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Capitulo XIX - Terapia

 

 

VIOLETT CARTTER

 

Ya me encuentro en mi habitación y no me han permitido tener visitas por el fin de semada. "Es un estado delicado", dicen, pero es mentira, me siento divinamente. Excepto por el hecho que no puedo mover mucho mis piernas, no perdí sensibilidad, pero sí necesito fisioterapia. La culpa no me deja, no me podía enfermar otro día, presisamente tenía que ser en nuestro cumpleaños.

 

Por otro lado, Bryan y Victoria están en mi habitación. Ella al otro extremo, con gusntes y tapabocas, porque ante todo la seguridad. Hablan del terrible momento que les hice pasar y hasta yo me asusté, se siente horrible estar atrapada en mi misma. 

 

—Y tú primo... ¿Allan?— Pregunta Bryan y yo asiento— No... Él casi se muere... Pero me alegra que estés mejor...

 

—¿Y nosotros qué?— Dice Victoria molesta— Yo solo me sentí mal, porque tú lo estabas y Bryan...— Arquea una ceja

 

—Callaté... No le hagas caso, está bajo el efecto de los medicamentos— Espeta algo nervioso y asintiendo enfusivamente

 

—Sí, ajá— Inquiero pensativa

 

—No voy a decir nombres, pero alguien... Ha estado ultimamente muy feliz por las constantes visitas, del primo de alguien— Dice Bryan haciendo un exajerado énfasis en alguien

 

Me emociono— ¿Qué con Allan?— Le pregunto a Victoria subiendo y bajando las cejas

 

—Nada...— Se intenta cubrir la cara con el cabello, pero aún así noto que está roja

 

Bryan y yo nos reimos con ganas, creo que todo el hospital oye— ¿De qué tanto se rien?— Dice Allan cruzando la puerta

 

—Nada importante— Reimos al ver la expresión de Victoria, somos muy crueles— ¿Qué hacés tan temprano aquí?— Pregunto más calmada

 

—Solo quería saber cómo estabas...— Trae unas bolsas

 

—¿Y eso?— Pregunto señalando lo que sostiene

 

—Los regalos del cumpleaños de Violett... ¿Crees que lo quiera abrir?— Su sarcasmo se nota

 

—Dame— Digo abriendo y cerrando mis manos, para que acerque las bolsas. Empiezo a abrir los perfectos envoltorios— Unos tenis... Una chaqueta, la que quería... Y también me gusto tú regalo Allan...

 

—Me siento ofendido— Lleva su mano al pecho— Me esforcé consiguiendote está cadena y solo me dices eso...

 

—Sí, me encantó, pero mis regalos fueron mejores...— Agrego sin una pizca de humildad— ¿Con quién irás mañana a la pelea?

 

—No lo sé, no he tenido tiempo de pensar en ello— Rasca su nuca

 

—Más te vale que vayas, no fue fácil conseguir las entradas, casi me toca vendar un riñón...

 

—Ok...— Se queda pensando, pero finalmente agrega — ¿Quieres ir, Victoria?— Me muero, realmente es ella la que se está muriendo.

 

—Acepta con todo gusto— Intervengo al ver que no Dice nada

 

—No, yo no...— Intenta decir, pero entra la doctora y les indica que salgan 

 

—Respira con normalidad, inhala... Exhala...— Me indica y así lo hago. Siento el frío contacto del estetoscopio en mi espalda— No puedes respirar bien, ¿Cierto?

 

—Estoy un poco agitada, solo eso...

 

—Tus pulmones indican lo contrario, pondremos oxígeno. Para aliviar la crisis que le ejerces...— Me ubica la canula nasal con cuidado 

 

—Gracias... ¿Cuándo podré salir?... A dar un paseo por el lugar, estas cuatro paredes ya las conozco muy bien...— Me encojo de hombros

 

—Por lo pronto piensa en recuperarte...— Eso tardará, aparentemente pasaré una larga temporada aquí

 

—¿Baja saturación?— Pregunta Bryan señalando la canula 

 

—Si, cosas de rutina. Entonces... ¿Victoria irá a ver la pelea?— Desvia un poco la mirada

 

—Sí, casi no la convenzo... Pero nadie me dice que no— Dice Allan, todos reímos, pero la risa de Vic es más nerviosa que agradable

 

—Sin embargo, si hay muchas personas, me parece mejor que no vayas...— Añade Bryan— No se deben tomar decisiones a la ligera...

 

—Tranquilo... —Toco su brazo— Se supone que yo iría, los asientos son algo especiales, el padre de Allan tienen mucha influencia. Todo estará bien...

 

—¿Así que fue mi padre?— Pregunta de brazos cruzados

 

—Si, bueno no... Pequeños detalles... En fin, ¿Qué dices?— Pregunto mirando a Bryan

 

—No confio...— Achina levemente los ojos— ¿Quieres ir? Vic— Parece sorprenderse con la pregunta y la desicion recar sobre ella

 

—Bueno... Eh... Yo...— La miramos esperando una respuesta y después de tartamudear concluye— Si, creo que iré...

 

—Le haces algo y...—Amenaza Bryan. Se ve tierno intentado defender a su hermanita, como le dice

 

—Te golpeo — Termino la oración, se que si algo sucede de alguna forma me lo recriminará. Pero ella quiere ir y pues se ven lindos juntos, pero... Siempre hay un pero, y si nos vamos antes de lo planeado. Les dolería y lo comprendo muy bien, aunque creo que vale la pena que lo intenten.

 

—Sí, está bien, entendí. La cuidaré, no pasará nada.—Se defiende —Tampoco soy un niño...

 

—Pareces uno... Pero bueno, deben irse. No es que los esté echando, solo que necesito descansar...

 

—Ok, nos vemos...—Se despiden y se van.

 

...

 

Pasé casi toda la semana de actividad en actividad. Exámenes, fisioterapia, comer y dormir. Fue una semana y poco monótona.

 

—Todo estará bien...— Digo ya fastidiada

 

—¿Pero y si no? Me muero....—Aclara Bryan dando vueltas por mi habitación 

 

—Son solo un par de horas, no está sola y no se va a perder...— Repito una última vez 

 

—Bueno, está bien. Me voy a relajar un poco. ¿Sabes? Es su primera cita, real. ¿Y si...?

 

—¿Y si, nada?— Interrumpo molesta —Pasaran una noche increíble y tú, sal con tú novia. La que es muy real — Afirmo con algo de sarcasmo 



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En el texto hay: hermanastros, familia, dolor moral

Editado: 28.01.2022

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