JAY
Detengo el auto frente al enorme portón negro, el cual tiene arriba de este unas letras en cursiva "familia Evans".
Sé que dije que no volvería a pisar esta casa.
Otra vez.
Pero mis padres no me dejan mucha opción cuando trabajan para ellos y se empeñan en no tomar sus días de descanso.
Literal serían los trabajadores del año.
-¿Estás seguro de esto?-pregunta Logan a mi lado-Digo has estado patéticamente estos últimos días, no creo que estés en las condiciones para hablar con tus padres. Además, sabes que tu mamá se niega a aceptar su muerte. Puedes llegar a hacerle más daño.
Hace unos días decidí contarle todo lo que había hablado con Alice y desde entonces apoya a mi cuñada en el que no siga buscando y aunque quizás tengan razón y esto sea una mala idea la incertidumbre me está matando, necesito respuestas y mi madre es la única que me las puede dar.
Mi familia no puede seguir haciendo como si nada paso. Como si no nos destruimos con su muerte.
-Necesito saberlo-digo mirando hacia el frente.
Logan suspira.
-Está bien, te entiendo pero después no digas que no te lo advertí.
Asiento y nos anunciamos con los de vigilancia, quienes nos permiten la entrada. Conduzco hasta el garaje y luego entramos a la enorme casa. Como la mayoría de las veces mi madre se encuentra en la cocina de está preparando el almuerzo con sus ayudantes. Apenas me ve sonríe.
-Mis niños-saluda y nos abraza-Creí que estabas muy ocupado para acordarte de tu madre.
Me contengo de rodar los ojos si no quiero terminar con un sartén en la cabeza.
Buen chico.
-Eres un desconsiderado Scott-molesta mi amigo y sin poder evitarlo le doy un zape en la cabeza.
Odio que me llamen por mi segundo nombre.
Mi amigo se queja.
-Jay Scott Miller ¿Que te he dicho sobre la violencia?-regaña mamá y yo protesto.
Esta vez, no me contengo de rodar los ojos.
-Gracias madre, ahora todos saben mi nombre completo-me.
-Todos aquí te han visto desde pequeño Jay, conocen tu nombre-se defiende.
Como sea. quejo
-De hecho madre, vine porque quiero hablar contigo.
Directo como siempre.
-¿Que sucede?-pregunta y yo me aclaro la garganta incómodo.
-Bueno, yo esperaré en el auto-interviene Logan-Fue un placer verla mi querida Martha-se despide y da la media vuelta hacia el pasillo.
Mi madre me observa unos segundos estudiándome.
-Si Logan se fue así es porque me dirás algo serio-adivina.
-Bueno...-digo y tomo asiento en el taburete de la cocina, ella hace lo mismo.
Tal vez si sea mala idea.
Quizás no deba.
Mi madre coloca su mano encima de la mía y la acaricia deteniendo mis pensamientos.
-Jay, cariño me estás preocupando.
Bueno, ya estoy aquí.
Suspiró.
-Hable con Alice-comienzo y la mirada de mi madre se endurece, alejando sus manos de las mías.
-¿Has venido hasta aquí solo para hablarme de ella?-pregunta con molestia-Ella fue la perdición de tu hermano.
-Sabes que no es así mamá. Jacob ya estaba destruido, su muerte no tiene nada que ver con ella.
-Cállate-dice y se levanta automáticamente hago lo mismo-Tu hermano está de viaje y está mejorando sin esa arpía.
Sonrió con tristeza.
Como quisiera que eso fuera verdad.
Claro, para ella es más fácil ignorar la realidad que soportar el dolor.
-Sabes perfectamente que no es así. Jacob murió mamá, no puedes pasarte la vida haciendo como si ese hecho no paso y diciéndoles a los demás que mi hermano está de viaje-suelto tratando de hacerla entrar en la realidad es la única manera de que me dé respuestas. Noto como sus ojos se llenan de lágrimas.
-Si puedo-masculla-Era mi bebe. Mi hijo y tú no me vas a decir cómo lidiar con esto.
-No intento decirte cómo lidiar con ello-suavizo mis palabras-Pero la única manera de seguir es aceptando mami, por favor-Un sollozo sale de su parte y sé que ya he derrumbado parte de sus muros.
Me acerco a abrazarla y un nudo en mi garganta se forma.
-Te envenenó ¿Cierto?-pregunta con la voz quebrada y se aleja-así como hizo con tu hermano.
-Mamá no...-trato de decir pero me interrumpe.
-La muerte de tu hermano es un tema cerrado Jay-dice negándose a hablar conmigo.
Siempre con lo mismo.