Capítulo 01

Hola, mi nombre es Maggie, tengo dieciséis años, y actualmente estoy en ultimo año de preparatoria, pero aún así a mis padres les pareció una muy buena idea cambiarse de ciudad y transferirme a un nuevo colegio, mi padre a conseguido una nueva propuesta de empleo y por ello tendré que adaptarme a una nueva vida y tener nuevos amigos —suspiro frustrada— eso es lo que más me molesta tenía toda una vida perfecta y tenía a mis amigos y ahora tendré que hacer nuevos y quién sabe qué tipo de personas serán mis nuevos compañeros o si siquiera les agradaré, sólo espero no meterme en problemas con ninguno de ellos, al menos quiero terminar mi último año en paz.

—Mag, ya baja que llegarás tarde a tu primer día. —dijo mi mamá en el marco de la puerta.

—Voy mamá.

Terminé de desayunar mi cereal favorito, mi mamá me llevará al colegio así que fue un viaje tranquilo aunque estaba un poco nerviosa el primer día siempre es muy importante esperaba que todo saliera bien.

—Bueno, es aquí.

Observo por la ventana, habían muchos estudiantes manteniendo conversaciones con otros compañeros, me sentía un poco desubicada, mis nervios tampoco ayudaban así que solté un largo suspiro lista para salir del coche pero mamá me detiene antes.

—Todo estará bien, no te preocupes por nada, les agradarás. —dice dándome un beso en la mejilla.

—Eso espero... —solté otro largo suspiro para animarme y me bajé del auto

Comencé a dar vueltas por todo el edificio y como se han de estar imaginando estoy completamente perdida...

No logro encontrar mi aula " G3 " ¿Dónde rayos estaba las G? —pensaba— tratando de entender el papel entre mis manos que me había dado la directora, estaba completamente sumergida en ello cuando choque con alguien y caí al suelo.

—¡Auch! —me quejé.

—Perdón, estoy algo apurado, lo siento. —habla el ojiverde frente a mí mientras me ayuda a levantarme.

—Está bien no pasa na... —intenté decir pero entonces se fue antes que terminara de hablar.

—¿Qué rayos? —me expreso para mi misma extrañada.

—Rayos, rayos, rayos. —comienzo a soltar desesperada al escuchar el timbre de entrada sonar—. ¡Ah! como le hago...

—Ey disculpa. —Le digo a una chica de cabello corto que va pasando al lado.

—¿Eh? 

—¿Me puedes ayudar a encontrar mi salón? Por favor. —le pregunto un poco apenada.

—Déjame ver -dice tomando el papel entre sus manos —. G3 Oh, es mi salón, sígueme. —dice sonriendo.

—¿De verdad? Que bien ¡Gracias!

—Mi nombre es Michelle y ¿el tuyo? 

—Maggie, ese es mi nombre, mucho gusto. —digo sonriéndole de vuelta.

—Es aquí.

—Muchas gracias Michelle, no se que hubiera hecho sin ti.

—No es nada, aquí está libre, siéntate -dice señalando un asiento en la mitad del salón, pegado a la pared de la derecha.

—Es un buen sitio, me encanta. —digo animada—. y tu asiento está a la par por si necesito tu ayuda, es perfecto.

—Comienza a reír ampliamente—. claro no te preocupes si necesitas algo sólo dilo.

—Eh, es el chico de hace rato. —digo señalando al rubio ojiverde con el que choque en el pasillo unos minutos antes.

Estaba protagonizando una escena muy romántica al ofrecer una rosa roja a una hermosa chica de cabellera larga cuyo color hacía contraste con el color miel de sus ojos.

Se ve muy tierno y brillante frente a ella, estaban por besarse pero el maestro entró en la sala y entonces no hicieron nada, supongo que es porque seguro el maestro se molestaría.

—Te amo. —le escucho decir al chico.

—Jerry... —suelta entre dientes en un susurro amenazante.

Entonces no entendí nada, le estaba diciendo que la amaba... y entendí mucho menos cuando el chico empezó a disculparse y se alejó a su asiento.

—¿Te gusta? —cuestiona Michelle, al lado mío.

—¿Qué? No. —niego rápidamente 

—Será mejor que no lo mires, perderás tu tiempo ese chico sólo tiene ojos para Layla, la chica a la que le daba la Rosa.

—¿Es su novia? 

—Eh, digamos que sí... Es su novia.

—¿Digamos? 

—Pues si son novios, pero ella, uhm, no tiene esa clase de sentimientos por él, no de esos que tienen los novios habituales.

Me quedo algo confundida con la información hasta que el maestro interrumpe mis pensamientos.

—Hoy tenemos una alumna nueva, como habrán notado, ven adelante y preséntate a tus compañeros. —dice llamándome a su lado intentando ser amable.

Paso al frente con pasos firmes aunque esté un poco nerviosa.

—¡Tú! —dice el chico con el que choque, Jerry.

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Jerry 

—¿La conoces? —cuestiona layla.

—No, sólo tropecé con ella hace rato.

—Uhm, entiendo.

—Hola, mi nombre es Maggie Hoffman, tengo dieciséis años y soy proveniente de Luján, espero que nos llevemos bien, expresa sonriente la nueva.

—¿Es linda no crees? —pregunta Sean a mi lado.

—Eh si. —y es que si era atractiva, un poco pálida pero combinaba bien con su larga cabellera negra y tenía una mirada bastante profunda sus pupilas era muy grandes que parecían llevarte a un agujero negro sin fin.

—Vamos es muy linda, incluso mejor que Layla. —dice poniendo los ojos en blanco.

—Estás loco, claro que no.

—No mientas Jerry, mirala hasta se están lanzando miraditas. —dice riéndose y moviendo su ceja izquierda de arriba abajo sin parar.

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Maggie

—Deberías parar de mirarlo, lo estás haciendo muy obvio. —dice Michelle a mi lado conteniendo la risa.

—¿Eh? no... no lo estaba mirando.

—Si, claro... —dice arrastrando la letra o.

—¿Se nota? 

—Sí. —dice divertida como si fuera re obvio—. sobre todo para él. —continúa y lo señala con la mirada y entonces desvío mi vista hacia él y si parecía haberse dado cuenta porque también me miraba.

—Rayos... —digo desviando la vista de él.