Alucinación

11

Me he dado una ducha. Antes de ir hacia el club voy a salir con Melis, la he convencido para que me deje tener una moto, yo tenía una en Las Vegas; y allí el tránsito no se compara con el de aquí. Expuestos estos argumentos me autorizó por lo que voy a ir a comprar una con ella costeada por mis ahorros.

Ya voy en camino hacia el club en mi nueva moto está hermosa y es negra al igual que el coche, tengo fascinación por este color.

Voy entrando al club y está repleto de gente, veo a los hermanos Norton, Ailin se da cuenta de mi presencia y me saluda agitando su mano. En mi opinión creo que ella a pesar de todo es la más fuerte, mientras Eric, Area y Eduard han creado una máscara de frialdad, la pelinegra siempre tiene una sonrisa en la cara y yo se que no está bien, me di cuenta al ver su reacción esta mañana.

- Pensé que ya no ibas a venir - me dice haciendo un puchero.

-Anda, ve a prepararte que ya casi vamos a salir- dice Edurad en un tono mandón, son tan diferentes.

-Sí, señor- lo digo en tono militar que a Ailin le provoca una carcajada.

Entro al pequeño cuarto que queda detrás del escenario y desafortunadamente me encuentro con Eric, ahora estamos los dos solos, se forma un silencio incómodo, y yo aprovecho para darle el recado de Melis - me interrumpe el pensamiento aclarándose la garganta.

-Melis me dijo que quería hablar contigo sobre unos análisis, le hace falta que vallas a su casa- le digo mientras me acomodo el cabello mirándome al espejo.

-Hola ¿no?- dice arqueado una ceja.

-Ah sí, "Hola"- le digo en tono burlón y veo por el espejo que está recostado al umbral de la puerta mirándome- ¿se te perdió algo?

-No, solo avísame cuando te vallas para ir contigo- parece preocupado.

-¿Y por qué? ¿Es que te va a comer el lobo si vas solo?- inquiero arqueado una ceja, él pone los ojos en blanco y se marcha ¡Así se hace Ashly!

Salgo y voy hacia el bar a tomar algo.

-Hola...-siento una voz y por lo que pude oír se parece bastante a la de Alex.

-Hola Alex- digo mientras me giro hacia atrás.

-¿Cómo estás? por lo que veo ya estás mejor.

-Así es- noto la mirada de indiscreción del "príncipe narcisista" ¡vaya! ese si le queda bien- luego hablamos ya casi tengo que subir al escenario- él asiente.

Veo que se sube al escenario el grupo de Eric pero esta vez suben dos chicos más, uno toma una guitarra y el otro se posiciona en la batería. Me sorprende cuando empieza a sonar la banda, es "Maldita costumbre " de Morat, este seguidamente me lanza una sonrisa lobuna y los hermanos Norton lo notan.

-Nunca supe hacerle caso a mis instintos, me obligaste a enamorarme sin mirar atrás - empieza la primera estrofa de la canción

Wow! me asombra su voz, tiene una increíble voz, se me eriza la piel que obviamente no es por él sino por la canción.

-Ashly- me interrumpe Ailin del hermoso espectáculo.

-Dime- digo un poco despistada.

-¿Ocurre algo?- frunce el ceño.

-No

- En unos días llegan los chicos de la Academia Black Musical de Chicago - me informa - Ellos suelen venir una vez al año, nos han escogido a los tres incluyendo a Eric y a Area para que seamos los que nos encarguemos de ellos. La academia Black es un extensión de la nuestra y juntos formamos el instituto de arte Black and Blue.

Ya sabía de esto, mi abuela es dueña de una larga extensión de escuelas por todo el mundo y
incluye a esta, dato que no quiero que nadie sepa debido a que he tenido malas experiencias con esto, no me gusta que me favorezcan por ser nieta de la dueña.

-¿Ashly?- me llama la pelinegra.

- No hay problema- digo sin darle importancia.

-Vamos, es nuestro turno.

(...)

Voy dirigiéndome hacia mi nueva adquisición para ir a casa pero mi plan falla al ver a Eric arrecostado a su auto e inmediatamente sus hermosos ojos verdes se encuentran con los míos. Me reprendo en mis adentros, aunque si algo no se le puede quitar a este idiota son sus ojos.

Lo ignoro y paso por el lado de él como si nada ocurriese pero este me sorprende nuevamente interponiéndose en mi camino.

-¿Qué quieres?- pregunto en tono de obstinación rodeando los ojos.

-Melis me ha llamado, me pidió que le hiciera el favor de llevarte a casa y de paso fuera a conversar con ella- dice restándole importancia.

-Y desde cuando eres tan...- me toma un segundo para encontrar la palabra- obediente.

- Entra al auto. No me hagas hacer cosas que no quiero- dice en tono cansón.

-Yo lo siento mucho pero si me fuera en todo caso contigo seria en mi moto- digo poniéndome el casco preparada para marcharme.

A este le cambia la cara cuando menciono la moto, recuerdo a Culebra e inmediatamente asumo que no se quiere subir por el accidente. Rápidamente me subo a la moto y no espero respuesta pero esta llega cuando antes de arrancar me baja como si fuera un saco de papas y me sube su camioneta de última generación.

Cierra la puerta dejándome encerrada adentro y observo por los cristales que sube mi moto con facilidad en la parte trasera de la camioneta.

Al entrar rápidamente le doy una galleta que deja mis dedos marcados en su tez blanca. Es que estoy tan molesta, odio que me dirijan; voy a tener una seria conversación con Melis cuando llegue.

-Nunca más vuelvas hacer esto, oíste idiota- digo tratando de salir por todos los medios de su sofisticada camioneta y me incomoda su indiferencia ya que ha empezado a conducir por la autopista sin hacerle el más mínimo caso a mis palabras.

Tal parece que está preocupado esta tan serio y apartado ¿habrá sido por la moto?

Vamos subiendo el elevador y hay un silencio realmente incómodo, cuando llegamos al apartamento me encuentro a Melis viendo la televisión, bufo y me encierro rápido en mi habitación mientras que lanzo maldiciones en mi idioma natal.



#17101 en Novela romántica
#3088 en Chick lit

En el texto hay: odioamor, bandas, romance

Editado: 26.09.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.