Ámame

3

Adam 

Mi nueva misión era hacer que Taylor saliera de casa y se pusiera a trabajar en la cafetería que le habían dejado sus amigos, al principio trate de no molestarla, me estaba quedando con ella, cada mañana le preparaba el desayuno y después de algunas semanas la empujaba hasta la cafetería.

Erik hizo la otra parte al convencerla de que los señores Ramírez no le hubieran dejado la cafetería de no ser porque ellos sabían que ella amaba ese lugar casi tanto como ellos.

Megan, Ash y Peter aparecieron ahí en cuanto Taylor y yo llegamos a la cafetería con algunas cosas para intentar preparar algunos de los pastelillos que se vendían en la cafetería o tratar de hacer alguno nuevo.

-Valla el lugar sí que es bonito – Peter silbó al entrar - ¿podemos ayudar en algo? – miré a Taylor y la vi suspirar, se estaba rindiendo y estaba aceptando que no la dejariamos sola.

-¿tengo opción? – me señalo – él se cree el nuevo chef de aquí así que si alguno sabe cocinar puede ayudarle, si no podrían atender las mesas o preparar los cafés.

-¿no crees que somos muchos para un lugar tan pequeño? – Megan se cruzó de brazos y luego se llevó una mano a la barbilla – podríamos dividirnos es dos turnos ¿Qué te parece?

-Es una muy buena idea, tú y Ashley pueden organizar los horarios – Taylor le paso una libreta y las llevo a que se sentaran en una de las mesas que quedaban en la ventana, no parecia muy feliz con tenerlos a todos cerca.

-¿Qué hare yo mientras tanto? – Peter me guiño un ojo

-Me ayudarías muchísimo si regaras las plantas de la parte de afuera – Taylor le señalo una puerta – ahí debe estar la jarra para regarlas

-Lamento que ellos estén aquí – lo decía en serio, quería estar solo con ella, molestarla y hacerla reír si podía

-Tranquilo, está bien, tenerlos cerca tal vez me ayude, además míralos parece que les gusta – me golpeo con un trapo en el brazo – jamás creí decirte esto, pero gracias

-De nada – la jale del brazo cuando quiso alejarse – nosotros podríamos ser tu nueva familia – Taylor sonrío casi sin ganas  y los observo a todos

-¿una nueva familia?, claro, suena bien – me dio un rápido beso en la mejilla y se alejó de mi

El día paso rápido en el café, Megan y Ash se encargaron de animar a Taylor cuando la veían decaída o triste, Peter se limitaba a pasar por su lado y sonreírle, él fue el primero en irse del café porque según dijo tenía una cita, algo que no le crei

Unas horas más tarde Megan y Ash se fueron de compras, pero antes hablaron con Taylor para decirle que pasaríamos una semana aprendiendo como hacer los pastelillos y preparando los cafés, también que los turnos eran rotativos, pero que en la mayoría de ellos yo estaría con ella y que de preferencia nuestros turnos  fueran por la tarde para que ella pudiera cerrar la cafetería.

-Me gusta que estén aquí – lo dijo de la nada, miraba al piso, sonrió un poco y luego levanto la vista hasta mi – me gusta que estés aquí

-Me gusta estar aquí – volvió a mirar el piso, me acerque a ella y le levante el rostro para que me mirara – no nos alejes Taylor, no me alejes de ti – cerro lo ojos y suspiro, quería besarla, pero solo toque levemente su mejilla

-Hazlo – su voz era apenas un susurro

-¿Qué cosa? – necesitaba que lo dijera claramente, cuando se trataba de ella, todo era como un campo minado, dabas un paso en falzo y lo que habias avanzado se iba a la mierda en un segundo.

-Bésame – me miraba a los ojos y tenía un leve sonrojo, juro que por dentro estaba levantando mis brazos como si hubiera ganado el campeonato.

Le acaricie la comisura del labio y sonrió un poco, sus ojos pasaban de mis ojos a mi boca y la vi humedecerse los labios, no quería aprovecharme de ella, solo le di un corto beso y necesite todo de mi para alejarme, pero ella me sujeto del cuello y me beso, se puso de pintitas para alcanzarme y baje un poco más mi cabeza para que no se esforzara tanto, me quede ahí besándola un momento, cuando decidió que era suficiente me soltó y suspiro.

-Gracias – me sonrió, se dio la vuelta y trato de irse, la detuve de la muñeca

-¿Por qué? – no se giró y yo tampoco hice nada para que se girara, miro mi mano en su muñeca y se sorprendió, la solté y su seño se frunció

-Por cuidar de mi este tiempo, supongo que ya puedes irte a casa, estaré bien, creo que lo que necesito ahora es estar sola – miro a la calle a través del vidrio de la cafetería

No le dije nada, no tenía nada que decirle, no sabía que decirle, simplemente tome mis cosas y salí de ahí, no fui a casa, me quede oculto en la esquina de esa calle, quizá ella no me quería cerca, quizá quería estar sola, pero no iba a dejarla sola, iba a ser como un fantasma y la iba a cuidar desde las sombras, siempre había hecho eso, siempre iba a seguir haciéndolo.

La vi salir de la cafetería, tenía puesta mi chaqueta del equipo, la había dejado colgada en la puerta, espere a que cruzara la calle y la seguí sin que se diera cuenta de que estaba siguiéndola, ¿algún día se daría cuenta que siempre estaba detrás de ella para asegurarme que llegara bien a casa?, cualquiera pensaría que yo era un acosador, ¿Qué más podía hacer? La chica a la que amaba no me quería cerca y yo no estaba tranquilo sabiendo que iba sola por la calle, sabía que ella podía cuidarse sola, pero prefería cuidarla yo, asegurarme de que ella estaba bien la perdí de vista un momento y me sorprendió encontrarla recargada en una pared en el lado oscuro de la calle.




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