ADAM
La cabeza me pesaba, era como tener una cruda y estar borracho al mismo tiempo, todo me daba vueltas, quería recordar que había pasado, quería abrir los ojos, pero había mucha luz y eso empeoraba mi dolor de cabeza, no había sido consciente de que había alguien conmigo hasta que sentí que me beso, tomo mi mano y la beso, tome su mano para que no se fuera y poder averiguar quién era esa persona y en donde me encontraba.
- ¿Quién eres? – escuche mi propia voz y ni siquiera podía reconocerla
- Soy Taylor, Hola cariño – solté su mano y traté de tocarme la cabeza, pero ni siquiera sabía dónde estaba mi cabeza o si aún estaba sobre mis hombros, su voz había hecho que otra ola de dolor me invadiera y ni siquiera había podido escuchar su respuesta
- ¿Quién eres? – repetí esperando poder escuchar su voz con más claridad y poder saber quién era
- Soy yo Adam – la voz era de Taylor
- ¿Qué haces aquí? – creí que estaba molesta conmigo – ¿Qué hago aquí?
- Tuviste un accidente, he estado esperando a que despiertes – quite su mano de mi cara, tenía las manos frías y esperaba que terminara conmigo en cualquier momento – debo ir por la enfermera
- No, espera – la detuve
Si esta sería la última vez que hablaríamos quería que durara un poco más, la estudie un poco, no se veía como la Taylor que recordaba, usaba una falda roja de cuadros, botas con tacones y sonreía más, parecía algo cansada pero feliz, su cabello estaba más largo y había tomado dos mechones de su cabello, uno a cada lado de su cabeza y lo había sujetado con un listón rojo
- recuerdo que estabas molesta conmigo ¿Qué fue lo que paso?
- No estaba molesta contigo, voy a contarte desde la fiesta, estabas en la cocina, Alison estaba besándote y ahí de pie en la puerta de la cocina, viéndolos con mis propios ojos, no sentí nada – quise tomar su mano y ella termino tomando la mía – tuve algún tipo de crisis porque no sentía celos de la idea de tu con Alison, después hablé con algunas personas
- Mis primos – la interrumpí
- Si, con Isabel y tu padre también he hablado – ¿mi padre había hablado con ella? – cuando paso lo del accidente, me di cuenta de que no quería una vida sin ti – la escuché llorar y quise calmarla, pero ella aún tenía mi mano – me asusto mucho la idea de perderte, esa noche, no estaba molesta contigo, estaba molesta conmigo por no sentir celos
- Cariño, no sentiste celos porque sabes que te quiero a ti y que si hubiera querido aceptar las propuestas de Alison lo habría hecho hace mucho, supongo que mi madre me crío muy bien, al menos lo suficiente como para que no me involucrara con una chica sin sentir un poco de amor por ella.
- Te quiero – susurro bajito, esperando que no la escuchara, pero lo hice la escuche, no sabía si responder o no, ella lo hizo por mí, me beso
Unos días después los doctores me dieron de alta, dijeron que me lo tomara con calma y que me cuidara, empecé a negar con la cabeza y Taylor se aseguró de decirle al doctor que ella se encargaría de todo, los chicos dijeron que querían celebrar que había salido del hospital, por la noche todos ellos estaban decididos a salir de paseo, Peter se ofreció a conducir, ni Taylor ni yo queríamos ir en auto, ambos seguíamos afectados por el accidente, decidimos subir juntos, intentarlo, juntos podíamos hacer muchas cosas, se sentó con las piernas sobre las mías, su mano y frente en mi cuello y ahí se quedó hasta que llegamos a una casa que me parecía vagamente familiar, supe dónde estábamos cuando mire calle abajo, en ese rumbo se encontraba la casa de los padres de Taylor y el viejo parque en el que jugábamos cuando éramos niños, esa era la casa de mi madre, estaba pintada de otro color, pero seguía siendo la casa de mi madre, ya no era de color amarillo claro, era blanca, era su casa y al mismo tiempo no lo era, Taylor seguía tomando mi mano y era lo único que me mantenía en pie, lo único que evitaba que cayera al suelo en ese momento era ella.
- Déjenme a solas con él – Taylor me abrazo y la rodé tratando de salir del transé
- No, chicos, por favor quédense aquí – bese la frente de Taylor y la abrace más fuerte y sonrió – sé lo que intentan, los conozco tan bien que sé que hacen esto para ayudarme, pero no quiero esta casa
- ¿Por qué no? Es hermosa – Megan hacia un puchero, Ashley se cruzaba de brazos y Taylor me miraba como si estuviera loco
- Sé que es hermosa, pero yo no quiero… - Taylor me detuvo y salió de mis brazos