Epílogo:

 El amor como un ideal no existe, viene en formas diversas y no es el sueño esperado.

Pero aún así debemos seguir buscando.

No importa cuando sufras y llores, no te rindas, no te dejes atrapar por la ilusión y nubes tu mente.

Avanza hacia lo desconocido, todos podemos ser amados si estamos dispuesto a vivir sin temores.

Sueña, pero no te quedes dentro del sueño, ni te empeñes en que todo sea perfecto. Afronta la realidad de la mejor forma. Eso es lo único que tengo que decir sobre ello.

Y si te lo estas preguntando, en mi corazón aun guardo el recuerdo de Stella, pero no como algo triste, sino como una pequeña luz que me despertó de la oscuridad.

Me reconforta pensar de que tal vez en otra vida, en otra realidad, los dos si pudimos estar juntos espero algún día despertar en esa realidad. Mientras tanto viviré bajo la luz del sol sin ocultar la forma de felicidad que nace de mi alma.