Las clases terminaron.
—¡Por fin terminó..! ya quiero irme a casa, ¿Nos vamos?— soltó Michelle de pie, a mi lado, en mi espera.
—Eh... es que quiero ir a la biblioteca por unos libros.
—¿Libros? ¿Para qué?
—Ah, sólo quiero leer algo para distraerme.
—Sabía que no eras como yo, pero leer... wow que genial, te acompaño, igual no tengo nada que hacer.
—¿Qué?—dije con una risilla nerviosa—. es que tardo mucho en escogerlos y no quiero molestarte, ¡Me voy! nos vemos mañana. —grité mientras me alejaba corriendo por los pasillos.
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Michele
—Bien...
—¡Ey! —gritó Sean tras de mí.
—¿Qué quieres?
—¿Y Maggie? ¿Por qué no vienes con ella?
—Ah, iba por un libro a la biblioteca ¿Por qué?
—¿Biblioteca..? —dijo sonriendo con complicidad.
—Disculpa ¿Me estoy perdiendo de algo?
—¿Por qué no fuiste con ella?
—Dijo que no quería molestar, ella solo es así ¿Puedes ya decir que es tan divertido? que no entiendo nada.
—Jerry... fue al "baño" —expresó haciendo comías con sus dedos—. Y no quiso que lo esperara.
—¿Estás insinuando que están juntos?
—Sí, bueno supongo que me equivoqué, mira. —señaló un lugar frente a nosotros, donde Jerry hablaba con Layla.
—Al parecer van a reconciliarse nuevamente...
—Sigue con la misma estupidez.
—Es lo que parece, por un momento pensé que la dejaba pero es obvio que me equivoqué.
—Yo igual lo creí, pero sigue siendo el mismo idiota, es tan molesto, me voy.
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Jerry
—Tenemos que hablar. —dijo Layla que apareció de la nada frente a mí.
—¿Sobre qué?
—Sobre ¿Por qué estás actuando así?
—¿Así cómo?
—Jerry estás distante conmigo, no me hablas y simplemente te vas... cómo si yo te hubiera hecho algo malo.
—¿Pero tú qué podrías hacerme Layla? si tú siempre has sido linda conmigo, es sólo que me duele la cabeza eso es todo...
—¿Por qué te duele tanto? todo el día has estado así...
—Layla, tú también estuviste así, incluso hasta en la noche seguías enferma, tu deberías de entenderme, al menos que no fuera cierto lo que tu tuviste, no tienes ninguna razón de desconfiar de mí.
—¿Por qué fingiría?
—Por eso mismo Layla ¿Por qué yo sí lo haría?
—Bien... te creo ¿Nos vamos juntos?
—No, tranquila, me iré con Sean así que no tienes de qué preocuparte, nos vemos mañana.
—Jerry... —soltó entre dientes mientras me daba la vuelta para irme.
—¿Sí?
—¿Y mi beso?
No contesté, la quería tanto pero apenas y procesaba lo que sentía o había pasado en estos días.
Es como si mis esperanzas estuvieran apunto de rendirse y eso dolía.
Y verla aquí fingiendo que no pasa nada, solo duplica el dolor, como fuera eso posible.
—¿O es que ya no me quieres..?
Dejé escapar un leve suspiro.
—Sí te quiero. —solté dándole un beso en la mejilla.
—¡Jerry!
—¿Qué pasa?
—Vamos juntos hasta la salida.
—Te extrañé mucho. — habló a mí lado, tomándome de la mano mientras caminábamos.
—Yo también...
—¿Enserio? Podríamos salir hoy en la noche no sé ¿Qué dices?
—Eh, claro, te enviaré un mensaje adios.
—¡Jerry!
—¿Qué pasa?
—El coche de Sean ya no está, creo que ya se fue ¿Quieres que te lleve?
—¿Qué?
—Sí, no te preocupes por mí, no hay problema, vamos. —dijo tirándome del brazo para que ingresaramos al coche.
—No tenías por qué molestarte, yo podría tomar el autobús.
¿Qué pasa contigo? he intentado ser buena pero sólo me rechazas ¿Hay algo que no sé? dime ¿Qué pasa?
—No, no es eso, lo siento, no quiero hacerte sentir mal.
—Está bien, no te preocupes, no pasa nada, ojalá mejores pronto... por qué a decir verdad no me gusta el Jerry de ahora.
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¿Será que podemos hablar un momento después del colegio?
¿Ah?
Sólo será un momento, te esperaré en la azotea cuando termine la clase ok...
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Layla
—¡Layla para el auto!
—¿Por qué? ¿Qué pasa?
—Sólo estacionalo, tengo que hacer algo.
—¿Pero qué es..? —dice estacionandose a unas cuadras del colegio.
No contestó, solo abrió la puerta y salió corriendo.
—¡Oye! ¿Pero qué rayos te pasa? Genial lo que me faltaba, ahora hasta Jerry me deja plantada, más miserable no podía ser.
Mi teléfono sonó era Eizen.
—¿Hola?
—¿Dónde estás?
—Estoy por irme a casa ¿Por qué? Cambiaste de opinión y ahora si quieres salir?— solté esperanzada.
—No sé si esto cuenta como que cambie de opinión pero hay un lugar al que quiero ir y sólo te quería preguntar si quieres acompañarme
—Acompañarte claro, me encantaría.
—Entonces, paso por ti dentro de una hora.—Sólo dijo para colgar sin esperar una respuesta.
—Pero esto es buena suerte ¿No? Si Jerry estuviera aquí tendría que haber cancelado.
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Maggie
—Tal vez no vendrá, ya llevo media hora esperando, debería irme, esto es demasiado patético, incluso para mi.
Bajé las escaleras no tenía sentido esperar más.
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Jerry
Continué corriendo y subí las escaleras hasta llegar a la azotea.
—¡Maggie! —dije llamándola a la nada con la esperanza que aún estuviera ahí—. ¡Maldición! que tonto, era obvio, nadie en sus cinco sentidos esperaría tanto, que ¡Idiota! Maldita sea cómo lo olvide...
Frustrado golpee fuertemente una pelota que se encontraba ahí hacia la pared pero esta rebotó de inmediato rozándome la cara.