Amarte en pedazos.

☀31. Día de navegacion 1.

Dylan.

 

Despierto en cuanto siento dos pesos menos en la cama. Veo que son Alisson y Alonso los que han salido y se encuentran afuera de la habitación. Me pregunto si es cierto que se acabó lo que hubo entre ellos. Claramente ya no soy el mismo Dylan resentido de antes ni que quiere que su mejor amigo termine con el amor de su vida. Y no, no hay ningún pero. Aunque mi atracción por Alisson siempre será notoria no significa que sea como Alonso: siempre con esperanza de volverla a tener. Es desalentador para mí rogarle tanto al destino por amor.

Yo perdí todo anhelo de todo hace mucho y aunque esa conejita alegre mi corazón la oscuridad siempre continuará ahí para opacar lo radiante que es su alma. 

Está bien, ¿vale? Sé que he estado a punto de besarla en la madrugada, mi excusa para esto fueron las copas que teníamos encima y nada más que eso. El momento, el lugar y la persona; todo junto puede precipitarnos a besos no deseados. No deseo besar a Alisson. No deseo caos en mi vida y ella es la mejor representación de eso. Su sonrisa, todo mi mundo se pone para arriba con esa sonrisa. Enamorarse de mí es lo último que podría suceder en este planeta y con Alonso merodeando en su vida de nuevo no tengo que preocuparme. Ellos deben estar arreglando sus problemas allá afuera y los días que faltan para terminar este bizarro viaje culminarán. 

Me vuelvo a recostar en la cama y veo a Alex abrazado a Alessia, ambos profundamente dormidos. Ver que mi amigo tal vez consiguió una buena mujer me alegra; no obstante, en el fondo de mi corazón, no sé quién saldrá perdiendo más, si él o ella. Y no quiero averiguarlo. Sin importar qué estaré del lado de Alex porque es como un hermano para mí... es que tenemos tantas cosas en común. Una de ellas: la enfermedad. Así fue como nos conocimos en España y a pesar de no ser partidario de las últimas actitudes que ha tomado y la manera de vivir sus, tal vez, últimos días no soy quién para meterme ya que él también me ha aguantado mis malos momentos.

Algunas enfermedades terminales vinculan a dos personas mientras que a Alisson y a mí nos conecta la pérdida de extremidades. ¿No piensan que es maravilloso imponerse coexistir faltando una parte de ti? Formarse para una nueva etapa de vida donde tendrás que verte al espejo todos los días y sentirte incompleto. Al principio cuando pierdes una extremidad te dicen que vayas a grupos de apoyo con otros "como tú". Esas fueron palabras textuales del doctor Smith: "como tú." ¿Qué coño es ser yo? ¿Un amputado? 

Las personas nunca están preparadas para ver más allá de lo que su mente no puede aceptar. 

Me levanto como puedo de la cama luego de volver a quedarme dormida y los únicos que continuan su siesta de belleza con Alonso y Alex. Alessia está en el baño con Alisson. Veo la hora en mi teléfono. Genial, ¡sin batería! 

Bro, ¿qué hora es? —Le susurro a Alex pero como no responde me veo forzado a tomar su muñeca y ver la hora que marcan las agujas de su reloj. 

9:00am

Rayos. Me apresuro a tomar el teléfono y marcar mi número de habitación para poder hablar con media hermana. 

Melissa insistió en acompañarme a este crucero con mis amigos con la intención de liarse a Alex, quién nunca le ha prestado atención. Aunque estos tres últimos días casi no hemos estado juntos. Cada uno es mayor de edad y sabe tomar las riendas de su vida así que por una parte me alegro de no tener que ser el hermano mayor que se preocupe por qué hará su hermana; no obstante ya lo sé, ella estará amaneciendo con algún desconocido en su cama porque es lo que le gusta. 

En U.S.A nunca fue comprensiva conmigo por la amputación y le agradezco en cierto sentido ya que me hizo mucho más fuerte, no me trató con lástima y mucho menos con un trato especial o diferente. Me puso las cosas difíciles y a pesar de que parece ser solo una niña ingenua obtiene todo lo que quiere. Ella se graduó de la high school y le encantan tantos las artes como a mí, de las pocas cosas que tenemos en común. La diferencia es que ella se ha tomando ya... ¿cuántos? creo que 2 años sabáticos y no aparta nada a la casa, mientras que yo debo pagar los platos rotos y mandar dinero para mi madre y para el desgraciado de mi padrastro.  No me molesta ayudar a mi madre, lo que me enfurece es saber que el dinero que recibe no lo utiliza ella a su libre albeldrío porque el dueño de su vida se lo gasta el alcohol. 

Con respecto a Melissa, mi padre lo único que dice sobre su comportamiento de vaga y poco interés por superarse es: "es una mujer que solo se debe encargar de la casa porque los hombres son los inmejorables que siempre deben traer el dinero a la casa. No debe estudiar sino quiere mientras cumpla con otras obligaciones." Para un parásito como ella tener un padre machista significa una sola cosa: paz. Hasta que la golpee, como ha hecho con mi madre. Ahí tal vez las cosas cambien un poco. Y si es así, no pienso recibirla en mis brazos. 

—¿Hola?—La voz de mi media hermana suena ronca. 

—Melissa, soy Dylan.—Le informo. 

—Hey, hola desaparecido.—No puedo oler a través del teléfono pero de seguro tomó tanto como nosotros. 

—Estoy con unos amigos, arréglate para desayunar juntos y ven a la habitación...—Me detengo un momento y salgo para ver en qué habitación estamos.—715.

—Qué mandón eres, Dylan. —Me reprocha al otro lado del teléfono. 

—Por favor tráeme un cambio de ropa, estoy muerto como para caminar hasta allá.—Ella bufa y puedo imaginármela volteando los ojos. 

—Después dices que soy yo la que tiene noches locas, hermanito.—Hago una mueca y le cuelgo. 

Me veo en el espejo, tengo unas terribles ojeras en los ojos. No descansé para nada bien. Veo a Alonso despertar. 




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