La recuerdo con un vestido azul con flores blancas, la recuerdo caminando hacia mí, con el rostro rojo a causa del calor infernal, recuerdo el leve aroma que dejo su perfume en el momento en que paso justo al lado mío, recuerdo a ver sentido un tirón en las manos, recuerdo tener la necesidad de tomar tu mano, aquella mano de una chica extraña, recuerdo tantas cosas.
Pero lo que más recuerdo es que las ganas me dominaron y gire a observarte, con la esperanza de ver por lo menos tu cuerpo alegándose, también recuerdo el calor en mis mejillas al darme cuenta que no estaba observando tu espalda sino tu rostro con unos ojos azules que me helaron la respiración, y sentir mis latidos desenfrenados cuando me sonreíste.
Y lo supe me enamoré de ti, no por lo que vieron mis ojos, sino por lo que me hiciste sentir.
-Matías ¿estás bien?
-Si mama
-Y que es esa sonrisa en tu rostro-dijo sonriendo ella también- Cuéntale a mama
-Me sentí bonito, muy bonito mama.