Capítulo 7. Una sola nota musical.

Algo oscuro pasea desde hace décadas por las oscuras curvas de varias calles. La gente que ha pasado por frentes de las cruces de metal, cubiertas de flores habla de ruidos, golpes, voces susurradas, pasos que no proceden de ningún sitio... Algunos cuentan que vieron sombras o que les pareció vislumbrar una figura a lo lejos, alguien escondido que les observaba... Otros sólo se atreven a comentar que sintieron un frío repentino, un aroma a flores muertas, una atmósfera opresiva que les impulsó a huir para no regresar. Sea como sea, todos saben que allí acecha algo oscuro, tenebroso y maldito. Incluso los expertos en parapsicología que la han estudiado desaconsejan la visita a esas calles  la considera una de las más peligrosas que ocultan algo oscuro que no deja de cobrar cada vez más almas.

Alberto, un joven, músico, escéptico que no cree en nada salvo en sus sueños y en su guitarra, se ve obligado a acudir a una  mansión acompañado con su grupo musical, que han sido contratado para un evento social.  El toque acordado era a las ochos de la noche, para poder llegar a la mansión Alberto y los músicos tienen que pasar por la curva de la muerte así muchos los llaman por la cantidad de accidenten que han ocurrido en ese mismo espacio. La cantidad de crucifijos llenos de flores amarillentas hacen que se sienta más tenebroso el paso por allí, sin embargo ellos no le temen a eso.  Ante el poder que exhiben los seres que la habitan, en cada metro de las calles oscuras y espantosas, al pasar por la curva dos neumáticos se pincharon, ninguna había cambiado uno alguna vez , al mirar a la esquina de la curva , observaron una casa pequeña con un mínimo alumbrado, dos de ellos  se vieron  obligados a pedirle ayuda a Eli, una joven bruja con el don de ver a los muertos y comunicarse con ellos, don que, hasta el momento, no le ha traído otra cosa más que problemas. ¿Serán capaces de unir sus fuerzas y terminar con la maldición de la curva de la muerte?

Al llegar a la casa tocan – tum-tum-tum ..Eli responde quien llama, Sra. disculpe dice uno de los músicos estamos a varias calles de aquí quedado con el vehículo , dos neumáticos se pincharon.. ¿ Dónde se quedaron exactamente? pregunta Elí.. En la curva .. Elí los mira y pregunta ¿cuánto son ustedes? Se quedaron más en la curva?.. Si somos cinco, se quedaron tres de nuestros compañeros. Dios mío en esa curva sale algo muy maligno que cobra almas.. Son una tras otras. Vamos a buscar a sus amigos, y después veremos qué hacer con el vehículo. Eli-yo no debería de salir, ya son las ocho y media de la noche y apocas horas salen los espantos en esta zona.

Los músicos ya asustados, sin decir ninguna palabra van detrás de Eli, a buscar a sus compañeros. Al llegar los tres estaban pálidos con ojos de terror, vamos los llevare a mi casa dejen el vehículo allí, mañana lo podrán arreglar en la mañana. No pueden estar de noche por estas calles, Alberto que no creen en nada de lo que Elí les dice, no señora Elí gracias pero necesitamos un poco de luz, para poder cambiar los neumáticos. Necesitamos irnos a un compromiso que tenemos, no podemos esperar hasta mañana. Eli- le dice ustedes están pálido, les paso algo. Alberto responde noo nada solo tenemos frio, solo eso. Pero el otro músico Andrés, le dijo si Sra. nos pasó algo. Eli – que paso muchacho, una mujer vestida de blanco nos dijo que ella nos podía ayudar, pero que sería solo a media noche, porque no podía estar a esta hora en la calle. Eli- como era esa mujer? Nunca dejo verle su cara, solo de espalda, su cabello largo negro y tenía un vestido blanco, pero estaba como llena de barro. Eli- Fue el alma en pena de María José, ustedes no pueden quedarse aquí muchachos, yo me tengo que ir a mi casa, Dios quiera no les pase nada, y puedan irse a su casa pronto. Andrés hablo y dijo, no podemos quedarnos aquí, tengo miedo vamos a pasar la noche en casa de la Sra. Eli, los demás incluyendo Alberto empezaron a reírse, Eli –les dijo no sean así, con esas Almas en pena no se juega.

Andrés decidió irse con Eli y dos músicos ( Carlos y pedro) más dijeron yo también , es mejor quedarnos en casa de la Sra. Mientras que Víctor y Alberto decidieron quedarse dentro del vehículo, esperando que alguien los ayudaras a cambiar los neumáticos.  Al llegar a la casa de Eli, ellas les Dio  café, Carlos detallo que en la mesa de la sala había un retrato de una joven con una cabellera negra, muy hermosa y llevaba puesto un vestido blanco de novia. Y les hizo el comentario a Pedro y Andrés, ellos se miraron y Andrés les pregunto ¿crees que es la misma que vieron en la avenida? Carlos le respondió no estoy seguro, nunca logramos verle la cara a la joven. Eli- se sienta junto a ellos y empieza a contarle cada cosas que pasa en esas calles, explicándole que tan peligroso es que a la media noche se encuentren carros o personas pasando por esas calles y avenidas, Andrés le dice es que nuestro amigo Alberto no creen en nada de eso. Eli- responde DIOS quiera mañana estén vivo sus amigos.

Carlos – Sra. Elí esa joven que nos llegó en la carretera ¿quién es?, la conoce? Eli- hay muchachos no quiero asustarlos pero esa joven vestida de novia, espera todas las noche a su amado novio, ellos se casaron y al salir de la iglesia pasaron por esas calles para irse a su luna de miel, y en esa curva se mataron los dos .. Quedando ella como alma en pena porque, nunca quiso salir de su casa materna. Carlos pregunta como así ¿vivía por esta zona?  Si aquí ella era mi hija. Se llamaba maría José. Ellos asustados se miraron, creo Sra. que es mejor que nos vamos a buscar a nuestros compañeros. Debemos informarle de las cosas que pasan en esa calle. Al salir a buscar a los otros dos una fuerte tormenta impidió que ellos salieran de la casa de las Sra. Eli.. Y tuvieron que esperar sin poder salir, a las horas ya Carlos, pedro y Andrés se habían  quedado dormido.