Almas Ocultas

Capitulo 6; La búsqueda.

Volví agotada aquel día, todos dormimos temprano debido a que estaban muy cansados por tanto ejercicio. Me acosté, pero notaba algo que me incomodaba, ví a la cama de Levi que se encontraba a unos metros de la mía. Estaba completamente vacía, me ahogue el grito y baje de la cama de un salto. Nunca debí de preocuparme de lo que le pasaría a aquel chico. Pero sentía el deber de averiguarlo todo, sinceramente creo que hoy estoy aquí por esas horribles ganas de saberlo todo. Corrí hasta llegar a su cama, él dormía arriba de donde actualmente Jean y Iván se encontraban besuqueandose. 

—Acaso lo buscas a Levi—Dijo Iván, con una voz calmada, notaba que no sabía lo mismo que yo acerca de Levi.—Creo que salió afuera.

—¿Podemos salir afuera a ver las estrellas?—Jean, tonta y enamorada como siempre.

—Tu eres mi estrella—respondió Iván tocándole la nariz tiernamente, yo hice una mueca de incomodidad y salí corriendo de allí. Creo que simplemente me ponía incomoda ver cómo aquellos dos la pasaban tan bien allí. Pobres ilusos, yo no tenía idea de que esos serían sus últimos momentos de felicidad.

Salí corriendo a buscar a Levi, mientras los otros 2 me seguían tomados de la mano. No podía dejar que ellos se metieran a cosas tan turbias como nos habían pasado a mi hermano o a mí. Sentí la necesidad de buscar a Leo, algo me indicaba que él sabría algo.

Lo encontré saliendo de la cocina con un sándwich en mano, si hubiera estado menos alterada eso me hubiera causado risa. Pero lo único que me causó fue frustración por no poder encontrar a Levi y tener a los dos tortolitos persiguiendome.

No pude resistirlo más, y solté un grito. Estaba muy equivocada en ese momento, no debí gritar, debí callarme y volver a dormir, debi soportar un verano allí. Pero no pude hacer otra cosa que gritar como un bebé. Me eché al piso y solté un grito que comenzó a remolinear el viento de los alrededores, todo daba vueltas, como si de un tornado se tratara. Pero todo cesó con una luz. Leo había disparado un rayo directo de su mano, a los ojos incrédulos de Jean e Iván. El rayo impactó directamente en mi brazo, este ardía como el infierno y la camisa se encontraba destruida en esa zona. Parecía no sangrar, pero si ser una horrible quemadura. Pare de gritar, como debí hacerlo en primer momento, me incorpore con ayuda de Iván y me fuí, mirando fijamente a Leo. Jean e Iván preguntaban y se asombraban, pero yo no podía oír nada, estaba aturdida. Me sentí ofendida por el acto de Leo, pero en el fondo sabía que era lo mejor, era mejor lastimarme a mi a que causará daño a los otros. Apenas podía caminar, el brazo dolía demasiado y las lágrimas no me dejaban ver. Allí fue cuando pensé "¿Es este mi papel aquí? Sufrir por los demás, no pude sufrir por mi hermano pero ahora sufro por dos desconocidos"

Quería acabar con todo esto, irme, dejar hasta a mí hermano, pero ver su cara de nuevo me detuvo. Estaba podrida. Su cuerpo, crucificado en dos varas, su pierna y brazo derecho completamente congelados y podridos, lanzaba un hedor putrefacto. Era Levi. O eso quería creer.



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En el texto hay: misterios, tragedia, muerte

Editado: 10.11.2019

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