ALLAN CARTTER
Le doy un golpe en la cara a mi contrincante, él me lo devuelve en el dorso. Lo acorralo en una esquina y lo destrozo totalmente hasta que me indican parar. Levanto mis manos victorioso y escupo algo de sangre. Planeo dejar este deporte, al principio fue divertido pero me quedo simplemente con el entrenamiento.
—¿Pelearas mañana? —Me pregunta mi entrenador.
—No, lo dejaré por un tiempo. Pero... Vendré ocasionalmente a ver "Tú magia" —Digo haciendo comillas aereas.
—Eres muy bueno, deberías reconsiderarlo... —Me dan un golpe en la espalda.
—Es mi decisión... Espero la respetes... —Hemos tenido esta discusión en varias ocasiones.
—¿Qué te desmotiva Allan?... Antes no te importaba ni un poco que te rompieran la cara. Pero, ya me rindo... Vuelve cuando quieras... —Dice alejándose.
...
Me levanto por el ruido de la alarma. Debo ir a clase y luego a casa de Violett, iremos a hacer algo. Tomo una ducha rápida, me cambio, desayuno y salgo en mi auto. El día pasó algo lento, tuvimos las clases más aburridas, pero por suerte el día ya terminó.
Me voy a casa a cambiar y me dirijo en mi auto a casa de Victoria. Estos días todo he estado calmado, una extrema calma. Violett ahora recibe clase en casa, lo cual le consume demasiado tiempo, hace como más de un mes estábamos asustados por el avance de la neumonía, pero luego de varias semanas estuvo mejor y volvió a casa.
Victoria y yo vamos muy bien, ella se ha enfermado pero lo he sabido manejar. Llego a su casa y toco la puerta. —Hola Allan... —Saluda su madre. —Sigue, aún no se termina de arreglar.
—Gracias... —Me acomodo en el sofá junto a Bryan.
—¿Y cómo está? —Me pregunta Bryan haciendo referencia a Violett.
—Últimamente la he notado muy deprimida, aunque no dice por qué. Me asusta, hasta dice que le agrada estudiar, eso ya está muy mal... —Me acomodo. —Es cierto que le agrada estudiar, pero nunca lo admite...
—¿No crees que estás siendo algo paranoico? Si ella se siente bien no le veo problema... —Dice Bryan como si fuera algo común.
—No lo sé, hace tiempo está extraña. Y lo noté cuando fuimos a jugar Paintball, no se veía igual que antes... —Está viendo una película.
—No piensas que debe ser por todo lo que ha pasado. —Intenta hacerme comprender.
—No, no lo es. Porque nunca abandonaría algo así, te lo aseguro. En fin, ¿Vic se demora? —Cambio de tema.
—Estoy lista... —Volteo a ver la dirección en la que están las escaleras. Lleva un hermoso vestido que la hace ver hermosa.
—¿Vamos, preciosa? —Me acerco a ella y le doy un corto beso.
—Si, pero antes pasemos por helado. —Sugiere. —De fresa... —Asiento. —Ya nos vamos madre... —Su madre le da un beso en la mejilla, al igual que Bryan, que nos acompaña.
Le abro la puerta del copiloto a Victoria y Bryan se sube atrás. —No iremos por helado... —Habla Bryan dominante.
—Iremos, además Violett nos invitó... —Le digo deteniendome en el supermercado.
—Me agrada pasar tiempo con ella...
—Créeme que lo hemos notado Bryan... —Le dice mi hermosa novia. —Deberías inventar una excusa diferente para pasar más tiempo con ella...
—Es cierto. —Continuo. —No quiero estar siempre como excusa, deberías de una vez por todas invitarla a salir y listo. Es fácil, simplemente le dices: "Violett, quieres hacer algo. No sé ir por un helado"... —Pago el helado que escoge Victoria y unos dulces. —Te aseguro que por cortesía te dirá que sí... La conozco...
—¿Crees que tengo una oportunidad? —Pregunta como si tuviera miedo.
—Si, estoy segura. —Interviene Victoria. —Además, por lo que me ha contado no ha tenido una relación seria...
—Es cierto... —Hablo mientras llevo un chocolate a mi boca. —Lo más lejos que ha llegado es con Noah y le dejó muy en claro que sí la volviera a besar... —Le dio un ataque de pánico, quería moverlo a golpes.
—¿Con Noah? —Preguntan al unísono.
—Si, pero nada que ver. Deberías animarte amigo... —Golpeo su espalda dándole ánimos. —Te dirá que sí y de todas formas no tiene a nadie que le guste. Ella me cuenta todo...
—Es cierto, desde que ese chico se fue a Italia. Dice que no hablan desde hace mucho, como unas semanas... Yo sé que puedes tener algo con ella... —Le anima Victoria.
—Vamos, ya casi son las dos y se molestará... Es broma, hagamosla esperar... —Ella le encanta hacer eso.
—Mejor vamos... —Sugiere Bryan.
Subimos al auto y hablamos sobre cómo debería preguntarle. Es cierto que Violett puede ser complicada, pero me alegra saber que al menos no la lastimaría Bryan. Él conoce todo esto y solo quiero que mi mejor amiga sea feliz.
Ahorita la noto decaída, supongo que si tiene con quién salir tal vez vuelva a saltar por toda la casa. O por lo menos me insista en hacer una estupidez épica. Confieso que hasta a mí me hace falta, aunque ahora tiene una rara obsesión por el piano, casi siempre está tocando.
Al llegar a su casa abro la puerta con mi llave. Siempre las he tenido, esta es como mi segunda casa. —Llegué. —Aviso.
—Hola Allan. —Saluda cortésmente la chica que ahora sale con Noah. No recuerdo exactamente su nombre, creo que se llama...
—¡Hey! Bianca. ¿Qué tal todo? —Sonrio.
—Hola... —Saluda me bella novia y su hermano al unísono.
—¿Qué tal chicos? —Dice Violett bajando por las escaleras. —Los... He... Extrañado... —Me abraza, luego a Vic y por último a Bryan. Pero su abrazo dura considerablemente más tiempo. —¿Qué hacemos?
—Juguemos verdad o reto... —Sugiere Noah desde la cocina.
—Me parece bien... —Añade Bryan. —Nos sentamos... —Señala el sofá.
Nos acomodamos en círculo, en torno a la mesa de centro. Yo junto a Victoria, Noah en las piernas de Bianca y Bryan junto a Violett.