Amame o Destruyeme

CAPÍTULO X

 

JAY

 

 

Las palabras de Alice resuenan en mi cabeza una y otra vez. Tengo que sostenerme fuerte del barandal para no caer, esto no puede ser posible. De todos los escenarios que me imaginé, este jamás paso por mi cabeza.

Ahora todo tiene sentido.

Las miradas de asco de mi padre hacia Jacob. El desprecio.

El cómo mi madre a veces lloraba con solo verlo.

Pero ¿Qué culpa tenía mi hermano de eso? Ninguna y término pagando los platos rotos de todo.

Mi madre no merecía eso y Mi hermano mucho menos. Un sentimiento comienza a recorrer mi cuerpo reemplazando a todos los demás  provocando que apriete el barandal con fuerza. Furia, ninguna mujer merece un daño así.

¿Qué clase de escoria es capaz de eso? Una sola pregunta ronda en mi cabeza.

-¿Quién?-susurro tan bajo que dudo que Alice logrará escuchar-¿Quien fue?-pregunto un poco más alto.

Alice me mira sin comprender y luego cae en cuenta de mi pregunta.

Suspira.

-Realmente, no lo sé Jay-responde-Recuerdo que unos meses antes de irme Jacob fue a hablar con tu madre del tema  y cuando regreso estaba como loco, jamás me quiso decir.

Suspiró y paso las manos por mi cabello tratando de ordenar las ideas.

Claro, como si eso fuera posible.

-No deberías de escarbar Jay-aconseja notando mis intenciones-Es el pasado de tu madre y no tiene caso que investigues. Jacob se fue.

-Necesito saber, el…

-No Jay, solo le traerás mas dolor a tu madre, de nada sirve traer el pasado ya.

Giró dándole la espalda a Alice y mis ojos se llenan de lágrimas.

-Lo extraño-digo y mi voz se quiebra un poco-Si tan solo hubiera sabido antes yo...-trato de pronunciar. Vuelvo a pasar las manos por mi cabello frustrado.

-Los hubiera no existen Jay y sabes perfectamente que el mismo era el único que podía salvarse.

Tiene razón.

Pero duele tanto.

-¿Por qué no me lo dijo?-pregunto girando hacia ella nuevamente. Alice hace una pequeña mueca.

-No quería que lo odiaras-responde.

-Sabes que jamás haría eso, no era su culpa-digo.

-Lo sé, pero él tenía mucho miedo. Se sentía no merecedor de cariño si quiera. Se odiaba a sí mismo, se sentía sucio. Ya tenía bastante con el desprecio de tu padre. No podía soportar que tú lo hicieras también-dice y suspira-Así que simplemente guardo silencio y se dejó caer en un abismo del cual ya no pudo salir.

Alice era de esas personas que podías leer fácilmente, todo en ella es tranquilo ameno y cariñoso. Era una gran mujer y muchas veces se me hizo gracioso e irónico que ella y mi hermano estuvieran juntos.

Eran totalmente diferentes.

Jacob era oscuridad y ella luz. Pero aun así fui testigo de su amor y me consta que ella lo amo más que a sí misma, hasta tengo la leve sospecha de que aún lo hace. Sus lágrimas siguen ahí y el dolor de su perdida es tan palpable en su mirada.

Ella fue un destello de luz en su oscuridad. Lamentablemente esta última era más grande de lo que podíamos imaginar y se lo termino llevando lejos.

-Mira Jay, sé que no soy quien para decirte esto pero lo mejor es que dejes todo así. Te lo conté porque merecías saber la verdad, saber por qué tu hermano recayó en ese mundo  y por su alma te pido que no busques, sobretodo porque sabemos que le traerás más dolor. No puedes revolver su pasado y nada de lo que hagas traerá a tu hermano de vuelta. Es mejor que avances.

-No es tan fácil Alice-susurro.

Alice me da una pequeña sonrisa compresiva y coloca su mano en mi hombro.

-Nada en esta vida es fácil Jay y no te puedo decir que algún día dejará de doler pero si te puedo asegurar que en cada paso que des, Jacob estará en tu corazón. El murió pero tú sigues aquí viviendo, no puedes seguir aferrándote al pasado y a lo que pudo o no suceder.

Le dedicó una pequeña sonrisa y suspiró

-Gracias-digo a lo que ella me devuelve la sonrisa y asiente.

-Quiero conocerla-digo de repente-Alice me mira sin entender-A mi sobrina-completo.

-¿Estás seguro?-pregunta con duda y yo asiento.

-¿Cómo se llama?-pregunto y ella sonríe.

-Grace-responde y yo sonrió.

-Es un nombre muy lindo-digo-¿Puedo verla ahorita?-vuelvo a preguntar.

Alice duda unos segundos antes de asentir.

-No creo que este despierta para cuando lleguemos pero puedes por lo menos verla y ya mañana visitarla en la tarde-responde a lo que yo asiento.

Comenzamos a caminar hacia su casa, cada uno metido en sus pensamientos. Nunca me imaginé estar en esta situación, de hecho por mi cabeza en ningún momento paso el volver a hablar con Alice, siempre lo vi como un tema prohibido. Estaba tan dolido y cegado que ni siquiera me di cuenta de lo que hacía. La culpe por haberse ido, por la muerte de mi hermano y otras cosas que ya no vienen al caso. Cuando el único responsable era el. Jacob en su depresión no se dio cuenta de lo que estaba perdiendo y termino hundiéndose.




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