-Nathan-
Estaba vestido con un pantalón jean, unos zapatos negros y una camisa blanca, mi cabello estaba un poco despeinado pero créanme que intente arreglarlo pero no funcionó, esperaba junto a Damián y Stevan ,un chico de la facultad de arquitectura ,lo había visto el otro día junto a la que me pareció que era la amiga de Jule
Hasta que esperábamos a las chicas, charlamos entonces me di cuenta que era un tipo interesante y me agradaba.
Damián que fue a traer su carro que no era nada menos que un Ferrari rojo, que le había regalado su padre en su cumpleaños de mayoría de edad. A Stevan se le cayó la mandíbula, no sabía que afán tenían por los carros a mí me gustaban pero no a tal punto.
-Es un Ferrari¡¡-exclamó emocionado. No sabía nada del chico, pero según viendo su reacción nunca había visto un carro así.
-Claro que lo es-comento Damián desde el lado del chofer, este era uno de los diseños más exclusivos y tenía cuatro asientos. Así que lamentablemente no entrabamos todos.
-Listillo, nos falta espacio-comente. Damián me dio una sonrisa burlona.
-Claro que no amigo, hay espacio suficiente para las chicas-y claro que lo había, pero …ya entendí de que iba podría ser más idiota-Veo que sabes lo que estoy pensando.
-Serás capullo-dije, mientras pensaba en qué hacer ahora, no planeaba darle el privilegio a mi amigo de llegar a la fiesta con tres hermosas mujeres, una brillante idea tomo lugar en mis pensamientos y saqué mi celular. Damián frunció el ceño.-Qué haces?
A la primera contesto el mayordomo de mi casa-Buenas noches joven-dijo muy educado, aunque ya le había dicho que no era necesario.
-Hola Tom, crees que puedas traer mi carro a la academia, es que lo necesito-comente.
-Claro, ya era hora de que lo pidiera su padre ya se estaba preguntando cuando llegaría el momento-comento tranquilo Tom-En media hora estaré allí.
-Muchas gracias y envíale saludos a mi madre,-dije contento de volver a hablar con él.
-Claro-le cerré.
-¿Si que eres un engreído, lo sabías? -pregunto Damián desde su asiento.
-No lo soy amigo, tu hiciste que tomara esta decisión-le sonreí, me subí en el copiloto-Vamos a la entrada.
-Puedo ir también? -preguntó Stevan, se veía muy maduro, pero supongo que para autos era un completo niño.
-Claro hombre, sube-dijo Damián, contento de ver que alguien admiraba sus cosas, menudo engreído.
Como las chicas tardaban siglos en alistarse, tuvimos mucho tiempo. Cuando Damián se estacionó a un lado de la puerta, mi carro me estaba esperando al otro lado, donde un hombre de unos cuarenta años de cabello negro me miraba con una enorme sonrisa, me bajé del auto y caminé hasta Tom.
Él salió del coche de forma elegante y me dio un fuerte abrazo, esta era la confianza que nos teníamos. -Hola Nathan, estas todo un hombre-dijo divertido, éramos de la misma altura.
-Hola Tom, te ves bien, qué tal las cosas en casa?-pregunte mientras él me entregaba las llaves.
-Todo bien, tú padre trabajando hasta fundirse el cerebro y tu madre esperando tus llamadas que nunca llegan-lo había olvidado, soy un idiota.
-La llamaré mañana es que no he tenido tiempo-comente algo avergonzado.
-Esta bien, cuídate-sin más se subió en otro auto que venía con él y se marchó.
Mire a el regalo que me habían hecho mis padres por mi mayoría de edad, un bugatti veyron de color blanco. Me subí en el, entonces Damián me grito.
-No puedo creer que te enojaras tanto por querer llevar a tu pareja-dijo divertido, no estaba enojado solo que ya era hora de traer mi carro, lo necesitaba y Jule igual en especial los fines de semana.
-Ya era hora de que lo trajera, es solo eso-comente, me adelante a Damián, entonces pare el carro al frente del edificio, en el momento en el que me baje del auto, las puertas del ascensor se abrieron, mostrando a la amiga de Jule con vestido dorado y Sasha con un vestido plata del mismo diseño, se veían bien y supongo que la creadora era Sasha, cuando llegaron mis amigos se quedaron con la boca abierta al ver a sus chicas yo en cambio me acerque a Sasha para preguntar.-Dónde está Jule?
-Ya baja solo fue a dejar algunas cosas –comento ella que ahora que me daba cuenta ya no llevaba sus lentes, Damián se volvería loco, o mejor dicho cualquier chico que la viera.
-Gracias-ella asintió y se sentó en el copiloto, en cambio la más pequeña se sentó con su pareja en la parte de atrás.
Me apoye en el auto hasta que bajara Jule, que solo fueron unos pocos minutos. El ascensor se abrió mostrándome a Jule, que se veía hermosa, vestía un vestido negro de seda del mismo estilo que las otras dos ,unos tacones no muy altos negros, iba con su cabello hecho ondas, un poco maquillada y ya no llevaba lentes. Al llegar a mí, me brindó una sonrisa que me sacó del shock-Te ves bien-comento ,entonces se fijó en el carro-Parece que alguien estuvo ocupado –comento viendo el carro-Es tuyo o?
-Sí es mío, creo que ya era hora de traer un carro-comenté-Por cierto te ves muy bien-Le abrí la puerta del carro en la oscuridad de la noche.