Redondas pupilas contemplan
la cintura del horizonte distraído,
desde aquel balcón abarrotado
de la maldita plutocracia funesta.
Inundación de aguas turbias
llegan por las arterias que dan
a la desdichada Casa Rosada.
Olas de ancianos, mujeres y
niños hambrientos de justicia,
de dignidad, de derechos y
de igualdad ¿quién es este?
¿quién eres para torcer el derecho?
La patria se agita. La patria
vomita violencia y aborta
a sus hijos paridos.
Patria es mi hermano desaparecido
y los gobernantes que
miran a un costado.
Patria es mi pueblo clamando
por un jornal, también son
los ociosos parásitos.
Patria son los inmigrantes
que han sembrado lágrimas
sacrificadas en este terruño,
plantaron sueños y cosecharon
familia a la orilla del fogón.
¿Quien es ese rey
levantado por el pueblo?
Cuál Judas Iscariote,
por unas pocas monedas
entrega la patria
a los mercaderes sedientos
de sangre humana,
crueles demonios que sorben
de a gotas nuestras almas.
El pueblo unido levanta
bandera de esperanza,
hermandad y lucha.
En girones sus corazones
delatan aún el deseo
de libertad, prosperidad y paz.
El pueblo unido aclamando va
a la histórica plaza de Mayo.
¡La plaza de los Argentinos!.