Alessia.
—¡Amiga date cuenta!—Golpeo levemente la cabeza de Alisson.
La pelirroja refunfuña, me fulmina con la mirada, se ve en el espejo y recuesta levemente su cabeza sobre él.
Yo acomodo la pintura de labios que se ha corrido de mi boca por culpa de unos buenos besos de Alex.
—Menos mal que no decidieron ser nada, porque sino te convertirías en madrastra.—Suelto una carcajada.
Creo que mi chiste no le ha dado nada de gracia a Alisson.
—Te voy a matar.—Informa. Empieza a pellizcar levemente mi estómago, yo me remuevo y río, la intento alejar pero es inútil. Mientras ella hace cosquillas y cada vez pierdo más el control encuentro una única solución a mis problemas.
La mano en la que tengo la pintura de labios color rojo la llevo a la raíz de su cabeza y la estampo fuertemente.
Alisson suelta un grito, me toma por los hombros y me pega a ella. Ambas vemos el desastre que le he ocasionado en el cabello. Ahora parece que llevara sangre en la cabeza...
—Ups...—Es lo único que digo.—Mira el lado bueno... puedes bañarte con Dylan.—Temo por mi vida, mi mejor amiga está apunto de manchar toda mi cara con rímel.
10 minutos después, aún intento quitar de mi cara las manchas negras que tengo. Parezco la llorona.
—Te quiero.—Repito riendo.
—¿Crees que es verdad?—Me pregunta Alisson pasándose una toallita húmeda por la cabeza.
Asumo que la única cosa de la que puede estar haciendo mención es el hecho de que, supuestamente, Alonso está esperando un bebé con Paula.
Luego de que ella llegara, como de costumbre, como una loca y atravesara el restaurante para hacerle saber a todos en la cena que estaba embarazada, Alonso muy molesto se la llevó a regañadientes a otro sitio para poder conversar.
A Don Paul se le cayó la cara. No supe si estaba triste o feliz. Alisson, por otra parte, se puso tan pálida que tuvieron que traerle un vaso con azúcar, como ese día donde vió a Ezrael, y yo... pues yo sigo pensando que todo este crucero es una tramedia. ¿Entienden?
Comedia/ trageida = tramedia.
Soy mejor que Alisson con los idiomas.
En el fondo sé que tampoco debo cuestionar mucho sus decisiones de vida. Vamos, yo estoy teniendo un romance, si puedo llamarlo así, con un chico que conocí hace solo 3 días.
¡Alex! Debe estar esperándonos en el teatro para la función. Me apresuro a terminar de lavar mi terrible cara. Luego de gastar casi todo el jabón del baño de este piso, me veo por última vez en el espejo y le respondo a mi amiga.
—¡Claro que es mentira!—Le respondo a Alisson, quien coloca una mirada de duda.
—No creo a nadie capaz de decir semejante mentira.—Me dice.
Yo suspiro. —Alisson, Alisson. Siempre siendo tan inocente, tonta Alisson.—Ella hace puchero y yo la abrazo.—No te hagas falsas ideas de personas que conoces perfectamente.
—No conozco a Paula perfectamente.—Se queja.
—No hace falta hacerlo para darse cuenta de que es una víbora, que ha venido a este crucero con la única intención de conocerte a ti y que amarrará a Alonso a su lado de cualquier forma, incluso mintiendo sobre la paternidad de ese supuesto hijo que lleva dentro.
—Hay que averiguar como sea posible la verdad sobre su presencia aquí.—Formula con la mirada perdida.
Concuerdo con ella.—Hay que averiguar lo más posible.—Propongo. De inmediato, mi bombilla se prende—¿Crees que sea posible que Paula tenga algún tipo de conexión con Ezrael?
¡Ellos dos confabulan en contra de Alisson y Alonso! ¡Tiene demasiado sentido!
Alisson se pone palida y se toma una de sus píldoras para los nervios. Lleva su mano su cabeza y me preocupo por su estado. La ayudo a sentarse en unos pequeños sofás que están dentro del extravagante baño de mujeres.
—¿Estás bien?—Pregunto preocupada.
Creo que se ha tomado esta posibilidad peor de lo que pensé. No la culpo. Es mucho que procesar. Ella ha estado en peligro de perder la vida varias veces, saber que nuevamente tiene una enemiga, que es ex de su ex, que intenta hacerle la vida imposible no debe ser muy agradable, mucho menos luego de enterarse de que si Paula está embarazada amarrará, casi, seguro a Alonso a su lado.
Porque es la verdad. Por lo que recuerdo y sé del chico de ojos café, no apoya el aborto, mucho menos dejaría sin apellido al niño de Paula, en caso de que fuera suyo.
Alisson ya tiene mucho por la cabeza. Yo me haré responsable de esta investigación. Llegaré al fondo de todo lo que trama la desquiciada de Paula, para ayudar a Alonso y, sobre todo, para ayudar a mi mejor amiga.
—Solo es algo de estrés.—Me dice con un hilo de voz. Recupera un poco el color e intento animarla. —Mira, no recuerdes a Alonso. Olvídate de eso. Podrá arreglarlo.... Mejor piensa en Dylan.
—¿Cómo no me voy a preocupar? ¿Viste reacción al enterarse de la noticia?— Alisson frunce el ceño.— Se le cayó el mundo, me preocupa mucho lo que vaya a pasar con él de ahora en adelante... Es que Paula es tan...
Le hago un sonido de que haga silencio y la interrumpo. Esto de que no piense en Alonso y el enrollo en el que está metido es más difícil de lo que parece.—Háblame de Dylan.
Alisson rueda los ojos, se queda unos segundos con la cabeza agachada, suspira y obedece.
—Hoy tengo una cita con Dylan.—Hace una pausa.— ¿Cómo se supone que lo veré con este cabello así?—Levanta con su mano derecha un gran pegoste en el centro de su cabeza y yo tapo mi boca con las manos.
—Báñense juntos.—Le pico un ojo y Alisson comienza a sonrojarse fuertemente. —Tú sabes que quieres.—Le digo.—Sabrá Dios que habrán hecho en N.Y
Alisson no me ve directo a los ojos y descubro un poco de verdad en lo que he dicho. —Por cierto ¿Ya hablaron sobre lo sucedido?—Ella juega con sus manos.
—No.—murmura apenada