Narra Michael
¿Como demonios me convenció de venir? ¡Su papá me va a matar! Siempre nos hemos llevado bien y si somos amigos pero ¿Quien me perdonaría este desliz? ¡Seré padre!
Rose se abalanzo sobre sus padres como una niña pequeña. En cambio yo me quede como la estatua de la libertad.
El padre de Rose, Jeremías, me miro con odio.
Pues como no si te la follas te mientras estaba borracha, sin condón, y este embarazada.
Entramos a la gran mansión Miller. Rose me regalo una sonrisa tranquilizadora y no puedo negar que si me tranquilizo. Cuando pasamos al comedor de la inmensa casa, empezó la guerra.
Perdón el interrogatorio.
— ¿Cuando se casaran? — pregunto o mejor dicho ataco Jeremías. ¿Acaso es adulto?
— Por el momento no papá. — intervino Rose por mi.— sabes que Michael y yo no teníamos una relación, pero lo estamos intentando.
Y era verdad, aunque no dormimos juntos, Rose y yo nos mostramos mucho cariño uno con el otro.
— Oye engendró del demonio, puedes ser el maldito príncipe, pero si lastimas a mi hija te cortaré el maldito pene y te lo daré a comer en rodajas. Mi hija no derramara ni una maldita lágrima contigo y si lo hace date por muerto, imbécil. — dijo el padre de Rose y yo asiento.
— No se preocupe señor Miller.
— Bien, príncipe, bienvenido a la familia.
Y hay pude respirar. ¿Difícil, no?