Amándote Entre Besos. [en Curso]

Capitulo 11

• Nota de la autora. Leer con Before You Go de Lewis Capaldi.

Jerry

Llegué a casa y me recosté sobre la cama.

¿Qué fue eso..? ¿Ella era? ¿Mi... madre? Intentando analizar las imágenes y audios borrosos que fueron reproducidos en mi cabeza, era una especie de picnic estaba mi madre con otra señora charlando y yo ¿Qué estaba haciendo? Mamá no paraba de gritarme y no... no entiendo y ¿Cat? ¿Teníamos un gato? La confusión me envolvió y con ella el fuerte dolor de cabeza que me hizo quejarme en voz alta del dolor.

—¡Jerry! ¡Jerry! ¿Qué pasa? —habló Mari al borde de mi cama.

—¿Qué pasó? ¿Estás bien? —dijo papá entrando a la habitación.

—Sí... si lo estoy no te preocupes... —dije apenas recuperé la compostura—. sólo fue otra imagen sin sentido reproduciéndose en mi cabeza, no fue mucho como siempre... pero esta vez definitivamente fue más dolorosa.

—¿Por qué recuerdas algo más?

—Estábamos en un especie de picnic y mamá me regañaba por algo y había otra mujer junto a ella pero no la reconozco de nada. ¿Quién era?

—Tal vez sea la señora Hoffman, solía ser una muy buena amiga de tu madre, su familia se pusieron triste al ver que no los recordabas, eran buenos tipos pero perdí contacto con ellos luego de mudarnos ya sabes.

—¿Entonces son de Luján?

—¿Y Cat? ¿Teníamos un gato? ¡Ah! —volví a soltar un quejido. Maldición no dejaba de doler.

—¡Jerry! Ya basta —habló Mari.

Papá soltó un suspiro. 
—No intentes seguir recordando... No dejará de doler si sigues intentándolo, lo que importa es que estés bien, solo ignoralo y descansa.

—Te traeré el medicamento solo ya no lo intentes más.

Pasaron un par de minutos y aún no podía dormir, no dejaba de pasar el Hoffman por mi cabeza, a ellos tampoco lo recordaba pero aún así sentía algo de familiaridad al recordar el apellido.

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Michelle

—¿Qué?

—Qué lo ha visto contigo antes, al principio sólo lo vi observándolo sin decir una palabra pero segundos más tarde lo vi encarandolo...

»Le preguntó qué demonios hacía, en ese momento pensé que estaba pasado de copas e iba a ir a apartarlo. Pero le comenzó a preguntar sobre qué le había puesto al vaso, lo que pretendia y él solo se puso a reír en respuesta, ni siquiera intentó negarlo, Eizen se molestó mas por ello y comenzó a golpearlo, el resto lo has visto por ti misma.

No lo escuché decir más y avancé hacía el frente para cruzar la otra puerta.

No sé qué se supone que quería o debía decirle pero sentía que tenía que hablar con él.

Salí, comencé a buscarlo con la mirada por todos lados, no habían tantas personas así que era simple él no estaba ahí, rodee la casa para llegar al frente con una pequeña esperanza de que el estuviese ahí pero tampoco lo estaba.

Continúe la caminata hasta el auto de Sean iría y le mandaría un mensaje.

Hacía frío y para colmo que prefiero los climas cálidos, hoy traía un vestido corto y sin mangas así que inevitablemente me estaba congelando, no sabía soportar el frío.

Me recosté sobre el capó del coche de Sean y le mandé un mensaje pidiéndole que me lleve a casa a como prometió.

Debatí si debería intentar mandarle un mensaje a Eizen pero llegué a la conclusión que es algo que quería agradecerle en persona, sin planes ocultos claro, ¿Por qué tuvo que irse?

Suspiré pesadamente mientras pensaba en lo sucedido una y otra vez.

Las hojas de los árboles se movieron por el fuerte aire que también me hizo temblar del frío, me removí incomoda me abracé a mi misma ¿Porqué no usé un vestido con mangas?

—¿No te parece mejor opción entrar que estar aquí muriendote del frío?

—Eizen... —dije separándome del coche de golpe.

—Entra, te llevaré a tu casa.

—¿Qué pasa con Sean?

—El creyó que tenías algo que decirme, pensó que habías salido a buscarme así qué terminé con sus llaves viniendo aquí. Aunque supongo que Sean pensó mal después de todo.—Suspiró—. En fin... ¿Puedo llevarte yo o debería ir por Sean para que pueda llevarte él?

—Sí... Si puedes, pero si Sean te ha obligado solo llámalo él prometió llevarme.

—No me ha obligado, estoy aquí porque quiero estarlo, sube te llevaré.

—Eizen yo... —volvió a suspirar interrumpiendo mi discurso.

—Bien, si no vas a entrar al menos usa esto. —dijo sacándose la chaqueta y poniéndola alrededor de mis hombros—. Pero que sepas que adentro también puedes hablar.

—Lo siento.

—Michelle ya no importa.

—Luca... me lo ha contado.

—¿Él te ha contado qué exactamente?

—De verdad lo siento yo no debí decirte esas cosas... es solo que... bien no importan las razones no intentaré justificarme, de verdad lo siento yo estaba por irme así que no creo que terminara pasando nada, pero de igual forma quería agradecerte, aunque es probable que lo hubieras hecho por cualquiera, porque tú eres así, lamento por juzgarte sin antes saber tus razones, no debí hacer eso.

—Da igual Michelle, lo que importa es que estás bien, no tienes que disculparte no es necesario.

—Pero quiero hacerlo.

—No pasó nada grave, estás aquí, estás bien es lo único que importa, no necesitas decir nada.

—Eizen yo...

—She... —soltó un largo hilo de aire contenido muy lentamente, como si quisiera decirlo todo pero no fuera capaz de decir nada—. Michelle yo... justo ahora no sé qué se supone que debería decir, verte me hace sentir tan contrariado sobre si debería estar odiandote o no...

—Yo quisiera que no lo hicieras.

—En cambio yo quisiera hacerlo.

—Eizen...

—No sabes cuanto deseo odiarte, y dejarte en el pasado de una vez, y no sabes cuanto me molesto conmigo mismo por no poder hacerlo. Verte duele... y ni siquiera se porque duele más si por lo que me hiciste o porque me cuesta tanto aceptar que ya no eres mía.



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En el texto hay: besos, amistad, romance adolecente

Editado: 09.07.2022

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