Amante De La Lluvia

CAPITULO #4

  • Dalia ayúdame por favor – habló Trevor mirándome con ojos asustados
  • Jhonathan... Jeremías. Por favor quieren bajar a Trevor – hablé de lo más tranquila, mientras me cruzaba de brazos
  • Hay Dios no sé cómo es que tú puedes estar de lo más tranquila, mientras estos dos intentan matarme – habló mientras se empezaba a mover como una lombriz para que lo suelten
  • Él intentó besarte y tú quieres que lo soltemos – hablaron mis primos al mismo tiempo
  • Ay por favor, ya estoy bien grandecita no creen ya tengo 17 años como para saber que es bueno y que es malo – hablé mientras me cruzaba de brazos
  • Bueno ya, lo que la princesa ordene – habló Jhonathan mientras soltaban a Trevor y hacían una torpe reverencia, cosa que siempre he odiado

Después que mis primos soltaron a Trevor, el literalmente cayó inconsciente al suelo, ni siquiera me di cuenta en que momento había perdido la conciencia por la falta de oxígeno que le provocaron mis primos.

  • ¡¡SON UNOS TONTOS!! – les grité mientras corría hacia el cuerpo inconsciente de Trevor ¡¡MADISON!! ¡¡JACK!! ¡¡MAYELA!! – grité mientras me aferraba al cuerpo de Trevor

Escuchaba como bajaban demasiado rápido las escaleras, y en el momento en el que llegaron y vieron el cuerpo de Trevor inconsciente entre mis brazos, todos empezaron a preocuparse.

  • ¡¿PERO QUE LE PASÓ?! – me preguntó madison mientras corría para ayudarme con Trevor
  • ¡¡LO QUE PASÓ, ES QUE JHONATHAN Y JEREMÍAS CASI LO A TREVOR SOLO POR QUE INTENTÓ BESARME!! – grité histérica mientras las lágrimas salían de mis ojos, mientras sentía como se desataba una tormenta afuera
  • Ya enserio paren de gritar, y tu Dalia intenta controlarte, con tu histeria no vas lograr nada – me habló May para que intenté calmar

Cuando dijeron que me tenía que relajar decidí hacer caso ya que de verdad con mi histeria no iba a lograr nada, como me dijo May, entonces decidí mantener la poca cordura que me quedaba para no intentar matar a mis primos.

  • Por Dios ayúdenlo y no se queden ahí parados mirando – les grite más tranquila
  • Dale Dalia tu tomaste clases de primeros auxilios tú has de saber que hacer – me habló Madison recordando las veces que fuimos a las clases de primero auxilios
  • Cierto, pero…. Tienen que coger a esos dos para que no lo terminen de matar – hablé señalándolos a mis dos primos que tenían cara de perro con rabia
  • Bueno está bien – hablaron Madison y May mientras los acorralaban contra la cocina y no los dejaban ir
  • Ya pues hazlo pero que esperas Dalia, solo dale respiración boca a boca tu si sabes de eso – habló madison en forma de reproche

Entonces decidí hacer caso a lo que me había dicho Madison, así que me agache poniéndome de rodillas al lado de su cuerpo, sacándole con mayor delicadeza los cabellos que tenía esparcidos por la cara. Y lo hice, le tapé la nariz, le abrí la boca con la mayor delicadeza y entonces lo hice le di respiración boca a boca, pero aun así no despertaba, así que decidí tomar el control de aire lanzándole una brisa fresca y delicada para ver si ahí reaccionaba.

Y fue ahí que empezó a reaccionar, ya que empezó a estar tosiendo y dar bocanadas grandes de aire para el poder estabilizar su respiración.

  • ¡Ay gracias a Dios despertaste! – grité mientras me abalanzaba hacia el para poder abrazarlo mientras escuchaba unos gruñidos sabiendo que los que los provocaban eran mis primos al ver que lo estaba abrazando

Pero algo me llamó la atención fue que Trevor me estaba abrazando fuerte y que había escondido su cara en el hueco que hay entre mi cuello y mi hombro provocando que su respiración choqué con mi piel haciendo que se me erice la piel.

  • ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? – nos preguntó después que el sacó su cabeza de mi cuello y yo me separaba de el para así poder pararnos
  • Más o menos una hora – habló Madison como si eso fuera lo más normal que puede haber
  • ¡¿ES ENSERIO?! – gritó ¿No me están haciendo ninguna broma? – nos preguntó recorriendo la mirada a todos nosotros mientras que negábamos con la cabeza
  • Todos estábamos bien preocupados, ¿pero sabes quién era la que más estaba preocupada? – preguntó Madison alzando las cejas
  • Claro dime – habló Trevor mientras se apoyaba en la pequeña isla de la cocina y me abrazaba por atrás
  • Pues fue nuestra querida Dalia la que estaba más preocupada, pues aunque no lo creas, ella desató una tormenta con truenos y rayos afuera solo porque tú no despertabas – habló ella con sorna, mientras abrazaba a Jhonathan
  • Eres una maldita desgraciada – hablé entre dientes dándole una de mis peores miradas, causando que mis ojos se vuelvan azules brillantes
  • Eso es lo más bonito que alguien pudiera hacer por mí, gracias – me susurró Trevor en el oído.




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