CAPÍTULO 1

El amor puede con todo, siempre lo decían,

en libros, en habladurías y cuentos de princesa,

pero ¿el amor puede atravesar la distancia y

el tiempo en que una pareja no esta junta?

En mis pocos años de vida he tenido tres reflexiones:

1. La maldad de las personas no tienen fin.

2. Si te propones triunfar, lo lograrás.

3. Siempre hay que tener perseverancia en todas las circunstancias.

Esas tres reflexiones las he meditado en estos veinticinco años de vida.

Cada una de ella me ha dado propósitos para cumplir y lograrlo. Mi cadena de hoteles, por fin lograba cumplir un sueño y de esos que por un momento había pensado que no lograría alcanzarlo.

Siempre he dicho que el único que puede ponerte un límite y no pasarlo; es tu misma mente. Si nosotros mismo pensamos y creemos que no lo lograremos, nos estamos poniendo en un impedimento, uno del cual no podremos traspasar.

— Tía, mi papá te necesita—. Avisa Eric.

— Ya voy, gracias príncipe —. Contestó con una sonrisa.

Eric Santiago Payne Hernández.

Mi hermoso sobrino, hijo de Steven. Sé que Steven no es mi hermano, pero el pequeño Eric lo quiero como mi hijo, pero no se puede decir que me diga mamá cuando ese puesto tiene que ser ocupado por la persona que lo amara otra vez.

Steven al fin había entendido que mi amor por Matt era muy fuerte y difícil de olvidar. Empezó a olvidarme hasta que Camille una chica sencilla, hermosa y carismática logró robar el corazón de mi amigo.

Su noviazgo duro unos años y luego por un descuido término embarazada, Steven se responsabilizó; él decía que no tenía por qué tener miedo a esa noticia, pero desafortunadamente el día del parto ella no resistió y murió. Desde ese momento no ha tenido ninguna novia más, porque sólo ella había logrado que él estuviera muy enamorado, además los hermoso ojos color azules de su hijo iguales a los de Camille, hacen que recuerde a su amada.

Al llegar hacia el despacho que teníamos nosotros dos, entre y lo divisé organizando unos papeles

— Te estoy dejando mucho trabajo ¿cierto? —pregunto al verlo con muchos papeles y carpetas.

Tomó asiento en la otra silla que está en el otro lado de la mesa.

— No te voy a negar que en verdad tengo mucho trabajo, pero sé que esta carga es un buen beneficio y de eso quería hablar.

— Está bien, ¿qué pasa? —preguntó todavía con esperanzas de encontrarlo.

Desde que escuche el escándalo que se había desarrollo porque Matt se separó de Lauren además de dejar la empresa.

Se que eso no es un gran escándalo, pero lo es cuando dicen difaman la imagen de Matthew, achantándolo de maltrato físico contra Lauren Y el robo a la propia empresa que administraba.

Sentí un alivio y volvió la esperanza hacia mí, regresé a Colombia. Contrate a un investigador para que lo buscará y así lograr volver a estar con él, pero prácticamente ha pasado tres años de las cuales no se ha logrado dar pista de él.

— Llamó Damián y me informo que ya encontró una pista. Me dejo la dirección de una casa y el barrio. ¿Quieres que te acompañe? —pregunto.

Suspiro y niego.

Busca en el escritorio algo y cuando lo encuentra, lo tiende hacia mí, estiró mi brazo y lo tomo.

— Gracias—murmuró esperanzada.

Quería poder llegar hasta esa dirección y encontrarlo.

— Suerte, cualquier cosa me llamas.

Asiento de nuevo.

Después de tres años, lograr un nuevo avance como este, una dirección.

Quiero creer que esto no es un sueño, pero tampoco debo ilusionarme porque puede que esa dirección no sea la correcta.

Al subirme al coche emprendo mi viaje, uno donde se definiría que la esperanza y la perseverancia de seguir la búsqueda de Matt resulte o tenga que suspender todo esto; perder la esperanza.

Quisiera no hacerlo, pero ¿si no han logrado dar una pista de su ubicación desde tres años? Aunque según Damián las cuentas bancarias de Matt habían quedado completamente desocupadas además de canceladas. Según informaron no fue Matt quien autorizo la cancelación de sus tarjetas y menos retirar dinero.

Quisiera creer que nada de eso está sucediendo y que alguien quiere joder a Matt. No quiero pensar o juzgar mal a Frederick, pero según mi mamá y lo que contaba su amiga Madeline a través de las cartas; ese hombre podría hacer cualquier cosa sólo por mantener todo en equilibrio y girando todo a su alrededor no obstante puedo echarle toda la culpa a Frederick, puede que él sea un odioso completo, pero pudo haber reflexionado estos años, aunque simplemente sigo dudando por una sola razón: