reloj de agujas de cristal
que desangra mi esencia.
Dolor del alma por
un amor de fantasía.
Gran dragón de corazón,
revestido de hierro oxidado.
Animas en penumbra somos.
Tu olvido está dejando
vacio y dolor en
mi paupérrima vida mortal.
Tus palabras impiadosas
son veneno que queman
en lenta aflicción a la mujer
que en tu mente creaste.
Trunca pasión de
un frigido lecho.
¡Qué agonia es la mía!.
Abandonada en este
gran desierto secare
mis lágrimas.
Porque este mal de amor
no durará para siempre y...
Un día serás tan sólo
Un recuerdo,
en la memoria del sueño.