LUCIA
-Me alegra tanto volver a verte-es lo primero que dice Jess apenas me ve llegar a la mesa. Me abraza. Luego de vernos en aquella cenara, le escribí y quedamos en vernos en un pequeño café cerca de su universidad, tenemos tanto de que hablar y ahora estamos aquí, por fin juntas.
Tuve que hacer algunas maniobras para poder salir de la mansión sin ser notada pero lo logre. Logre huirle a los gorilas de Matthew.
Merezco un óscar.
-A mí también me alegra verte-digo sonriendo. Nos sentamos una al frente de la otra.
Hacemos nuestros respectivos pedidos. Donas y café. Mi mente se llena de nostalgia ante los recuerdos, fuimos tan felices en esos momentos.
-¿Cómo te fue en Inglaterra?-pregunta después de que la camarera se fuera con nuestro pedido.
Hago una pequeña mueca.
-Digamos que bien. Viví con la bruja de mi madrastra durante tres años-respondo y me encojo de hombros. Mi pelirroja amiga suelta una pequeña risita ante mi sarcasmo.
-Oh, me imagino que debió ser divertidísimo-se burla y yo ruedo los ojos con diversión.
Jessica se coloca seria y me mira fijamente.
-Ya dime la verdad.
-¿Por qué piensas que te oculto algo?
Ella me sonríe y puedo notar un poco de lastima en ella.
-Tus ojos, están totalmente apagados y cansados, como si llevaran un enorme peso en tus hombros, desapareciste de la nada y mi mejor amiga no haría eso, aparte viviste con la arpía de Bárbara no se puede esperar algo bueno de una persona como ella-deduce-Además ahora eres rubia y recuerdo que odiabas ese color de cabello-finaliza y se encoje de hombros como si no hubiese acabado de estudiarme.
Bien, no puedo mentirle.
Bufo con resignación.
-Odio que me conozcas tan bien-digo y ella sonire-Bien eh…-me aclaro la garganta-Decir que fue horrible es poco y sé que te debo una larga explicación…
La camarera nos interrumpe con nuestros pedidos y cada una toma una dona con glaseado de chocolate y maní.
Son la gloria.
-Una explicación muy larga y con detalles sobre todo la parte en que estas por casarte a tus dieciocho años-comenta luego de darle la primera mordida a su dona.
-Lo sé-digo y muerdo mi labio inferior.
Desvió la mirada.
-Papá hizo que perdiéramos el contacto después de que me fui, él no quería que siguiera teniendo contacto con ninguno de ustedes-comienzo. Jess frunce el ceño y antes de que formule la pregunta respondo-Bárbara fue la que lo convenció, igual fue cuando tomó la decisión de mandarme a Inglaterra. Simplemente soy un estorbo en su camino.
-¿Por qué?-pregunta y me encojo de hombros.
-Ella quiere todo el poder, dinero, fama que pueda tener y yo soy una piedra en su camino.
-Claro y ahora ya no lo eres porque te casaras y aumentaras su poder-deduce y yo asiento.
Suspiro.
-Simplemente soy la marioneta de Matthew y Bárbara.
Jess bufa con molestia.
-Son unos…unos…-comienza pero se detiene tratando de buscar las palabras-Unos desgraciados.
La miro con sorpresa.
-Vaya Jessica Jenner diciendo palabrotas, hoy se debe caer el mundo-bromeo y ella rueda los ojos.
-Supéralo, solo es una palabra-comenta simple y suspira. Tomo otra dona mientras mi amiga digiere la información.
Dios, están deliciosas.
La voz de Bárbara regañándome por el nivel de calorías que le estoy agregando a mi cuerpo llega a mi mente y sonrió con malicia.
Toma esa Barbie.
-¿Entonces te casaras?
Asiento.
-¿Lo amas?
Mi silencio es toda su respuesta y ella suspira.
-Obligar a tu hija a irse, alejarla de sus amigos y ahora hacer que se case con alguien que no ama ¿Qué clase de padre hace eso?
Sonrió sin gracia.
-El mío al parecer.
Mi amiga me mira fijamente y siento como su cerebro está trabajando a mil por ciento.
Ruedo los ojos.
-Escúpelo.
Jessica juega con sus manos sobre la mesa algo nerviosa.
-¿Aun…-se aclara la garganta-Aun amas Jay?
Coloco un mechón rebelde de mi cabello detrás de mí oreja y desvió la mirada.
Me encojo de hombros.
-No lo sé, han pasado muchos años-respondo.
-¿lo has visto?-pregunta y asiento.
No solo visto, también besado y tratado mal.
-Si-respondo con una mueca-digamos que no lo he tratado de la mejor manera. Recuerda que mi padre no lo quiere.