Por fortuna el profesor aún no ha llegado. En cuanto cruzo la puerta veo a Sofía risa y risa con ¡Zaid! Ella no tiene rastro de que haya derramado una lagrima y su cabello es color naranja ¿está feliz?
Sacudo mi cabeza para eliminar malos pensamientos.
Algunos minutos después llega el profesor con muy mal aspecto. Parece que esta deprimido. Es el único profesor que me agrada. Espero este bien. Ya que hoy ha sido un día de mierda.
En literatura estamos acomodados en parejas, esta vez me toco estar sentado con Alessa Tumbler. No tengo otra opción que ir a sentarme con ella.
—Hola Dom — sonríe.
Yo solo alzo ambas cejas en señal de saludo.
—¡Oh dios! ¿Qué te paso? ¿estás bien? — se acerca más a mí — Déjame revisarte.
—Aléjate de mí, no te acerques, detesto a las personas que son igual que tú.
—Pero ¿Qué te hice? — frunce el ceño
—Existir, eso me hiciste. Y deja de hablar, me estresas. Detesto tu compañía— levanto la mano para llamar la atención del profesor.
—¿Qué necesitas Dominic?
—¿Me puede dar permiso de sentarme solo?
—Claro que sí, puedes estar en la banca del fondo.
El profesor esta tan triste que no dará clase hoy. El motivo de su tristeza es que su hija está muy enferma y no tiene el dinero suficiente sin contar que tiene muchas deudas. Como cereza del pastel su esposa le pedio el divorcio.
Voy a ayudar a mi profesor. Es una gran persona merece ser recompensado por todo lo que ha hecho.
En lugar de dar su clase, el profesor decide que hagamos un tipo debate sobre algo que va a leer.
—Bueno, les voy a leer algo y ustedes me dicen que es lo que opinan o solo me dicen si creen que es verdad o no— el hojea su libro. Se coloca sus lentes y comienza a leer — Según la mitología griega, los seres humanos fueron creados originalmente con cuatro brazos, cuatro piernas y una cabeza con dos caras. Ante el temor de su poder, Zeus los dividió en dos seres separados, condenándolos a pasar su vida en busca de sus otras mitades— el cierra el libro.
—¿Qué opinan jóvenes?
—Que las almas gemelas son una tontería. Confió plenamente que somos seres independientes. Solos vinimos al mundo y solos nos quedaremos. El ser humano tiene la creencia errónea de que se necesita a alguien para ser feliz— la participación de Sofía ha dejado a todos con la boca abierta. A mí por otro lado lo que me dejo en shock fue que su cabello se tornó a un lila precioso.
—Yo estoy en desacuerdo con la señorita Sorní. Las almas gemelas existen por algo, están unidas por una razón. Y no es que se necesite a alguien para ser feliz ya que la felicidad esta solo en nuestro interior. Pero si se necesita alguien con quien compartir la felicidad.
—Son puros disparates los que dice el joven Jones— me ve con mala cara y rueda los ojos.
<<Has dañado a la única persona que daría muchas cosas por ti>>
Como deseo que mi mente se calle, que no me haga sentir culpable de mis actos. Yo . . . no quería lastimarla, solo quería verla segura y con su hermosa sonrisa.
Las lágrimas amenazan con salir. Agarro mis cosas y salgo del aula.
—No me siento bien profesor. Voy a enfermería.
—En cuanto te desocupes te vas al aula de baile— exclama.
Me voy derrotado al baño. En donde el espejo parece estar en mi contra y me hacer ver la basura de persona que soy por tratar mal a Sofía.
Sin dudar ni un minuto más, golpeo fuerte el espejo con ambas manos, y rápido comienza a salir sangre. No me interesa soy inmortal y tengo sanación rápida, así que no me puede pasar nada.
Una lagrima recorre mi mejilla.
<<Es momento de madurar Dominic, debes dejarla ir, si la amas>>
Duele que muy dentro de mi sé cuál es la solución, dejarla ir, pero no puedo no quiero.
<<No puedes ser un maldito egoísta>>
<<Esperas ver como por tu culpa ella muere en tus brazos. ¡Por no dejarla ir! >>
La mente es cruel pero siempre se necesita una de esa crueldad. Para poner bien los pies en la tierra y no olvidarse que esta es mi maldita realidad.
Casi todo lo aprendí perdiendo y esta vez será diferente. La dejare ir. No quiero perder a la única persona que me hace feliz.
Cuando estoy por salir del baño, entra una de las chicas de intendencia y se asombra al ver el espejo roto y mis manos con sangre.
—Acompáñame a la enfermería, rápido— me toma del brazo.
—Suéltame — en un movimiento brusco consigo soltarme de ella: —No te metas en mis asuntos y no limpies la sangre en un momento desaparece. Casi lo olvido, el espejo se reparará en unos momentos— chasqueo los dedos. La sangre desaparece y el espejo esta como si nada.
La pobre se ha desmayado.
<<se sorprende con tan poco, que aburrido.>>
No quiero regresar a clase, aún falta mucho para que acabe. Me quedare un momento en las gradas del campo de americano. Me hace falta un poco de aire fresco.